La Nochebuena se llevó a un grande, a un amigo, un padre, un músico, periodista y fotógrafo que vivió sus últimos años en Coyhaique, dejando un legado en la cultura local a la que contribuyó en su diario vivir: José Miguel Albornoz Astete, el «Cote».
Cuando lo vi por primera vez, no podía creer cómo un joven tan delgado podía tener una voz tan potente y, a la vez, melódica. Corría el año 1996 en Valdivia, y en un gimnasio de Las Ánimas hacía su entrada en escena la legendaria banda del metal sureño: Victimized.
El Cote fue su vocalista, marcando la cultura del «trash» en el Chile de los 90 con una banda que se codeaba con insignias del metal chileno como Criminal, Undercroft, Slavery, entre otras.
Gran sorpresa fue que, al entrar a la carrera de periodismo en la Universidad Austral de Chile, encontrara como compañero de clase a quien era uno de los ídolos de la escena musical.
Ahí estaba el Cote, que, de ser un referente en la música, se convertiría en un gran amigo, de aquellos que, cuando tienes un problema en la vida, está ahí para tenderte una mano, darte la otra y ofrecerte un gran abrazo para salir adelante.
Una madrugada del 25 de diciembre del 2025 en un cometa se ha montado y ha emprendido viaje al cosmos para dejar su recuerdo en nuestros corazones.
Su partida ha sido sentida en la comunidad de Coyhaique.
El Cote trabajó por años como locutor y comunicador de la radio Genial y el diario El Divisadero de Coyhaique, «dejando una huella imborrable en el periodismo regional» según reflejan las letras del Diario Regional de Aysén.
“El cielo recibe a un tremendo amigo y notable profesional del periodismo. La huella del Cote vivirá en nuestra radio y en nuestros corazones”, dijeron desde Radio Genial.
“Agradecer por tu entrega, tu cariño, tu convicción por un periodismo democrático y responsable. También tus afectos como ser humano y compañero de trabajo”, señalaron desde El Divisadero.
Sentida ha sido su partida también entre su generación de compañeros de curso, la promoción 98, quienes le recuerdan con cariño.
José Miguel Albornoz Astete, fue también un fotógrafo que tras el lente y su atenta mirada dejó registros únicos de su entorno.
Esté con su compañera de vida, Claudia Bustamante, con sus hijos y familia: paz y fortaleza en el momento que un grande deja la vida terrenal para seguir vivo en nuestra memoria y corazones.
En tu memoria, querido Cote
Q.E.P.D
Bruno Sommer