Con la llegada del verano, las temperaturas en el país comienzan a elevarse, generando condiciones cálidas y secas para las próximas semanas, tal como lo confirma el último Informe Trimestral de la Dirección Meteorológica de Chile. Esto, sumado a vientos intensos, favorecen la propagación de fuegos en áreas naturales e incluso extendiéndose a ciudades. En este contexto, desde el mes de octubre y hasta marzo del próximo año, SENAPRED ha decretado alerta temprana preventiva debido a que se presentan condiciones favorables para su ocurrencia.
CONAF además activó esta semana el «botón rojo» en 51 comunas, extendidas desde la región de Valparaíso hasta el Maule, herramienta que se suma al “Visor Chile Preparado” de SENAPRED que permite identificar las zonas con mayor vulnerabilidad a la propagación de incendios forestales.
Si bien la Unidad de Análisis y Diagnóstico (UAD) de CONAF señala que el 28% de los incendios son intencionales, indica además que el 64% se debe a acciones negligentes y, por lo tanto, prevenibles. La presencia de botellas de vidrio en zonas de pastizales, fogatas encendidas en lugares no permitidos, colillas de cigarro mal apagadas y el derrame de bencina en los bosques son acciones humanas comunes que representan un grave riesgo para el entorno natural. Estas prácticas, muchas veces inadvertidas, pueden desencadenar incendios devastadores, los cuales, si se previenen adecuadamente, podrían evitar desastres de gran magnitud.
Bajo este contexto, la Mutual de Seguridad realizó un llamado a la responsabilidad y la prevención como práctica permanente con el objetivo de reducir el riesgo, estar preparado y enfrentar de manera oportuna ante este tipo de situaciones.
“Aunque en nuestro país contamos con una alta preparación frente a emergencias de este tipo, la ayuda y acción preventiva de las personas sigue siendo un punto muy relevante para frenarla ocurrencia de incendios forestales. Por ello, desde Mutual de Seguridad hacemos un llamado a conocer sus causas, reconocer la responsabilidad de las personas y desarrollar acciones para disminuir su inicio y propagación. Para esto se desarrollarán webinars y actividades formativas para que las personas sepan cómo evitar su inicio, disminuir su extensión y si ocurren, actuar frente a una situación tan grave y compleja como puede ser un incendio”, sostuvo Cristián Ramírez, Doctor en Sostenibilidad y consultor senior en Gestión de Riesgo de Mutual de Seguridad.
¿Cómo prevenir incendios forestales?
Hay muchas formas se evitar la ocurrencia de incendios forestales por parte de las personas en sus comunidades, incluyendo:
- Realice de forma controlada desmalezado y limpieza de áreas en torno a las viviendas.
- No deseches colillas de cigarrillos ni fósforos en el suelo.
- Evita fumar en áreas con vegetación susceptible de prenderse fuego, como la vegetación seca.
- No encender fogatas o fuentes de chispas en zonas cercanas a la vegetación.
Si es imprescindible encender una fogata, es fundamental seguir los siguientes pasos:
- Hacerla en un lugar despejado donde no haya ramas, árboles o elementos que puedan encenderse con fuego.
- Delimitar la zona del fuego con arena, piedras o zanjas para evitar que se propague.
- Tener a mano elementos para apagar la fogata correctamente, como arena, tierra o agua.
¿Qué hacer en caso de un incendio forestal?
Al ver humo o fuego en zonas de vegetación, avisar a:
- Conaf: 130
- Bomberos: 132
- Carabineros: 133
- PDI: 134
- Si se indica evacuación por parte de la autoridad, corte la energía eléctrica de la casa y cierre las llaves de paso del gas.
- Mantener la calma y acate las indicaciones de los equipos de respuesta y autoridades.
- Cubrir la boca y nariz con un paño húmedo para no inhalar humo.
- Estar atento al comportamiento del fuego y al viento, ya que ambos factores pueden hacer que el fuego cambie de dirección de manera rápida. No volver al área quemada hasta que lo dispongan las autoridades. El incendio puede reactivarse.
Humo por incendios
La presencia de humo producto de los incendios, pueden tener efectos nocivos en la salud, asociados a daños oculares, irritación del sistema respiratorio y agravamiento de las condiciones de salud en individuos afectados por problemas cardíacos, pulmonares y respiratorios. Algunos síntomas son: ardor en los ojos, tos, dificultad para respirar normalmente, irritación nasal y en la garganta, sibilancias y dificultad para respirar, ataques de asma, goteo nasal, dolor de cabeza y pecho, mareos, vómitos, cansancio y latidos cardíacos acelerados.
Los principales grupos de riesgo son: Niños menores de 18 años. Adultos mayores de 65 años. Mujeres embarazadas. Personas con enfermedades pulmonares, infecciones respiratorias, problemas cardíacos o circulatorios, diabetes u otras condiciones de salud.
Algunas medidas de preparación para la comunidad
- Evite realizar actividad física y traslados que no sean estrictamente necesarios
- Evite otras fuentes de contaminación al interior de su domicilio. No fume, ni prenda velas o inciensos.
- Cierre puertas y ventanas para impedir que el humo ingrese al domicilio y cubra los espacios entre el suelo y la puerta con paños húmedos.
- Si requiere efectuar actividades en el exterior, utilice mascarilla.
- Si existe presencia abundante de humo, use un pañuelo húmedo para cubrir su nariz y boca. También puede utilizar mascarilla.
- Grupos de riesgo deben evitar salir de su domicilio o exponerse al humo de manera directa.
- Infórmese de las recomendaciones de la autoridad a través de fuentes oficiales.