La cereza chilena es cada vez más apreciada en China, como una fruta exótica que está ganando popularidad en el país asiático, especialmente con el acercamiento del Año Nuevo chino, que este 2025 cae el 29 de enero.
Este auge en su consumo no es casualidad, ya que la fruta ha logrado posicionarse como un símbolo de buena suerte, prosperidad y felicidad, valores que se celebran durante la Fiesta de la Primavera.
Las cerezas importadas, principalmente desde Chile, uno de los principales exportadores de esta fruta en el hemisferio sur, han llegado en masa a los puertos chinos en las últimas semanas.
Esta fruta, que se ha convertido en un verdadero lujo en el mercado chino, llena los estantes de los mercados con su vibrante color rojo, el cual es considerado un augurio de prosperidad para el año que comienza. En este sentido, las cerezas se han transformado en un obsequio tradicional y muy valorado durante las celebraciones del Año Nuevo lunar.
En Beijing, la capital de China, varias tiendas especializadas en frutas han adaptado sus espacios para resaltar la cereza como protagonista de la temporada.
Un ejemplo claro de esto es el establecimiento de la cadena Guoduomei en el distrito de Chaoyang, donde las cerezas se exhiben en elegantes cajas de regalo, cuidadosamente decoradas con símbolos tradicionales como faroles rojos y flores de ciruelo. Según Cao Yanpeng, vicepresidente de compras de frutas frescas de Guoduomei, «Desde que las cerezas llegaron, las ventas han sido excepcionales, lo que refleja la creciente demanda de este producto en estas fechas».
Un residente de Beijing, identificado como Zhou, recientemente adquirió una caja de 2,5 kilos de cerezas de la variedad 3J. “En los últimos años, las cerezas se han convertido en un artículo indispensable en nuestras compras para el Año Nuevo. Son grandes, jugosas y su intenso color rojo es perfecto para las festividades. Además, su sabor dulce es el toque ideal para acompañar las celebraciones», comenta.
Este fenómeno no solo es reciente, ya que el consumo de cerezas chilenas ha aumentado en los últimos años debido a la coincidencia de la temporada de cosecha en Chile con el inicio del Año Nuevo lunar. La fruta llega fresca, justo cuando los hogares chinos se preparan para recibir el nuevo ciclo, y su color rojo brillante refuerza la tradición de rodearse de buenos augurios y felicidad. A lo largo de los años, este pequeño fruto ha trascendido su simple rol de fruta exótica para convertirse en un símbolo de la prosperidad que se desea para el año que comienza.
Este fenómeno refleja una tendencia creciente en China de adoptar productos importados de alta calidad como parte de las costumbres festivas, lo que no solo beneficia a los consumidores chinos, sino también a los productores extranjeros, quienes encuentran en este mercado una oportunidad estratégica para expandir su presencia en Asia.
El Ciudadano/Xinhua