Manuel Aguilar, quien participó como vocero en la marcha de los trabajadores de microbuses, para exigir el fin de las prácticas antisindicales y las malas condiciones laborales, que entre otros, costaron la vida al dirigente de Red Bus, Marco Cuadra, fue violentamente detenido por carabineros en medio de la movilización.
Según afirmaron varios testigos, entre ellos estudiantes secundarios que marchaban con los trabajadores, las fuerzas policiles golpearon de pies y puños al dirigente antes de subirlo al vehículo policial y conducirlo hasta la Tercera Comisaría de Santiago, lugar donde se desmayó y debió ser trasladado de urgencia a la posta tres para recibir los primeros auxilios.
A pesar de encontrarse en un delicado estado de salud, Aguilar, regresó a la comisaría, desde donde fue liberado casi entrada la noche. A la Salida sus compañeros de trabajo lo llevaron a la Posta Central, ya que se encontraba aquejado de ahogo, dolor de cabeza y adormecimiento de sus extremidades, producto de los golpes propinados por funcionarios policiales.
Los abogados de la Defensoría Popular constataron que cerca de la media noche el dirigente aún no había sido atendido ya que, según lo informado por el personal del recinto médico de urgencias, el escáner estaba averiado y la doctora de turno se encontraba enferma.