Exalumnos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), que fueron víctimas de represión en 2015, pidieron que se reabra la investigación por este caso en contra del exrector, Alfonso Esparza Ortiz, pues consideraron inaceptable que no enfrente consecuencias por la violencia que sufrieron en manos de presuntos porros.
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El caso en cuestión tuvo lugar la madrugada del 8 de febrero de 2015, cuando estudiantes de esta universidad realizaban una manifestación en el Zócalo de la ciudad de Puebla para pedir que Rectoría les permitiera usar aulas con la finalidad de impartir cursos propedéuticos gratuitos para el examen de admisión a la BUAP.
Aquel domingo, ocho jóvenes que se encontraban ahí, fueron golpeados por presuntos grupos porriles que aparecieron en estado de ebriedad y armados con bates, varillas, macanas y hasta sillas.
Versiones de los hechos que se dieron a conocer en aquel entonces, detallaron que, tras ser agredidos, los alumnos que protestaban fueron levantados por estos sujetos, que iban custodiados por policías estatales y municipales, y permanecieron desaparecidos cerca de dos horas.
Luego de la violencia de la que fueron víctimas, aparecieron abandonados en un paraje baldío a las afueras de la capital del estado.
Este día, a diez años de los hechos, exuniversitarios emitieron un comunicado en el que exigen que el caso se reabra, pues a pesar de haber presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE), la investigación fue cerrada sin avances por parte de la administración del hoy extinto Rafael Moreno Valle.
«Estos hechos no fueron acciones espontáneas, sino operatividad efectiva de la estructura mafiosa liderada por Moreno Valle a nivel estatal y Esparza Ortiz en la BUAP. Mediante una red de funcionarios se estableció una estructura paralela de control que sistematizó las agresiones a universitarios antes, durante y después del 8 de febrero».
Exigieron una nueva investigación en contra de Esparza Ortiz como posible autor intelectual de dicha represión, así como funcionarios y directivos involucrados en este acto.
Del mismo modo, hicieron un llamado a las autoridades para que se haga una auditoría a la gestión que Alfonso Esparza encabezó como rector de la BUAP entre 2013 a 2021, pues desde su óptica, esta se caracterizó por el desfalco de recursos.
Entre esto destacan lo siguiente:
•Malversación de más de 7 mmdp a través de esquemas de facturación falsa
• Uso del equipo Lobos BUAP como instrumento de lavado de dinero
• Implementación de contratos simulados y transferencias irregulares
• Hostigamiento constante contra las voces críticas de la comunidad universitaria, especialmente contra trabajadores y estudiantes.
De igual forma, señalaron importante mantener viva la memoria de este acto de represión, a fin de que en el futuro ningún estudiante de la BUAP o cualquier otra universidad vuelva a ser víctima de algo semejante.
Foto: Redes
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