El movimiento estudiantil y la coyuntura educativa a los 100 días del gobierno

El movimiento estudiantil y la coyuntura educativa a los 100 días del gobierno

El movimiento estudiantil y la coyuntura educativa a los 100 días del gobierno

Autor: Leonel Retamal

El movimiento estudiantil y la coyuntura educativa a los 100 días del gobierno. Ideas para recuperar la iniciativa (1)

Declaraciones, proyectos, marchas y tomas. Un mes antes del lanzamiento de la primera ola de reformas, el gobierno y los estudiantes iniciaban los primeros movimientos de lo que parecía un inevitable conflicto. A un mes después de la aparición de las reformas el movimiento estudiantil parece ceder protagonismo frente al gobierno, mientras salen a escena los gremios y cooperaciones privadas de la educación, generando un escenario refractario a las demandas que amenaza con dejar fuera a los estudiantes y darle la espalda a la ciudadanía.

¿Cuáles son los actores y los posibles escenarios que se abren para recuperar la iniciativa y re-instalar al movimiento estudiantil en la agenda política nacional? Hagamos el intento, describiendo primero lo actores.

Los actores en conflicto. Trayectorias y Principales bloques.

Tras la llegada de Michelle Bachelet a la moneda, se articuló un bloque reformista que ha liderado la agenda política en los últimos meses. Tras un proceso de conversaciones aisladas, que dio tiempo y holgura al gobierno, se lanzó durante mayo la primera ola de reformas educativas compuesta por tres proyectos de ley concentrados en aumentar la regulación de sistema educativo básico y medio (fin a la selección, fin al copago y fin al lucro). Como era esperable, las reformas no implican un cambio estructural en el sistema educativo nacional, sino únicamente rearticulación de las normas de regulación del mercado educativo y aumento del control sobre uso de recursos públicos, perpetuando la lógica subsidiaría de la educación.

Pese ello, el movimiento estudiantil, único agente capaz de articular procesos de movilización nacional, ha demorado varios meses en definir sus lineamientos y hasta la fecha sólo ha impulsado una agenda tímida de movilizaciones cuya masividad y claridad genera más dudas que certezas.

La CONFECH, como principal fuerza política del movimiento, mostrando tensiones internas entre sectores afines al gobierno (NAU-Rev. D.) y sectores mayoritariamente críticos del gobierno liderados por colectivos políticos de izquierda (FEL y UNE) ha desarrollado una pobre coordinación con el mundo secundario, el cual desarticulado e incapaz de levantar movilizaciones nacionales, presiona por una radicalización temprana de la coyuntura, confrontándose a las reformas del gobierno mediante tomas aisladas que carecen de un norte político claro.

No obstante, asumiendo el protagonismo, la Confederación de Estudiantes de Chile han iniciado un creciente proceso articulación con actores claves de la educación, apuntando a generar la misma convergencia que sostuvo las movilizaciones del 2011 (CRUCH, COLEGIO DE PROFESORES, ACES, CONES, sectores de trabajadores del mundo de la educación), la cual sin embargo no se ha hecho presente de manera masiva en las calles, estando pendiente una demostración masiva de fuerza que respalde socialmente las críticas a la reforma.

Un tercer actor en coyuntura, es el emergente bloque reaccionario anti-reformista que, tras el envío de los primeros proyectos, se ha articulado política e ideológicamente. Este bloque, liderado por la Iglesia católica, agrupa a las corporaciones educacionales dependientes de congregaciones eclesiásticas (CONACEP), a sostenedores independientes a fines a la iglesia católica y a otras instituciones religiosas agrupados FIDE (Federaciones de Instituciones de Educación Particular) y a las universidades tradicionales agrupadas en el G-9.

Este bloque se ha posicionado recientemente en el debate público, defendiendo el rol público de los agentes privados en el sistema educativo y la defensa de la libertad de enseñanza en el marco del pluralismo y la diversidad ideológica de una democracia. Con ambos argumentos se busca defender el traspaso mayoritario de recursos estatales al mundo privado, como también la existencia de una “legítima ganancia” por la inversión realizada (lucro).

La particularidad de este nuevo recurso ideológico es la sintonía discursiva que tiene con los valores mediante los cuales la sociedad interpreta la democracia, como lo son la libertad de elegir, el pluralismo y la diversidad. Valores mediante los cuales se pretende justificar la posición subsidiaria del Estado respecto de inversionistas privados en tanto forma de garantizar la diversidad y el pluralismo ideológico en una democracia madura.

Un cuarto actor, corresponde a las agrupaciones emergentes del mundo privado, que aún mantienen posiciones ambiguas respecto de los bloques señalados, siendo los agentes claves que los bloques disputarán para ampliar y consolidar su fuerza.

En el plano estudiantil la emergencia de la MESUP y OFESUP, suponen un potencial organizativo masivo, que si bien actualmente son una minoría aún desarticulada, podría en el corto plazo articularse como un soporte masivo para movilizaciones. Su actual marginación de la CONFECH y las dificultades en la generación de una coordinación ideológica, suponen riesgos, dado los posicionamientos aparentemente antagónicos entre el mundo estatal y privado y principalmente la incapacidad que la CONFECH ha tenido para dar respuestas a los problemas de los estudiantes de educación privada, que actualmente han iniciado, de forma aislada e independiente, procesos de movilización en universidades ícono de la educación privada como son la UDLA, UNAB, ARCIS, UDP, muchas de las cuales han llegado a acuerdos internos con las autoridades del planten, levantando consignas afines con la defensa ideológica de la educación neoliberal, como lo son la defensa del rol público de la universidades privadas y la autonomía de los proyectos educativos.

En este mismo bloque cabría incluir a los rectores y sostenedores económicos de la Ues. Privadas que agrupados en la CUP (Corporación de Universidad Privadas) han iniciado procesos de acercamientos políticos con los sectores reaccionarios, constituyendo un referente ampliado denominado “Consejo por una Educación Mixta, Diversa y de Calidad” que agrupa a las corporaciones de educación privada (laica y religiosa), a los sectores políticos de derecha fuera (UDI, RN y nuevos referentes) y dentro del gobierno (DC) en conjunto con la desplazada tecnocracia neoliberal de la educación (J.J. Brunner y sus colaboradores), con el claro fin de oponerse a la reforma y defender sus privilegios, pese al contexto de investigación y movilización en el cual muchas de sus instituciones poseen dada las irregularidades económicas, investigación por lucro y acreditaciones fraudulentas.

Tres correlaciones, tres escenario y algunas tareas políticas para el movimiento.

Considerando estos actores se proyectan tres correlaciones de fuerzas y tres escenarios posibles.

1. Ampliación y consolidación político-gremial de un bloque anti-reformista (UDI, RN, AMPLITUD, DC + Consejo por una Educación Mixta, Diversa y de Calidad + Tecnocracia Neoliberal), que impida la agudización de las reformas buscando una negociación directa con el gobierno mediante campañas de desprestigio, presiones político-económicas, movilizaciones gremiales y bloqueo legislativo, manteniendo el estado subsidiario y las vías ilegales del lucro, vía negociación y aprobación del gobierno. Correlación equivalente a una derrota directa y explícita del movimiento social, a manos de los grupos económicos y políticos involucrados en la educación, que sólo agudizaría las tensiones entre el movimiento social y la institucionalidad.

2. Avance reformista limitado, con atenuación de los cambios al sistema educativo, centrado en la negociación y búsqueda de consensos con la DC y parte de la tecnocracia neoliberal. Esto implicaría proteger sectores económicos estratégicos para la iglesia y la DC, validando la entrega de recursos a instituciones particulares y a universidades tradicionales a nivel superior y retiro de las atribuciones de compra de colegios propuesta por el MINEDUC. De darse este escenario, equivaldría a una derrota política y programática del movimiento estudiantil, con el riesgo de quebrar relaciones en la Confech (NAU – FEL/UNE) debilitando al principal agente de movilizaciones y permitiendo una tercera validación y ajuste del sistema neoliberal en la educación.

3. Articulación de un movimiento nacional que plantee un proyecto de refundación del sistema educacional, asumiendo el liderazgo del proceso reformista mediante la movilización y negociación directa con el gobierno. La construcción de este movimiento implica: un salto ideológico que reafirme la centralidad en la educación pública y el rol garante del estado y contrarreste el avance reaccionario, definición de lineamientos programáticos que amplíen la coalición de actores sociales, incluyendo a los sectores de la educación superior privada y agenda de movilizaciones masivas, que fuercen al gobierno a entrar en negociación directa y que fuerce la agrupación y pliegue de los sectores más progresistas del gobierno a los lineamiento estudiantiles.

Ideológica y programáticamente esto requiere ampliar la coalición del movimiento estudiantil, articulando a sectores claves (CONFECH, ACES, CONES, MESUP, OFESUP, Sindicatos de trabajadores de la Educación, CUECH, Bancada Estudiantil, sectores de trabajadores) mediante instalación de focos que superen la oposición estado-privado, proponiendo soluciones e incorporando algunas demandas de estudiantes y trabajadores privados.

En esta línea las consignas de mayor alcance social pareciesen ser dos. Una general, “democratización de los colegios y universidades”, que permita la organización y participación de los actores en la administración de sus instituciones y en la configuración los proyectos educativos. La otra, centrada en el sector privado, “Fin al endeudamiento bancario de los estudiantes” y el aumento de las condiciones legales de funcionamiento en transparencia, administración y calidad de la universidades privadas. Consignas que debiesen integrarse como elementos programáticos en un petitorio único que consolide una plataforma intersectorial dispuesta a conducir el proceso de reforma.

Pese a ello, la posibilidad de generar esta correlación favorable implica comprender que el movimiento estudiantil, en el presente, no posee las fuerzas propias para confrontar autónomamente al gobierno, siendo necesario establecer una relación de movilización dialogante que permita generar consenso políticos con los sectores pro-reformas del gobierno (PPD, PC, RD) en un contexto de movilización estratégicamente clara y tácticamente regulada, que mesure y agudice las fuerzas en conflicto según el avance de las relaciones de fuerzas. Capacidad política de la cual el movimiento ha carecido en las dos últimas coyunturas nacionales (2008-2011) pero que dado su intensiva acumulación de experiencia podría desarrollar con una fuerte y estable coordinación política.

En este sentido, las posibilidades de generar una correlación favorable a las demandas educativas del pueblo, aún es posible, siendo la principal tarea consolidar un frente amplio, que unifique a los sectores del mundo educativo en un proceso masivo y coordinado de movilizaciones, sobre el cual se construya acuerdos políticos con los sectores progresistas del gobierno que desplacen a las corporaciones y sectores políticos defensores del lucro en Chile, de lo contrario, el movimiento estudiantil puede quedar aislado y fuera del proceso de reforma, tal cual ocurrió el 2006 y el 2011.

[1] El presente documento fue elaborado en base al taller de análisis de coyuntura del Grupo de Estudios Sociales y Políticos (GESP)  y también recoge aportes del grupo de análisis de coyuntura de la red de Centros de Estudios Independientes compuesta por Grupo de Estudios Marxistas (GEM), Plataforma Nexos, Estudios Nueva Economía (ENE), Grupo de Estudios Sociales y Políticos (GESP) y Centro Alerta.

Por Héctor Ríos

Psicólogo Social Universidad Santiago de Chile. Coordinador Grupo de Estudios Sociales y Políticos (GESP). Contacto: [email protected]

Grupo de Estudios Sociales y Políticos (GESP), Iniciativa de estudiantes y cientistas sociales centrada en el desarrollo crítico y transdisciplinar de las ciencias sociales, entendido como agente de reflexividad capaz de aportar a los procesos de articulación y politización social.

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