El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau anunció este lunes su dimisión como líder del Partido Liberal y su intención de dejar el cargo como primer ministro tras más de nueve años en el poder. El anuncio se produce en medio de una crisis política, con un Parlamento paralizado y el apoyo a su partido en mínimos históricos.
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Trudeau, quien asumió el liderazgo del Partido Liberal en 2013 y se convirtió en primer ministro en 2015, explicó durante una rueda de prensa que su decisión fue el resultado de una profunda reflexión durante las vacaciones y de conversaciones con su familia. «Ayer por la noche, durante la cena, comuniqué a mis hijos mi decisión», comentó el líder canadiense.
El líder liberal destacó que, a pesar de sus esfuerzos por superar la crisis política, el Parlamento canadiense ha estado «paralizado» durante meses, en lo que ha sido el período de sesiones en minoría más largo en la historia del país. Como medida inmediata, anunció que el Parlamento permanecerá cerrado hasta el 24 de marzo, una decisión que ha generado controversia, ya que evitará que los partidos de la oposición presenten una moción de censura contra su Gobierno en el corto plazo.
Trudeau justificó esta decisión con el apoyo de la gobernadora general, Mary Simon, quien actúa como jefa de Estado en representación del monarca británico. Según Trudeau, la parálisis del Parlamento justifica la prórroga de las sesiones hasta marzo, cuando los partidos opositores podrán presentar su moción de censura.
El anuncio de la dimisión de Trudeau llega en un contexto de caída libre en el apoyo al Partido Liberal. Un reciente sondeo de Angus Reid reveló que solo el 16 % de los canadienses respaldan al partido, el peor resultado en 157 años de historia. La popularidad del primer ministro también ha caído debido al aumento del costo de vida, la crisis de la vivienda y el incremento de la inmigración, temas que han generado descontento entre los votantes.
Trudeau señaló que su dimisión permitirá que el Partido Liberal elija un nuevo líder a través de un «sólido proceso competitivo a nivel nacional», y aseguró que se mantendrá en el cargo de forma provisional hasta que se elija a su sucesor. «Este país se merece una opción real en las próximas elecciones», dijo, en referencia a los comicios generales programados para octubre de este año.
En sus declaraciones, el primer ministro reconoció que, aunque es un «luchador», ha llegado a la conclusión de que no es la «mejor opción» para liderar al partido en las próximas elecciones. También expresó su esperanza de que su salida permita que la próxima contienda electoral sea menos divisiva.
Trudeau enumeró los logros de sus nueve años en el poder, destacando la reducción de la pobreza y sus políticas contra el cambio climático. Sin embargo, lamentó no haber podido reformar el sistema electoral para reducir la polarización política en Canadá.
El Partido Liberal, que había logrado recuperar el poder en 2015 tras una década de dominio del Partido Conservador, enfrenta ahora una situación difícil. Con un liderazgo en transición y un bajo nivel de apoyo popular, el futuro del partido y la próxima elección general son inciertos.
Trudeau, hijo del legendario primer ministro Pierre Trudeau, deja un legado mixto. Aunque fue inicialmente celebrado por devolver a Canadá a sus raíces liberales, su popularidad se desplomó en los últimos años, erosionada por problemas económicos y políticos. Ahora, con su salida, comienza una nueva etapa en la política canadiense, con un Partido Liberal en busca de un líder que pueda recuperar el apoyo de los votantes.
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