Tres periodistas fallecieron este viernes tras un bombardeo perpetrado por el ejército de Israel contra un complejo de prensa, que albergaba a 18 medios de comunicación, ubicado en la ciudad libanesa de Hasbaya, al sur del país.
Según informó la cadena Al Jazeera alrededor de las 4:00 de la mañana (hora local), “un bombardeo desde aviones o drones” impactó contra la residencia que alojaba a periodistas en Hasbaya, matando a dos camarógrafos y a un técnico.
Un reportero de este medio que llegó al lugar poco después del ataque, indicó los vehículos aparcados en el recinto estaban claramente marcados con la palabra «Prensa» y no se emitió ninguna advertencia ni orden de evacuación antes del ataque.
Señaló que los fallecidos “son personas con las que he trabajado casi cada día”, sin nombrar los medios para los que informaban.
“Se trata de un incidente muy serio. Israel no dio ninguna advertencia y Hasbaya no está bajo órdenes de evacuación”, añadió.
Por su parte, el Gobierno libanés calificó de “crimen de guerra” este ataque perpetrado por las tropas sionistas.
El primer ministro interino libanés, Nayib Mikati, señaló que el bombardero contra el complejo de prensa fue “deliberado”.
“La nueva agresión israelí contra periodistas y corresponsales en Hasbaya constituye un capítulo de crímenes de guerra cometidos por el enemigo israelí, sin disuasión ni voces internacionales que detengan lo que está sucediendo”, advirtió mediante un comunicado publicado por su oficina en su cuenta en la red social X.
El premier libanés enfatizó que el ataque es “una agresión deliberada” que busca “intimidar a los medios de comunicación” y “encubrir los crímenes y destrucción” que Israel está cometiendo contra su país.
“Esto es un crimen de guerra, el enemigo israelí esperó a que los periodistas descansaran por la noche para traicionarles mientras dormían”, escribió en su cuenta de X el ministro de Información libanés, Ziad Makary, quien acusó al Estado judío de asesinarlos “de manera premeditada”.
Asimismo, identificó a las víctimas como Ghasan Nayar, Mohamed Reda y Wisam Qasem, todos ellos trabajadores de los canales de televisión libaneses Al Mayadeen y Al Muen.
Según el ministro, la residencia atacada acogía a otros 18 periodistas de siete medios de comunicaciones libaneses y árabes, y recordó que “durante los últimos meses no dejaron de cubrir las noticias sobre el terreno y transmitirlas para revelar los crímenes” cometidos por Israel en el Líbano.
«Atacar deliberadamente a periodistas es un crimen de guerra»
Grupos de derechos humanos denunciaron que atacar deliberadamente a periodistas es un crimen de guerra.
«Los periodistas son civiles que tienen derecho a protección en virtud del derecho internacional humanitario», declaró Aya Majzoub, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.
«Ha sido especialmente inquietante ver a Israel atacar instituciones civiles sólo por su afiliación a Hezbolá».
Destacó que Los equipos de televisión llegaron a Hasbaya, ya que la consideraron una ciudad más segura después de que Israel ordenara la evacuación de una localidad situada más al sur desde la que estaban informando sobre el asedio.
«Por eso lo consideramos un ataque directo, dirigido a sacar a los periodistas del sur», señaló Elsy Moufarrej, coordinadora del Sindicato de Prensa Alternativa en Líbano.
«Quieren impedir que los periodistas cubran y tengan presencia en el sur de Líbano», alertó, citada por Al Jazeera.
Durante este viernes, Israel continuó aumentando su presión y asedio sobre Gaza, dejando un saldo de más de 80 personas muertas en las últimas 24 horas, la mitad de los fallecimiento se habría registrado en la zona norte del enclave.
La Defensa Civil palestina en Gaza, informó que el ejército israelí bombardeó el Bloque 7 en la zona de Al-Hawaja del campamento para refugiados de Jabalia, dejando más de 100 heridos.
Más de 770 muertos en 21 días de asedio al norte de Gaza
Además, durante esta jornada las tropas israelíes allanaron uno de los pocos hospitales todavía operativos en la zona, y ha atrapado a más de 150 pacientes y personal médico.
Em concreto, los integrantes del ejército israelí entraronael hospital Kamal Adwan de Beit Lahia y obligaron a los pacientes a trasladarse al patio central tras disparar contra el recinto de salud con tanques y destruir una estación de oxígeno, de acuerdo a la agencia oficial de noticias palestina Wafa.
Se trata de uno de los dos únicos centros hospitalarios que aún funcionan a duras penas, ante el asedio israelí al norte de la franja. El otro es Al Adwa, localizado dentro del campo de refugiados de Jabalia.
Ya han pasado 21 días desde que se intensificó el asedio israelí, y se contabilizan 770 muertos y miles de desplazados, según el gobierno gazatí.
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