En este instante donde la intención es reformar la Educación para alcanzar Calidad en los resultados, se hace necesario afinar, precisar, ¿cual es el producto que perseguimos?, ¿a quien estamos pretendiendo formar?, y ¿quienes somos los que pretendemos tener algo que ofrecer?.
La matriz educativa vigente no se encuentra habilitada para recibir, para acoger la plenitud de los niños que vienen llegando en estos tiempos a la existencia. Cuando en las experiencias realizadas en sistemas educativos en nuestro País se ha incluido el cultivo de atributos meta, impregnando el proceso formativo con cualidades sutiles, la respuesta ha sido sorprendente generando conciencia en los equipos profesionales, proponiendoles ajustes que trascienden la contingencia laboral, para instalarse esencialmente en el Como experimentan sus vidas.
Por esta vía se ha conseguido trascender manifestaciones de desgaste laboral en los responsables (disminución en las licencias médicas) y lo mas relevante: se pudo trascender las manifestaciones presentes en algunos niños, por efecto de la imposición de una conciencia insuficientemente inclusiva, diagnosticados de trastorno de la atención. El sistema se perturba con la plenitud, que al ser rechazada desde la autoridad que ejerce poder, se canaliza disfuncionalmente, y como reacción con el afán de controlar, se usa y abusa de prescripciones de Ritalin
Los Profesores, los Apoderados, los responsables en educación debemos asumir nuestra condición de tales y reconocer el impacto que tiene en nuestra comprensión, en nuestros proyectos de vida semejante recreación. La linea, el eje es la vida espiritual, que cuando realizada armoniza la relación con la dimensión material de nuestra vida.
Entendemos que asustan estos contenidos, pero es que se trata de fisiología esencial humana, de conocimiento científico actualizado, contemporáneo, aplicado a la educación, a la convivencia, se trata de la urgencia de alcanzar saltos trascendentes tambien en Salud, en la vida de toda la Cultura.
Resulta tan significativo para todos que en Educación y en otros servicios del Estado -Justicia, Vivienda, Economía, Medio Ambiente- se inicien procesos de transformación evolutiva, donde el principio se vincule a la inclusión de la realidad espiritual que en tanto así sea, habrá de recrear comprensiones sobre todo, enriqueciendo sus esfuerzos mas allá de sus especificidades, pues se refieren a ajustes epistemológicos, sobre el Como.
La identidad esencial abordada eclécticamente como eje de los programas formativos para garantizar la calidad.
Con certeza las condiciones actuales, el desequilibrio reinante debe atenderse, sin embargo, si de calidad se trata, primero los ajustes esenciales, los toques sutiles para precipitar el salto evolutivo, y habiendo recreado, comprendido desde otra jerarquía de observación el desafío, administraremos la realidad, pero una donde nosotros habremos enriquecido nuestra aproximación al Todo, el que cuando nosotros así expandidos, se nos ofrece habitualmente generoso y sorprendente.
El profesor asumido en su condición espiritual, recrea su rol, comprende mejor su obligación y la exigencia que recae sobre él.
En este instante evolutivo, todo Profesor debe ser un Maestro, debe dar testimonio con su vida de una esperanza, de un camino, y se le deben procurar las condiciones. La matriz educativa, el sistema todo, lo debe respetar en su dignidad. El maestro enseña a administrar la realidad, debe exigirse por tanto eficiencia, inteligencia, consecuencia, trabajar sobre su Conciencia; debe mantenerse atento, despierto, no puede pretender dormido ejercer poder con influencia sobre los niños, jóvenes y sus familias, no tendrá la autoridad, no tendrá nada importante que compartir.
La sabiduría y la delicadeza en el cuidado de lo que realmente es la vida, es imprescindible en un Profesor. Debería estar capacitado para poder influenciar a las familias, conducirlas hacia la armonía, a propósito de la concertación necesaria para formar a los hijos de todos.
Sin embargo hoy día, el Espíritu se desconoce y desprecia en la responsabilidad educativa, lo que hay hoy día en general no Es, es mas de lo mismo, pensar en la vida.
Cuando el Espíritu esta despierto, se siente la incertidumbre de la existencia, vamos siendo, y en este escenario brota: el Amor, la Contemplación de la existencia, el Agradecimiento, la Plenitud y la Armonía, que son susceptibles de ser experimentadas de modo paulatino según los méritos.
En síntesis, sin identidad esencial, sin una noción actualizada, evolucionada de la condición humana, no habrá calidad en Educación, por mas que se alcancen ajustes en el plano material de los procesos.
La riqueza verdadera, la calidad CALIDAD, surge cuando la conciencia del sistema se habilitó para percibir como natural la profundidad de la vida humana, que es donde nos podemos sentir dignos y unidos.