Las nuevas generaciones hemos crecido bajo el famoso lema “Chileno: El Mercurio miente”, una interesante frase que se acuño cuando corría el año 1967. Colgaba un lienzo en señal de protesta por parte de los estudiantes en la Casa Central de la Universidad Católica, ya nos podemos imaginar la opinión que tenían alumnos de casas de estudios menos conservadoras. Aquello a causa del cansancio de los estudiantes por los constantes instigamientos que publicaba el medio en sus portadas acusando al movimiento estudiantil de una simple maniobra del marxismo.
Tampoco es novedad que crecimos sabiendo que Agustín Edwards fue un personaje que tuvo un rol determinante en crear el ambiente político de la época, polarizar al pueblo chileno e influir de manera categórica en el golpe de estado.
De forma unánime siempre se supo que parte del financiamiento que tenía Agustín Edwards provenía del gobierno de Estados Unidos y que fueron frecuentes las reuniones que se mantuvieron entre el gobierno del Tío Sam y el diario para así coordinar los ejes de acción en el acontecer político nacional. Y por último todos sabemos de las censuras y omisiones en las publicaciones por parte del medio durante el periodo del gobierno militar, en las escasas elecciones hasta el año 89 y en el gobierno de “transición”.
La novedad surgió hace algunas semanas, cuando la información parcialmente publicada y censurada en 1999 fue liberada en una versión completa y contundente por parte de la Casa Blanca, donde se detallan la histórica reunión que mantuvo el presidente del Mercurio con Richard Helms, ex director de la CIA.
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Más que el disgusto que tuve al momento de saber sobre estos nuevos documentos, fue la repercusión que tuvo esta noticia en el acontecer nacional, un par de artículos y noticias, un par de funas de exiliados en viajes de Agustín y un par de declaraciones de uno u otro político nacional, pero ¿Qué paso con el pueblo de Chile que canta “a capela” en himno nacional en los partidos del mundial? ¿Qué paso con nuestra dignidad como pueblo independiente? El pisoteo que sufrimos por parte de Edwards, la Cia y compañía es un hecho reprochable, asqueroso que no nos pude dejar así de indiferentes, tenemos que hacer notar este repudio, tanto como pueblo como a nivel de autoridades ¡Cómo podemos permitir que siga existiendo un medio que hizo tanto daño a nuestro país! Hoy que somos un país con personas más empoderadas, más informadas y más ilustradas, quedamos al debe en este tema.