POR FERNANDO LEAL, ABOGADO Y EXPERTO EN DERECHOS HUMANOS
Tomás Mosciatti de Radio Bio Bio, el 16 de febrero de 2024, en su medio emitía un ataque directo y frontal al juez Daniel Urrutia Laubreaux, en donde catalogaba al magistrado como un peligro para la seguridad del país, señalando: “Mira, uno tiene el derecho a preguntarse si el juez Urrutia, él no se ha convertido en un problema para la seguridad del país, él con sus decisiones y con su visión de lo que debe ser la justicia”. “Cuando había prisión preventiva para personas detenidas después del estallido social, los de la primera línea, él consideraba que esas prisiones eran por razones políticas y no delictuales, imagínense, medio país quemado y el juez Urrutia decía esto es político. Con este juez hay un problema, un problema serio, para algunos un juez totalmente ideologizado, absolutamente..”.
Las palabras de Mosciatti, catalogando a un juez de peligro para la seguridad del país, buscaban en forma evidente su sanción.
Con dicha «arenga», el medio (denunciado en el pasado como autor de prácticas antisindicales y violaciones a la libre competencia) fue quien exhortó abierta y públicamente la sanción del juez, con la correspondiente violación de Tratados y Fallos Internacionales, de lo que da cuenta el reciente «Traslado» que recibió el Estado de Chile por parte del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, donde se le requiere una respuesta por la respectiva Denuncia Internacional en el caso “Primera Línea” que involucra al mencionado juez, respecto de la cual obviamente se concluyó la violación de Tratados y Fallos Internacionales (de lo contrario conforme al reglamento de la Comisión I.D.H., el S.I.D.H. no habría sometido a Trámite la Denuncia).
Ahora bien, dicha Denuncia Internacional, dará lugar al pago de indemnizaciones por el Estado, ya sea en la recién abierta etapa de «Solución Amistosa» o en una eventual «Condena Internacional» (Las indemnizaciones se pagan con el Erario Público, el cual se sustenta con los impuestos que pagan todos los chilenos).
Luego la pregunta es: ¿Radio Bio Bio se hará responsable de sus actos, haciendo una declaración, anunciando su CUANTIOSO APORTE MONETARIO para pagar las indemnizaciones producto de la exhortación pública que realizó?
¿O al menos, Radio Bio Bio emitirá una declaración pública, donde verdaderamente reconozca su error y se comprometa en el futuro a desempeñarse como un medio de prensa objetivo y no como lo hacen los «meros» operadores políticos?
Como reza el viejo Adagio «El PRESTIGIO crece como una PALMERA y se cae como un COCO».