Investigadores de la Universidad de Newcastle (Reino Unido) han desarrollado un nuevo biopesticida, creado a partir de veneno de araña y una proteína vegetal. La ventaja de este producto es que a pesar de ser altamente tóxico para un elevado número de plagas de insectos, no afecta a las abejas.
En la investigación, han analizado la proteína biopesticida Hv1a/GNA que es una combinación del veneno natural de la araña de embudo australiana y una proteína (lectina) del galanthus o campanilla de invierno.
Los investigadores comprobaron que alimentar a las abejas con dosis agudas y crónicas de la proteína (más allá de los niveles que alguna vez podrían experimentar en el campo) sólo tenía un ligero efecto sobre la supervivencia de las abejas y de ningún efecto en absoluto sobre su aprendizaje y la memoria, que pudiera ser mesurable.
Se trata de un pesticida oral a diferencia de otros pesticidas que son absorbidos a través del exoesqueleto. También se diferencia en que el Hv1a/GNA afecta a la ruta del calcio del insecto, mientras que lo más frecuente es que los receptores de insecticidas de uso común sea la ruta del sodio.
Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B.
Fuente: Agencias