La Contraloría General de la República (CGR) detectó la desaparición de 179 ampollas de fentanilo y cerca de 100 de morfina desde la bodega de la Dirección de Salud de Carabineros, sin que éstas hayan sido registradas en el sistema informático institucional.
Según el documento publicado por el medio Interferencia, el hecho quedó consignado en el informe de auditoría 593, elaborado por el Departamento de Control de Drogas y Estupefacientes de la CGR.
Ante esta irregularidad, la CGR ordenó la realización de un sumario administrativo y remitió los antecedentes al Ministerio Público debido a la posible comisión de delitos.
El medio también mencionó que, la auditoría reveló que la bodega de insumos médicos carece de control adecuado en los accesos, lo que permite que cualquier persona pueda sustraer productos como fentanilo o morfina. Por esta razón, la CGR dio un plazo máximo de dos meses para implementar un sistema de monitoreo de entrada y salida.
En contextos relacionados, operativos de la Fiscalía Sur y Occidente han confiscado 142 ampollas de fentanilo, lo que subraya la gravedad del hallazgo.
El fentanilo, un opioide de uso médico, se ha transformado en una droga altamente peligrosa que genera ganancias millonarias para el crimen organizado a nivel global. Los principales productores son China y México, este último abasteciendo a Estados Unidos. En Chile, durante 2024, se han decomisado más de 1.400 ampollas, lo que refleja un incremento en el consumo de esta sustancia, 100 veces más potente que la morfina y de alto riesgo para la salud.
Medicamentos extraviados y condiciones deficientes
La CGR también descubrió la pérdida de 1.117 unidades de medicamentos controlados, entre ellos 70 ampollas de fentanilo y 46 de morfina, mientras que otros insumos estaban vencidos o deteriorados. Muchos de estos productos se encontraron almacenados en bolsas dentro de oficinas de la Unidad de Farmacia del Hospital de Carabineros, el Servicio de Pediatría y la Unidad Médica Operativa, lo que motivó la orden de su destrucción inmediata.
Pese a los descargos de Carabineros, la CGR mantuvo las observaciones y otorgó un plazo de 60 días para cumplir las medidas correctivas.
Los auditores de la CGR identificaron graves deficiencias en la infraestructura de las bodegas de la Dirección de Salud, como productos almacenados en el suelo y pasillos obstruidos, cielos falsos dañados, filtraciones de agua que ponen en riesgo los insumos y problemas eléctricos. Además, señalaron la ausencia de un montacargas para transportar grandes volúmenes de insumos, lo que obliga a usar ascensores destinados al transporte de personas, afectando el flujo de pacientes.