El Código Penal sanciona con hasta tres años de cárcel a jóvenes que mantienen relaciones homosexuales en Chile. Esta norma, desconocida por muchos, no es aplicable a los heterosexuales. A 10 años de que el Movilh consiguiera despenalizar la sodomía entre adultos, hoy se busca derogar la norma que afecta sólo a los jóvenes.
En Chile queda sólo una ley que discrimina de manera explícita a lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT). Se trata del artículo 365 del Código Penal, el cual sanciona con 61 días a tres años de cárcel a los jóvenes que mantienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo.
La norma es «especial», pues sólo se aplica a los homosexuales, y no a las heterosexuales. Ello paso porque a los primeros el Código Penal les reconoce la edad de consentimiento sexual a los 14 años, mientras que a los segundos a los 18 años.
Así si un joven de 19 años tiene relaciones homosexuales con otro menor de 18 años, puede ser encarcelado, mientras que las penas para heterosexuales sólo corren cuando hay involucrada personas con edad inferior a los 14 años.
«Aquí hay una gran desigualdad legal, pues las leyes que corren para los jóvenes homosexuales no son las mismas que las aplicables a heterosexuales. El amor entre jóvenes homosexuales es considerado un delito y entre heterosexuales no», señaló hoy el diputado Gabriel Silber (DC) al respaldar un proyecto de ley y una campaña nacional creada por el Movilh para derogar definitivamente el artículo 365 del Código Penal.
Ya en 1999 continuas gestiones lideradas por el presidente del Movilh, Rolando Jiménez, ante el Congreso Nacional, el Gobierno y organismos internacionales, permitieron modificar el artículo 365, el cual hasta ese año sancionaba incluso las relaciones homosexuales consentidas y privadas que involucraban a mayores de 18 años.
Sin embargo, a cambio se fijó la autonomía sexual para los jóvenes homosexuales sólo a partir de los 18 años, una desigualdad en relación a los heterosexuales que la tienen fijada en cuatro años menos.
Esta discriminación, que implica «la existencia en nuestro país de jóvenes de primera y segunda categoría», criticó el martes pasado la diputada María Antonieta Saa (PPD), también ha sido advertida por el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, instancia que llamó al Estado de Chile a derogar la norma antes del 12 de septiembre del 2012.
«Sancionar las relaciones sexuales con consentimiento mutuo entre jóvenes del mismo sexo es una medida discriminatoria, que ignora el hecho de que los adolescentes están en la exploración de su identidad sexual», ha señalado Naciones Unidas.
A objeto de superar esta deficiencia el Movilh estuvo en los últimos meses investigando a fondo el tema, contando con el apoyo de la Embajada de Reino de los Países Bajos, así como de su Brigada Escolar y Grupo de Madres y Padres de lesbianas, gays, bisexuales y transexuales.
Los resultados fueron el proyecto de ley para derogar el artículo 365 del Código Penal y una campaña nacional de sensibilización que será de extrema utilidad para la población LGBT, pues la mayoría de ella desconoce la existencia de esta homofóbica norma.
EL PROYECTO
El Proyecto de Ley que Deroga el Artículo 365 cuenta con la decidida colaboración de la parlamentaria Saa y los patrocinios de los diputados Silber, Guillermo Ceroni (PPD), Adriana Muñoz (PPD), Fulvio Rossi (PS) y Ximena Valcarce (RN).
Aunque nuevamente no hubo respaldos de representantes de la UDI, «se obtuvo apoyos de la Concertación y una parte de la derecha, un avance no menor al considerar que esta es la iniciativa más progresista desarrollada por el movimiento de la diversidad sexual en Chile», indica el activista Juan Hernández.
La propuesta legal argumenta que el 365 violenta diversos derechos constitucionales, como la igualdad ante la ley y el respeto y protección de la vida privada, así como resoluciones internacionales ratificadas por Chile y lo dispuesto por el artículo 56 de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil (RIAD),
«A fin de impedir que prosiga la estigmatización, la victimización y la criminalización de los jóvenes, deberán promulgarse leyes que garanticen que ningún acto que no sea considerado delito ni sea sancionado cuando lo comete un adulto se considere delito ni sea objeto de sanción cuando es cometido por un joven» , ha indicado RIAD.
Y es que el 365 está afectando la calidad de vida de al menos el 6.2 por ciento de los hombres jóvenes y del 3.2 por ciento de las mujeres jóvenes que se declaran homosexuales en Chile, según la V Encuesta Nacional de la Juventud efectuada por el Injuv.
El mismo estudio del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv), añade que otro 0.6 por ciento de la población joven se declara bisexual.
Sobre la materia, una de las voceras del Grupo de Madres y Padres del Movilh, Carmen Garrido, se cuestionó que «¿cómo las familias podemos aceptar sin prejuicio la realidad de nuestros hijos o hijas homosexuales o transexuales, si la propia legislación los discrimina?. El daño que esto causa a nuestros hijos e hijas es profundo, pues percibirse como delincuentes por el sólo hecho de amar a personas de igual sexo afecta, sin duda, la estabilidad física y emocional», según lo ha corroborada la propia Organización Mundial de la Salud y la Asociación Americana de Psiquiatría (APA).
El artículo 363 no sólo tiene por consecuencia la cárcel, sino las amenazas y violencia intra-familiar cuando una madre o un padre descubre que su hija de 17 años tiene una relación con otra mujer de 19 años.
«Es muy común que jóvenes llamen desesperados al Movilh pidiendo ayuda por este tipo de brutales amenazas, pero poco se puede hacer además de la orientación psicológica, pues nos guste o no esta ley existe», explica el líder gay Rolando Jiménez.
Por su parte los voceros de la Brigada Escolar del Movilh, Catherine Quiroz, Bernardita Recabarren y Fabián Zurira, apuntaron que «no es justo que por tener 17 años mi relación con otra persona de 19 años sea considerada un delito, pudiendo mi pareja ir a la cárcel, lo cual no pasa con los heterosexuales. Eso atenta contra nuestra privacidad y un estigma respecto al amor que sentimos».
CAMPAÑA NACIONAL
Con la presentación del Proyecto de Ley que Deroga el Artículo 365 del Código Penal, el Movilh terminó por redactar e ingresar al Parlamento todas las demandas legislativas de la diversidad sexual en Chile, pues con anterioridad hizo lo mismo con las normas de unión civil, matrimonio, identidad de género y derogación del artículo 373 del Código Penal, indicación que aún cuando no hace referencia expresa a las minorías sexuales, sí es usada por las policías para detenciones arbitrarias en razón de la orientación sexual o la identidad de género.
Además el Proyecto de Ley que Establece Medidas Contra la Discriminación, aún en trámite en el Congreso Nacional, considera a la orientación sexual y al género como categorías protegidas gracias a una lucha de 10 años encabezada por el Movilh, mientras que ya hay presentada otra propuesta para garantizar la igualdad laboral.
«Estamos muy satisfechos porque en todos los casos hemos conseguido apoyos políticos transversales y porque nuestra lucha por la igualdad ha incluido demanda, propuestas y trabajos concretos para hacer realidad lo que planteamos. No sólo protestamos o exigimos, sino que creamos caminos reales para superar la discriminación», sostuvo la activista del Movilh, Sofía Velásquez.
Al igual como ha ocurrido con otros proyectos de ley, este va acompañado de una campaña nacional de sensibilización que ya está llevando miles de afiches y cartillas informativas a La Serena, Valparaíso, Talca, Chillán, Temuco, Puerto Montt, Punta Arenas y Santiago, todo en el marco de variadas actividades que el Movilh inició este año bajo el nombre de «Bicentenario de la Diversidad Sexual».
La propuesta, que cuenta con el patrocinio de la RED LGBT del Mercosur y de la Federación Chilena de la Diversidad Sexual (Fesidech), busca así cambiar el rostro discriminador de nuestro país mediante la derogación de la última ley homofóbica que perdura a pasos de que Chile cumpla 200 años de vida República.
Por Daniel Ulloa