El derrumbe de Alemania

Alemania es un caso de estudio para develar la relación problemática entre una democracia liberal formal y su capacidad soberana real, situación en que han derivado varios países occidentales y que tensiona la densidad política del liberalismo actual.

El derrumbe de Alemania

Autor: El Ciudadano

Por Carlos Gutiérrez P.

Después de la catástrofe de la derrota de la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, los países occidentales triunfantes decidieron tomar varias precauciones para evitar el surgimiento de otra Alemania poderosa que tensionara a Europa y que fuera contrincante de los viejos imperios británico y francés, y para eso fijaron la repartición de las zonas de influencia, el control sobre la política y la economía, y la creación de la OTAN, que a su vez cumplía también con la misión de controlar a la Unión Soviética y los países de Europa del Este.

Esa nueva Europa continental quedaba bajo las pautas de Estados Unidos. Posteriormente fue el liderazgo del díscolo Charles de Gaulle quien buscó un cierto grado de autonomía y comienza una alianza con Alemania, que finalmente tuvo un camino inesperado ya que significó el nuevo empoderamiento del país más grande de la Europa occidental, que lo llevó a ser durante las primeras décadas del siglo XXI el “motor de la economía” y el centro de la conducción de la Unión Europea, una vez finalizado el proceso de unificación de las dos alemanias y bajo los cuatro períodos consecutivos del gobierno de Angela Merkel.

Ese eje europeo es el que ha comenzado a derrumbarse estrepitosamente, debido a la falta de soberanía frente a Estados Unidos (el cual mantiene 17 bases militares en territorio alemán), quizás bajo una de las peores conducciones políticas desde la Segunda Guerra Mundial en la persona del socialdemócrata Olaf Scholz, que ha perdido orientación política por su enconado apoyo a los gobiernos genocidas de Israel y de Ucrania, y que ha roto el espinazo económico de su país, por la pérdida de insumos energéticos baratos y seguros que provenían desde Rusia. Quizás el ejemplo más notable al respecto, y que seguramente quedará en los anales de la historia contemporánea, fue el acto terrorista de sabotaje al gasoducto Nord Stream por parte de sus mismos socios.

Alemania es un caso de estudio para develar la relación problemática entre una democracia liberal formal y su capacidad soberana real, situación en que han derivado varios países occidentales y que tensiona la densidad política del liberalismo actual.

Hoy deben vivir cabalgando junto a los llamados cuatro jinetes del apocalipsis económico: éxodo de la gran industria; el rápido deterioro demográfico; el desmoronamiento de la infraestructura y la falta de innovación.

La tradicional y prestigiosa industria automotriz alemana es el mejor ejemplo de la crisis actual.

  • La producción industrial sigue a la baja, desde junio el indicador cayó un 2,4 % resultando peor de lo que esperaba el gobierno y uno de sus factores claves es la industria automotriz.
  • VolksWagen podría despedir a 30.000 puestos de trabajo: despidos afectarán a planta Wolfsburg, empresas de Emden, Osnabrûck y Salzgitter de componentes, y deberán tomar otras medidas de austeridad teniendo en cuenta su situación financiera. La presidenta del Comité de empresas del Grupo, Daniela Cavallo, el 28 de octubre afirmó que se ha informado a los empleados de los planes de cierre. Estas medidas le van a costar miles de millones de euros a fin de año.
  • VW busca ahorrar 10.000 millones de euros hasta 2026, para aumentar la competitividad, y para eso necesita recortar 120.000 puestos de trabajo.
  • La ciudad de Wolfsburgo vive de la VW, son 60.000 personas posibles desempleadas, la mitad de la población. Capital automovilística y una de las ciudades industriales más ricas.
  • Según Deutsche Welle desde el 2 de diciembre miles de trabajadores de VW se declaran en huelga por todo el país, en 9 de las 10 plantas, los paros serán de dos horas en horarios de mañana y tarde. Ese mismo día en Berlín fueron incendiados 16 camiones de transporte.
  • El jefe de la VW, Oliver Blume, afirmó que la industria automovilística se encuentra en una situación difícil y grave. La empresa pondrá fin a la seguridad laboral que está vigente desde 1994. Alemania está cada vez más atrasada en competitividad.
  • La empresa BMW también está con problemas de venta y suspendió por días (12 de septiembre) la producción en su fábrica de Dingolfing, debido a que las ventas en China han caído, debido a la preferencia de compra de autos nacionales.
  • La automotriz Ford planea recortar 3.000 empleos en Alemania, para ir reduciendo paulatinamente los 28.000 que actualmente brinda en toda Europa el 2028, afirmó el director general Marcus Wassenberg.
  • La crisis del automóvil se nota en que la baja demanda es catastrófica, y en la ciudad de Essen se aparcan 6.000 autos que no se han ocupado en un año.
  • En agosto del 2024 las ventas de autos eléctricos cayeron un 69 %, lo que provocó un descenso en la venta total de automóviles en toda Europa.
  • La empresa Michelin cierra su fábrica en Alemania y despide a 1.500 trabajadores. Continental, proveedor de componentes para automóviles detendrá su producción y eliminará 7.000 puestos de trabajo.
  • El proveedor de componentes para la industria automotriz, Bosch, ha proyectado una caída de sus ingresos y deja abierta la posibilidad de nuevos despidos, que se sumarían a los ya anunciados de 3.800 en Alemania. Un portavoz de la empresa ha dicho que “La industria automotriz sufre un exceso de capacidad significativo. La competencia y la presión sobre los precios ha seguido intensificándose”. Realizará reducciones de la jornada laboral a 35 horas, lo que significará pérdidas salariales de un 14 %. Alrededor de 4.500 puestos de trabajo en los sectores de software, hardware y asistencia a la conducción están en la lista de cancelación, la mayoría de la región de Stuttgart, por eso los ingenieros y otros profesionales del área se están sumando por primera vez a las movilizaciones de los sindicatos.
  • La empresa multinacional Audi, planea despedir a 4.500 trabajadores según una noticia del periódico Manager-Magazin del 7 de noviembre. A fines de octubre el periódico Bild anunció que la empresa dejará de producir autos eléctricos en Bruselas a finales de febrero de 2025 y despedirá a los trabajadores a fines de ese año.
  • La empresa Meyer Werft que, con sus dificultades económicas de liquidez por tres mil millones de euros, tiene considerado realizar despidos masivos y cerrar plantas por primera vez en 87 años, por lo menos una planta de coches y otra de componentes.
  • La empresa Gerhardi Kunststofftechnik GmbH cayó en quiebra. Fue fundada en 1796, y era un proveedor clave de Mercedes Benz. Al aumento de los costes de producción se han unido una fuerte caída de la demanda y el auge de China. Quedaron en el aire 1.500 trabajadores.

La realidad de esta industria en particular, vital para Alemania, está en el marco del descenso debido a la recesión general de la economía, con un fuerte aumento del costo de la vida y que repercutirá en el PIB que tenderá a caer más de lo esperado por los expertos.

Actualmente se cifra en 2,8 millones los alemanes desempleados y, aun así, por las proyecciones problemáticas en su demografía buscan desesperadamente regular un flujo migratorio para ocupar áreas económicas determinadas.

Han llegado a un acuerdo laboral con Kenia, entre los líderes Scholz y William Ruto, que permite aceptar a 250.000 trabajadores kenianos calificados y semi calificados. Asimismo, el 17 de septiembre, el canciller alemán completó una gira de tres días por Asia Central, centrándose en Uzbekistán y Kazajstán. En Samarcanda las partes firmaron varios documentos, prestando especial atención al acuerdo sobre migración. Se denomina en su totalidad “Acuerdo Integral de Asociación en Materia de Migración y Movilidad”. Con su ayuda, Alemania espera atraer “trabajadores calificados” desde Uzbekistán.

Otros ejemplos de este declive económico se ven también reflejados en áreas tradicionales de la potencia económica alemana:

  • En septiembre, el Estado alemán dijo que no participaría del rescate de la empresa siderúrgica Thyssenkrupp que está en grave crisis de liderazgo. Anunció un plan para eliminar 11.000 puestos de trabajo hasta el 2030 y reducir la producción de acero de 11,5 millones de toneladas a 8,7 millones de toneladas. El año 2023 tuvo pérdidas por 1.600 millones de dólares.
  • El operador ferroviario alemán Deutsche Bahn se dispone a despedir al 9 % de su plantilla, después de que las pérdidas netas interanuales se multiplicaron por 16 en el primer semestre de 2024.
  • Según el diario Bild del 1 de octubre, los agricultores están al borde de la ruina. El agricultor alemán Frank Wullekopf dice: Estamos vendiendo nuestro trigo, que producimos según los más altos estándares alemanes. Al mismo tiempo se bombea trigo al país desde Ucrania, que no está obligada a demostrar la cantidad de pesticidas o fertilizantes”.

El año 2022, producto de las sanciones a Rusia, la tonelada de trigo subió de 287 euros a 435. Ahora ha bajado a 200 euros y la tendencia sigue a la baja. “El trigo barato y sin control procedente de Ucrania está inundando nuestros mercados”.

  • La empresa SAP (fabricante de software, multinacional de ingeniería y tecnología), hará recortes de personal de hasta 10.000 trabajadores. En 2024 cosecharon menos beneficios que el año anterior, y apenas podrían llegar a un 4 % para el 2026.
  • La empresa de electrodomésticos Miele traslada parte de su producción a Polonia y despedirá a 1.300 trabajadores paulatinamente.
  • Según el diario Bild, una de las cervecerías más antiguas con más de 334 años (de 1690) de Baviera, Schlössle-Bier, cerrará debido a las pérdidas.
  • Por primera vez en 20 años sufren de déficit energético y tienen que importar desde Francia. El cierre de las plantas nucleares y la pérdida del gas barato están pasando la cuenta.

Toda esta realidad la han reflejado muy bien los líderes económicos del país, que han señalado que la industria lleva más de dos años reduciéndose gradualmente y que estas han buscado su refugio en Estados Unidos, quien les ofrece mejores condiciones para la competitividad.

  • El 9 de octubre, el ministro de economía Robert Habeck, anunció que se espera que la economía se contraiga 0,2 % este año, por debajo de los pronósticos anteriores de un crecimiento de 0,3 %, marcando el segundo año consecutivo de contracción.

Las dificultades en el sector manufacturero y la competencia global, especialmente con China, ponen de relieve los problemas estructurales.

  • Hartmut Jenner, CEO de la empresa Kärcher y ganador del German Leadership Award, afirmó que Alemania ya no es competitiva debido a varios factores, entre ellas que concentró su modelo de crecimiento en el barato gas natural ruso. Hasta que Estados Unidos les ordenó que renunciaran a este debido al conflicto en Ucrania.
  • El informe de diciembre del Instituto para la investigación económica de la Universidad de Münich hace una previsión muy pesimista sobre el desarrollo de la economía: “La debilidad de la economía alemana se ha vuelto crónica”. El índice de clima empresarial ha descendido a 84,7 puntos, la crisis más profunda desde el Covid.
  • La candidata Alice Weidel, del partido ultraderechista Alternativa para Alemania, afirmó en una conferencia de prensa: “BMW, Mercedes, VW. Casi todos ellos ya se encuentran en Estados Unidos ¿Y sabes por qué? Debido a los altos precios de la energía en Alemania. Necesitamos volver a una energía barata y fiable. De lo contrario, todas nuestras empresas quebrarán o se irán al extranjero”.
  • En una entrevista a Bild, el 15 de diciembre, el ministro de Economía Robert Habeck declaró que “En cualquier caso, nuestro modelo empresarial está realmente acorralado”, a propósito de no tener acceso al gas ruso.

Sin lugar a dudas que esta crisis económica tiene sus efectos en la política, y particularmente por la conducción del canciller Olaf Scholz, que tiene metido al país en dos guerras: es el principal donante de armas a Ucrania después de Estados Unidos, acompañado de una fuerte retórica anti rusa; y también es uno de los principales sostenedores del genocida primer ministro israelí Netanyahu, llegando incluso a cuestionar la decisión de la CPI sobre su captura internacional. Todo esto a pesar de tener una fuerte opinión y movilización pública por una postura de defensa del derecho palestino a su existencia como Estado y nación. Desde el 7 de octubre de 2023 se viven manifestaciones semanales contra el genocidio con brutales represiones. Se enfrenta a las comunidades de afganos con la deportación y amenaza con arrebatarles la ciudadanía a los partidarios de Palestina.

La tensión social también adquiere caracteres especiales, como fueron los disturbios en la noche nueva en la ciudad de Berlín. 15 policías heridos, cinco muertos y 390 detenidos, bombas caseras detonadas por inmigrantes, con muchos daños materiales.

El informe de noviembre de 2024 del Instituto de Economía de Kiel (IFW) afirma que Alemania destina en promedio el 0,1 % del PIB para apoyar a Ucrania. Si Kiev es derrotado, estos costos aumentarán entre 10 y 20 veces debido a la afluencia de refugiados adicionales (estimados entre 1,9 y 3,8 millones de personas. Actualmente, son 1.235.000), lo que aumentará los costos sociales. Un informe del diario The Guardian sobre una encuesta de YouGov del 26 de diciembre dice que la proporción de la población que apoya a Ucrania cayó desde 45 % en febrero de 2023 al 28 % en diciembre de 2024.

Todo este financiamiento público contrasta con necesidades vitales para su pueblo. Tiene escasez de profesionales en salud, miles de consultorios están cerrando; carencia de miles de jardines infantiles; y el servicio de ferrocarriles es tratado como vergüenza nacional debido a sus retrasos generalizados. El sistema de educación tiene un déficit de 68.000 millones de euros según el Sindicato de Educación y Ciencia. El 11 de noviembre en un debate público, la ministra de Exterior Annalena Baerbock reconoció que financiar la guerra en Ucrania le costó al país disminuir la inversión en el propio país, así como disminuir los aportes a educación, guarderías infantiles, transporte y gasto social.

Ya la crisis política venía desde la derrota en las elecciones estaduales y en la elección de parlamentarios a la Unión Europea. Durante agosto se realizaron elecciones en Turingia que fueron ganadas por el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania, con el 30,5 % de los votos, donde el SPD de Scholz sacó apenas un 7%; en Sajonia la CDU ganó con 31,5 % y SPD obtuvo un 8,5 %. Esto llevó a la crisis de la coalición de gobierno, llamado el semáforo. Últimos fueron los Verdes y los Demócratas Liberales.

El 24 de octubre se dio a conocer una encuesta realizada por encargo del Consorcio de Instituciones Públicas de Radiodifusión que muestra una caída permanente desde marzo de 2022 con un 55 %, llegando a octubre de 2024 a 14 % de apoyo al gobierno. El 54 % de la población está por elecciones parlamentarias anticipadas. Si las elecciones se hubieran realizado el domingo 20, la coalición de gobierno las habría perdido.

El 5 de noviembre fue destituido el ministro de Finanzas, Christian Lindner, líder del Partido Democrático Libre (FDP), uno de los tres de la coalición. Se le acusa de bloquear leyes importantes, explotó la política partidista y socavó su credibilidad. Junto con este, abandonaron el gobierno los ministros de Transporte, Justicia y Educación. Las diferencias claves en política climática, el gasto presupuestario y las reformas militares terminó por acabar con la coalición Semáforo.

Si Alternativa para Alemania gana las elecciones generales, el país abandonará la UE, el Acuerdo Climático de París y el Euro como divisa, y reparará el gasoducto Nord Stream. La idea es crear un nuevo bloque comunitario.

Esto llevó a que el canciller perdiera el voto de confianza del Parlamento por 394 en contra, 207 de apoyo, y 116 que se abstuvieron. El mismo día 16 de diciembre le propuso al presidente Frank-Walter Steinmeier disolver el Bundestag. Las nuevas elecciones se fijaron para el 23 de febrero de 2025. Según encuestas, ha sido el canciller más impopular en los últimos 25 años, donde cuatro de cada cinco alemanes están descontentos con su gestión.

Según el Instituto de Investigación INSA, en una encuesta de los días 18 y 19 de diciembre, pronosticó que los resultados electorales parlamentarios serían: Weidel (AFD) 24 %; Merz (CDU) 20 %; Scholz (SPD) 15 %; Habeck (Grüne) 14 %.

A propósito de tanta preocupación europea por el intervencionismo electoral, en una columna de Elon Musk en el diario Welt am Sonntag del 29 de diciembre, señala el colapso económico y cultural, una economía sumida en la burocracia y en reglas asfixiantes, critica la política migratoria y energética de la actual dirección política alemana, y, por lo tanto, concluye que la mejor respuesta a estos problemas está en el programa de gobierno de Alternativa para Alemania, el partido de ultraderecha.

También es sintomático que los canales de televisión estatales ARD y ZDF en una censura muy particular decidieron no invitar a la candidata de Alternativa para Alemania, Alice Weidel, a los debates públicos del 9 de febrero, preámbulo de las elecciones del 23.

Por ahora es difícil saber con certeza cuánto del plan por derrotar estratégicamente a Rusia con la guerra en Ucrania que diseñaron Gran Bretaña y Estados Unidos, consideraba también un golpe colateral al dominio alemán de Europa, que se había transformado en un colaborador muy estrecho con Rusia por las mutuas ventajas y ganancias que obtenían, y con ello evitar a mediano plazo que se erigiese como un actor con suficiente autonomía que lograse ser efectivamente un centro con política propia, que configuraran conjuntamente una nueva Eurasia.

Al parecer, las decadentes economías de Gran Bretaña y Estados Unidos necesitaban deshacer esa conexión virtuosa, para recuperar el control de la Unión Europea y mantenerla bajo el dominio de la visión anglosajona del mundo. Aun con el comportamiento tan anti ruso del actual canciller, que le ha llevado incluso a dejar bastante disminuida las propias capacidades de defensa, el presidente ruso Vladimir Putin ha dicho tener confianza que los lazos mutuamente beneficiosos volverán a reconstruirse con Alemania, pensando estratégicamente en esa conexión bajo nuevas condiciones geopolíticas.

Por Carlos Gutiérrez P.

Carta Geopolítica 30, 7 de enero de 2025.

Centro de Estudios Estratégicos de Chile – CEECH – [email protected]

Fuente imagen


Las expresiones emitidas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.

Sigue leyendo:


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano