En medio de las esquirlas que dejó la reciente aprobación en el Senado de la reforma de pensiones, los focos principales han estado puestos en la seguidilla de recriminaciones cruzadas entre Chile Vamos y el Partido Republicano. Algo que ha pasado más desapercibido -aunque la división parece ser igual o más profunda- es el conflicto que está teniendo al interior de Demócratas, la tienda liderada por la senadora Ximena Rincón.
Rincón fue una de los tres parlamentarios de la Cámara Alta que optaron por no votar la reforma de pensiones, junto con Fabiola Campillai (Ind.) y Juan Castro (Partido Social Cristiano). Su postura no sorprendió, ya que en los días previos había manifestado reparos hacia el proyecto de ley, asegurando que no sería «cómplice» de aprobar un «transantiago previsional».
«El Gobierno no quiere que miremos bien la reforma. Está llena de trampas (…) No me pidan que de mi voto a algo que claramente está mal diseñado», manifestó la senadora a inicios de la semana.
Los dichos de Rincón en contra de la reforma le valieron un enfrentamiento en Twitter con el senador Iván Moreira (UDI), quien le señaló que «sostener que nos hicieron trampa Gabriel Boric, Jeannette Jara, Mario Marcel, que no sabemos qué vamos a votar el lunes, es un agravio gratuito, es subestimarnos».
Lejos de intentar calmar las aguas, la presidenta de Demócratas levantó el tono y acusó a Moreira de no tener comprensión lectora: «Sería bueno que leas con detención mis palabras. Yo no dije que les hicieron trampa, dije que la reforma tiene trampas. Ahora si ese es el estándar de la lectura que le darás a las aproximadamente 700 páginas, tenemos un gran problema», espetó la senadora.
Nuevo quiebre en Demócratas
Finalmente, Rincón cumplió su palabra y no emitió su voto, pese a estar presente en la sala durante la sesión. De hecho, la parlamentaria hizo uso de sus minutos reglamentarios para lanzar un duro discurso contra el Gobierno, llamando a los jubilados a responsabilizar a la actual administración de las eventuales consecuencias negativas que podría tener la reforma.
«A los que se jubilen en los próximos años y que se traspasarán a los fondos generacionales: no olviden este día. No olviden al presidente si se ven perjudicados (…) Los que hoy gobiernan, refugiados en un think tank o en fundaciones, seguramente le echarán la culpa al emprenderado, al sistema neoliberal perverso, a la responsabilidad de todos, menos a los que pusieron esto en la norma», declaró Rincón durante su intervención.
La posición de Rincón no solo generó molestia en la derecha, que sí concurrió mayoritariamente al acuerdo, sino que agravó el quiebre con el vicepresidente de Demócratas, el senador Matías Walker, quien también votó a favor de la reforma previsional.
«Me habría gustado que (Ximena Rincón) se sumara a este acuerdo amplio, lo propio de un partido de centro es respaldar los acuerdos. No es la primera diferencia que tengo con la senadora Rincón en materia de pensiones», declaró Walker al día siguiente en entrevista con La Tercera.
Respecto a la derechización que ha experimentado Demócratas en los últimos meses, Walker señaló que «hay muchos militantes que me comentan que sienten que -a veces- Chile Vamos está más al centro, es algo que tenemos que revisar. Yo ingresé a un partido de centro, voy a seguir con mis votos y mis propuestas, siendo consistente con lo que considero debe ser el rol de un partido de centro».
Una relación difícil
Esta no es la primera vez que Rincón y Walker terminan en veredas opuestas: en noviembre de 2024, durante la campaña de segunda vuelta de la elección de Gobernadores Regionales, Walker expresó públicamente su apoyo a Claudio Orrego en la Región Metropolitana, contraviniendo la decisión de su partido, que decidió institucionalmente respaldar a Francisco Orrego.
Un par de días después de las declaraciones de Walker, se filtraron las conversaciones que tuvo la directiva de Demócratas en un grupo de WhatsApp, quedando expuesta la fractura que existía entre Ximena Rincón y el vicepresidente del Senado: «Estoy muy, muy molesta. Esto NO se hace. ¡No si queremos guardar y cuidar este proyecto!«, expresó la parlamentaria.
Gabriel Alemparte, vicepresidente de Demócratas, se alineó con Rincón y también arremetió crontra Walker: «¿Cuál es el afán de hacer lo que se quiere y dejar esta confusión y despelote gratuitamente? (…). Usted (Walker), con mucho respeto, no tiene ninguna capacidad de respetar a la mayoría», escribió.
Si bien las diferencias entre ambos senadores son públicas desde entonces, este martes Walker adelantó que el endurecimiento de Rincón podría llevarlo a abandonar la vicepresidencia del partido:
«Voy a entrar en un proceso de reflexión, quiero conversar con los diputados y con muchos militantes a los que invité a formar parte de Demócratas, sobre si tiene sentido que yo siga en la directiva con este nivel de discrepancias que hemos tenido», anunció.