Grupos terroristas ligados a Al Qaeda han tomado el control de Siria. Los hechos se producen tras una reunión clave en Doha realizada ayer sábado 7 de diciembre de 2024.
La reunión sobre Siria en Doha celebrada el día de ayer, contó con la participación de los ministros de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov; Irán, Abás Araqchí; y Turquía, Hakan Fidan. Este encuentro formó parte del formato de Astaná, una plataforma establecida para abordar la crisis siria.
Los ministros discutieron la creciente inestabilidad en Siria, especialmente en las regiones de Alepo e Idlib, y coincidieron en la necesidad de coordinar esfuerzos para estabilizar la situación y preservar la integridad territorial del país. Además, reafirmaron su apoyo a la soberanía siria en medio de los recientes avances de grupos insurgentes en la región.
Horas más tarde, sin la ayuda de Rusia e Irán en cosas de horas los «rebeldes» tomaron el poder.
Bashar Al Assad habría huido a Rusia o Arabia Saudita.
Rusia e Irán en la defensa de Siria
Rusia e Irán fueron defensores de Siria por años, haciendo retroceder en el campo de batalla a las fuerzas opositoras al régimen apoyadas por Israel y Estados Unidos, entre otros.
Rusia e Irán han jugaron un papel estratégico en la defensa y el fortalecimiento del gobierno de Bashar al-Assad en Siria desde el inicio de la guerra civil en 2011. Su cooperación, respaldada por fuerzas locales y milicias aliadas, como Hezbollah, lograron en su momento cambiar el rumbo del conflicto a favor del régimen sirio.
Desde su intervención en 2015, Rusia proporcionó apoyo aéreo crucial y desplegó tropas que han ayudado a retomar territorios clave, además de establecer bases militares estratégicas como la de Hmeymim. Irán, por su parte, envió milicias y asesores militares para consolidar el control en el terreno. Juntos, han contrarrestado a las fuerzas respaldadas por Estados Unidos y Turquía, incluyendo grupos opositores sirios y milicias kurdas.
La defensa militar de Rusia en Siria se ha caracterizado por una fuerte presencia aérea, terrestre y naval desde su intervención en 2015, diseñada para apoyar al gobierno de Bashar al-Ásad y consolidar su influencia estratégica en la región.
¿Un acuerdo para un oleoducto clave?
El proyecto de construir un oleoducto que atraviese Siria y conecte los yacimientos de gas y petróleo de Oriente Medio con el Mediterráneo tiene una importancia estratégica y ha sido un punto de tensión en la región. Este tipo de infraestructura permitiría a países productores como Irán y Qatar exportar directamente hacia Europa, diversificando sus rutas de exportación y reduciendo la dependencia de los estrechos de Ormuz y Bab el-Mandeb.
Dos propuestas principales han surgido en los últimos años: una promovida por Irán que busca unir sus reservas con el Mediterráneo a través de Irak y Siria, y otra propuesta de Qatar que incluiría a Arabia Saudí, Jordania y Siria. Ambos proyectos no solo tienen implicaciones económicas, sino que también reflejan la competencia geopolítica entre estos países. La participación de potencias globales como Rusia y Estados Unidos en la guerra siria está en parte influida por estos intereses energéticos, buscando proteger aliados y controlar rutas clave para la energía
Voces claves opinan de lo sucedido
«No tenemos reclamos territoriales, ni una sola piedra de otro país. Esperamos ver en el futuro próximo que nuestro país vecino Siria vuelva a paz, la estabilidad y la tranquilidad tras 13 años de sufrimientos», dijo Erdogan, Presidente de Turquía.
«Asad se ha ido. Ha huido de su país. Su protector, Rusia, liderada por Vladimir Putin, ya no estaba interesada en protegerlo. No había ninguna razón para que Rusia estuviera allí en primer lugar. Perdieron todo interés en Siria debido a Ucrania, donde cerca de 600.000 soldados rusos yacen heridos o muertos, en una guerra que nunca debió haber comenzado», señaló Donald Trump.
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El Ciudadano