Una invasión que amenaza el corazón marino de la Patagonia
La anémona invasora Metridium senile, originaria del Atlántico Norte, está transformando silenciosamente los ecosistemas marinos de la Patagonia chilena. Especies locales como los erizos rojos (Loxechinus albus) y los picorocos (Austromegabalanus psittacus), fundamentales para la biodiversidad y la economía local, están siendo desplazadas por esta especie, cuya expansión ha sido facilitada en gran parte por la acuicultura desregulada.
Este fenómeno fue documentado recientemente por una expedición de Filantropía Cortés Solari, a través de su Fundación MERI, en la reserva marina Melimoyu, ubicada en la Patagonia Norte (Región de Aysén). Según el investigador Alejandro Pérez Matus, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, la situación es alarmante: «Hoy ocupa grandes áreas de sustrato bentónico, desplazando especies importantes de interés comercial como el erizo rojo. En algunos puntos cubre casi el 100% del fondo rocoso y es particularmente abundante entre los 5 y 15 metros de profundidad en este canal. Esto afecta gravemente a las comunidades bentónicas y transforma hábitats previamente dominados por invertebrados nativos”, afirmó.
![anémona invasora Patagonia](https://www.elciudadano.com/wp-content/uploads/2025/02/anemona-invasora-Patagonia.jpg)
La invasión de la anémona no solo transforma los hábitats marinos, sino que amenaza la estabilidad de comunidades bentónicas enteras. Debido a su capacidad de reproducción asexual y su resistencia a distintas condiciones ambientales, esta especie puede colonizar rápidamente nuevos territorios.
El rol de la acuicultura: vector de expansión
Uno de los factores clave que han impulsado la propagación de la anémona es la falta de regulaciones estrictas en el sector de la acuicultura, especialmente en el transporte y cosecha de choritos (Mytilus chilensis).
Según explica Pérez Matus, el transporte de choritos ha facilitado la expansión de Metridium senile, proporcionando vectores para su dispersión y liberando sustrato disponible tras la cosecha de bivalvos. Además, los cambios ambientales globales, como el aumento de la temperatura y la disminución de oxígeno disuelto, podrían estar creando condiciones más favorables para su establecimiento.
“Es urgente implementar planes de monitoreo y regulaciones en la acuicultura para controlar su expansión y reducir su impacto en la biodiversidad marina de la Patagonia”, enfatiza el investigador, quien lideró la expedición.
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Impacto ecológico: un ecosistema en crisis
El ecosistema de los fiordos patagónicos es particularmente vulnerable a la introducción de especies invasoras. La anémona Metridium senile, altamente tolerante a variaciones en temperatura, salinidad y oxígeno, ha encontrado en estos entornos el espacio ideal para expandirse.
Sus efectos son devastadores:
- Desplazamiento de especies sésiles nativas como corales y esponjas.
- Pérdida de biodiversidad y transformación de hábitats marinos.
- Afectación de comunidades locales que dependen de especies comerciales como el erizo y el picoroco.
“Su capacidad de reproducción y su resistencia a diferentes condiciones ambientales la convierten en una amenaza seria para la biodiversidad marina”, advirtió Pérez Matus.
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Un llamado urgente a la acción
La Fundación MERI, a través de su presidenta ejecutiva, Francisca Cortés Solari, advirtió que los hallazgos deben interpretarse como una alerta crítica para la conservación de los ecosistemas marinos de la Patagonia.
«Esta información es muy preocupante. Se trata de una alerta que nos llama a profundizar y mantener el monitoreo de esta zona, de gran riqueza en biodiversidad y ecológica”, afirmó Francisca Cortés Solari.
Desde hace más de cinco años, la fundación ha trabajado en el registro de especies bentónicas y corales de la Patagonia Norte. Sin embargo, los nuevos descubrimientos revelan que es necesario redoblar los esfuerzos de investigación y establecer planes de monitoreo más rigurosos.
Por ello, Cortés Solari subraya la urgencia de realizar más investigaciones para identificar las amenazas específicas que enfrentan los ecosistemas y comprender a fondo los mecanismos que facilitan la introducción y expansión de especies invasoras, las cuales podrían provocar daños irreparables en los ecosistemas marinos y afectar gravemente a las comunidades que dependen de ellos.