Tras más de dos años prófugo, el acusado fue detenido en Estados Unidos y deportado a México gracias a la colaboración entre la Fiscalía General de la República (FGR) y las autoridades estadounidenses. Su llegada al país se registró en la frontera de Tijuana, Baja California, donde fue entregado a las autoridades mexicanas para su traslado a Chiapas, donde enfrentará cargos por feminicidio.
Daniela Toledo Ocampo, de 22 años, era Médica Interna de Pregrado en el Hospital de la Mujer de San Cristóbal de las Casas. Su asesinato, ocurrido en diciembre de 2021, sacudió a la comunidad. Su cuerpo fue encontrado en su departamento con signos de violencia y estrangulamiento. El crimen no solo indignó a su familia y amigos, sino que movilizó a organizaciones feministas y a la comunidad médica, quienes exigieron justicia en un estado donde los feminicidios han ido en aumento.
En 2021, Chiapas registró 46 asesinatos de mujeres, de los cuales solo 42 fueron investigados como feminicidios. Desde el crimen de Daniela hasta la fecha, 111 mujeres más han sido asesinadas por razones de género en el estado, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Estas cifras reflejan una crisis de violencia de género que sigue sin ser atendida de manera efectiva.
Luis “N” fue deportado a México por autoridades estadounidenses y entregado en la frontera de Tijuana. Posteriormente, fue trasladado a instalaciones de la FGR, donde se le leyó su acta de derechos y se formalizó su detención. Las autoridades confirmaron que permanecerá bajo custodia hasta su traslado a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde enfrentará cargos por el feminicidio de Daniela.
La Fiscalía General de Justicia de Chiapas (FGJ) reiteró su compromiso con el esclarecimiento del caso y la erradicación de la impunidad en crímenes de género:“Con estas acciones, la FGJ de Chiapas refrenda su compromiso de velar por los derechos de las mujeres, garantizando cero impunidad”, señaló en un comunicado.
Feminicidios en Chiapas: Una crisis estructural
El caso de Daniela Toledo es emblemático de una problemática más amplia: la violencia de género en Chiapas y en México. Organizaciones como el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) han denunciado la falta de aplicación de la Alerta de Violencia de Género y la deficiente respuesta de las autoridades, lo que perpetúa la impunidad en estos crímenes.
Colectivos feministas han advertido que seguirán de cerca el caso para garantizar que el feminicidio de Daniela no quede impune. “La detención de Luis ‘N’ es un paso importante, pero la verdadera justicia solo llegará cuando los feminicidios dejen de ser una constante en nuestro país”, afirmaron representantes de organizaciones locales.
La deportación y detención de Luis “N” representa un avance en la búsqueda de justicia para Daniela Toledo y su familia. Sin embargo, este es solo el primer paso en un proceso legal que podría extenderse por meses o incluso años. La sociedad exige que este caso no caiga en el olvido y que se siente un precedente para combatir la impunidad en los feminicidios.
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El feminicidio de Daniela Toledo es un recordatorio de la violencia sistémica que enfrentan las mujeres en México. Cada detención es un triunfo parcial, pero la verdadera justicia solo llegará cuando se erradiquen las condiciones que permiten que estos crímenes sigan ocurriendo.
Fotografía: Redes
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