Conmoción a nivel mundial ha causado la decisión del presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, de declarar ley marcial para proteger el «orden constitucional» del país. A través de una cadena televisiva, el mandatario acusó a la oposición de realizar actividades contra el Estado y simpatizar con Corea del Norte.
El anuncio de Yoon se da luego de que el Partido Democrático -de oposición y con mayoría en la Asamblea Nacional- aprobara un recorte de 3 mil millones de dólares al presupuesto que había presentado el Partido del Poder Popular, la colectividad oficialista.
Además, la oposición aprobó la destitución del fiscal general y del director de la Junta de Auditoría, organismo encargado de monitorear las cuentas de reparticiones públicas. Esta decisión se dio en medio de graves imputaciones de corrupción contra el líder surcoreano, su esposa y otros altos funcionarios del Gobierno.
Tras el anuncio de Yoon, el Ejército se desplegó en las calles e ingresó al edificio de la Asamblea Nacional para impedir el acceso a los parlamentarios opositores, quienes tienen la facultad de levantar la ley marcial con mayoría simple.
En tanto, desde el partido de Yoon han manifestado su desacuerdo con la decisión del mandatario y exigieron el levantamiento de la ley marcial. Sin embargo, Yoon desoyó los consejos de su propio partido y aseguró que solo confiará en el pueblo surcoreano.
«Como presidente, hago un sincero llamamiento al pueblo. Confiaré solo en ustedes, el pueblo, y dedicaré mi vida a proteger una República de Corea libre. Por favor, confíen en mí», declaró en televisión.