De dónde sale la mano de obra barata que trabaja en las ferias, los mercados, los obreros en la construcción donde hay salarios precarios, el mínimo, aunque en honor a la verdad hay sueldos mejores pero esos son de los que han aprendido su oficio, pero la gran mayoría…….pobres. No es falso pensar que en Chile hay un sector social al que le interesa la mano de obra, desde allí nace su ganancia, la plusvalía como se llamaba antes.
Esta patria no es solo desigual en Santiago, en las zonas extremas, en el norte y el sur las diferencias de salarios son muy violentas, a lo que se le debe agregar un costo de la vida que es mayor, poca “oferta” educativa, y pocos centros educacionales.
No es la pasión por la ecología y el medio ambiente la que hace a los obreros agrícolas, y que son condenados a vivir en casas miserables Sabemos que en el campo chileno, en los pueblos perdidos, no hay clínicas privadas, ni colegios privados, por esos lados está el país real, la patria golpeada y pobre…….vulnerable, como le dicen por estos tiempos, también le dicen la gente.
En los campos de Chile no encontramos a los centros privados de salud. En los pueblos pequeños del sur o del norte no conocen la bandera pirata de Indisa, ni de la Clínica Alemana, Dávila o Tabancura. Todos a la salud pública atrasada en recursos, con largas listas de espera para meses y algo más. Los consultorios con olor a perro mojado, sin tener a quien reclamar.
Por arte de magia, la derecha RN/UDI/PIÑERA sale a levantar la bandera en defensa de los vulnerables. Los herederos de la dictadura defendiendo a los pobres y lanzando gritos que ellos representan a la clase media, con eso de que “se pueda elegir”, sabiendo que aquello es mentira. El que puede elegir es aquel que tiene dinero, así de sencillo…
Verbo Divino $400.000 pesos mensuales o Colegio Santa Ursula de Maipú $ 75.216. Siete grupos económicos repartidos en la Región Metropolitana, además se debe agregar que una inmensa mayoría estruja a los padres y apoderados, con libros que nacen de editoriales privadas, un festival de la ganancia……….sin gaviota.
La mano de obra barata, la que compra ropa usada en las ferias de las poblaciones, la que se viste con ropa interior de segunda mano, no son malos resultados Simce, es la pobreza que se arrastra desde hace decenios. Miles y miles que viven bajo los niveles de miseria. Los campamentos nacieron de familias sin nada, a los que no le quedó otra alternativa que colgarse de algún cerro.
Las poblaciones de todo Chile, a los campamentos no llegan ciudadanos de Las Condes o Vitacura, no son hijos del Verbo Divino, ni del Cordillera de las Condes o del Grange School, o del Instituto Alemán de Puerto Varas, los que habitan en las poblaciones son la evidencia de los milagros del modelo neoliberal por años arrastrados.
Y los pobres solos, abandonados por los dirigentes sindicales.
Abandono premeditado es aceptar encontrarse en abrazos en el ministerio, cuando se logra un salario mínimo que es una violenta bofetada a la miseria, a esa eterna condena de seguir en la misma población por años sin ver la luz al final del túnel, porque hay que decirlo.
Los actuales dirigentes de la CUT no representan a la vilipendiada clase trabajadora, ni menos a los más pobres. Los actuales dirigentes sindicales están en ese lugar para defender la política social de la NM, que en el fondo, en lo más puro de su alma, es la administración del neoliberalismo.
La principal dirigente de la CUT, militante comunista, manifiesta que su preocupación fundamental es hacer que el salario mínimo sea la alternativa para superar la pobreza. Dice que un salario mínimo será el peldaño de la escalera que llega al paraíso de la igualdad, ese lugar que donde debe existir en alguna esquina, aún no encontrada, para mejorar las condiciones de vida.
Un obrero sin calificación, recibirá $225.000 ahora, y el 18 meses más llegará a los $250.000, es decir con la lógica de la CUT, un obrero dará un salto de la pobreza a la clase media en 2016……milagro.
Hablemos de las mujeres, de sus condiciones de vida……precarias.
El 33.3 % en el año 2013, de esos empleos correspondieron a trabajo por cuenta propia, de pocas horas a la semana y de muy baja calificación, personal de servicio doméstico.
El 47.8 % de los empleos corresponde a empleos asalariados indirecto, es decir subcontratación. Una mujer contratada bajo esta forma gana menos de un 22% menos que un contrato directo. En Chile se registran 348.680 mujeres subempleadas que en promedio trabajan 3.3 horas diarias, 16.6 horas a la semana. Solo el 44.2% de las mujeres asalariadas entre 15 y 29 años tienen contrato indefinido con cotizaciones.
Este no es el país de hace 50 años. Es el Chile de hoy y con esta realidad, por mucho que quiera una mamá que trabaja bajo estas condiciones, no podrá enviar a su hijo y que sueña con llevarlo a un colegio subvencionado, no podrá pagar los $ 75.216 en el Santa Ursula de Maipú.
Chile es un país a poto pelao, con papel de diario en el baño, en el sector más grande de esta larga faja de tierra y donde se vive en las peores condiciones de vida, y basta otro ejemplo: en Las Conde y Vitacura hay 11.00 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, en Pudahuel o La Pintana, 0.8. y eso no es el mejor ejemplo de una ciudad democrática.
Pero hay que confiar en la siguiente generación seguirá tratando de correr el cerco para mejorar las condiciones de vida, ya que de eso se trata esta historia.