Sobre Montajes, Bombas y Aparatos de Seguridad, por Frente Patriótico Manuel Rodríguez

Para nadie es un misterio que muchos años atrás, en medio de una dictadura sangrienta que torturó y asesinó a decenas de miles de chilenos, el FPMR, ciñéndose a la legislación internacional y en el marco del preámbulodel 3º articulo de la declaración universal de los DDHH, que reconoce a la rebelión como el recurso supremo de los pueblos contra la tiranía; tomó las armas y combatió a los delincuentes, hasta entonces, impunes que, violentamente, intentaban someter a nuestra Patria aun régimen de terror.

El FPMR cuenta con una larga experiencia en la naturaleza de este tipo de acciones y con una larga experiencia en el conocimiento de la veintena de organismos y grupúsculos que se disputan el campo de la mal llamada “comunidad de inteligencia nacional” y organismos de “seguridad” en Chile.

Los conocemos hace muchos años, sabemos quienes son, sabemos que hacen, conocemos sus procedimientos, sabemos de lo que son capaces.

Con referencia a esta reciente campaña de terror con bombas amenazando a civiles, podemos afirmar que presenta muchos indicios, que nos recuerda a procedimientos de estos mal llamados “organismos de seguridad”.

Nuestro primer comentario es que estamos antes variadas acciones con distinto nivel de recursos y distintos “modus operandi” bastantes más recursos y bastante más cobertura territorial que la que se podría esperar de un grupo de personas con sueños “insurreccionales”

Nuestro segundo comentario es que sólo para un organismo de seguridad sería conveniente atacar a gente al azar, en el metro, o a gente que va a una iglesia o a niños de un jardín infantil, ya que puede generar el rechazo de la inmensa mayoría de la sociedad, y es bastante difícil hacer una «revolución» de cualquier tipo, con la desaprobación de la inmensa mayoría. Así que es ¡bastante difícil! que grupos que se consideren a sí mismos como «revolucionarios» vayan a dedicar por su propia decisión a cosechar sistemáticamente el repudio de toda la sociedad a las ideas que ellos mismos quieren promover.

Nuestro tercer comentario es que en el área de la inteligencia, por lo general todos tratan de cubrir sus huellas, así que, en principio es difícil probar quien hizo que, sin embargo hay una regla de oro para orientar el análisis y esta es mirar a quien le conviene lo que ocurrió, si uno parte por ahí, muy probablemente va a apuntar bastante cerca de los culpables.

Entonces preguntémonos:

¿A quien le conviene aterrorizar a la población?

¿Podría ser que a aquellos que anhelan y sueñan con validar y aplicar la infame “ley anti terrorista” (que de anti-terrorista no tiene nada y que de fascista tiene mucho), legada por Pinochet”?

¿Quién en Chile podría estar interesado en validar la mal llamada “ley anti-terrorista” ante la opinión pública y presionar al gobierno a aplicarla?

Pensamos que esa sería una muy buena pregunta para comenzar a investigar.

Otro tema que nos llama la atención es el súbito cambio de forma de operar que estos atentados representarían si fueran obra de “grupos anarquistas”

Los únicos atentados conocidos de grupos anarquistas, han sido siempre contra bancos y cajeros automáticos vacíos, preocupándose siempre de no poner en peligro a transeúntes, y por eso mismo los únicos que han resultado dañados en esos atentados han sido los mismos anarquistas cuando las bombas caseras que ponían en cajeros automáticos explotaron por accidente.

Esto tampoco quiere decir que sea imposible que algunos de estos nuevos atentados sean reales, pues mentes desquiciadas y visiones extraviadas puede haber en todas partes, pero lo que sí es un dato de la causa, es que hasta ahora el modus operandi de los grupos que se declaran de tendencia anarquista y que han realizado ataques a edificios, no ha sido nunca poner bombas en lugares con gente que pudiera salir herida.

Y por eso resulta sumamente «curioso» por decir lo menos, que de un día para otro, a título de nada, sin un manifiesto sin una declaración de cambio de rumbo, esos mismos grupos hubieran comenzado a atacar a la población civil al azar, cosa que:

a) evidentemente no les conviene, y es algo que nunca han hecho.

El problema es que para llegar a respuestas concretas sobre estos hechos, harían falta fuerzas de seguridad e inteligencia CONFIABLES y PROFESIONALES, y en Chile no tenemos NI LO UNO NI LO OTRO.

La ciudadanía debe saber que en Chile operan (y delinquen sin control de nadie) una larga serie de grupos y grupúsculos, supuestamente de “seguridad”.

En primer lugar está el que se supone debería ser el único que se ocupara de estos asuntos policiales internos: La PDI, luego está la DIPOLCAR de carabineros (cosa ya bastante rara si se supone que tenemos una Policía de Investigaciones y un organismo estatal de inteligencia), y que ya hicieron un papel muy triste al participar en el fracaso del “caso bombas” donde fueron parte de un intento de montaje con pruebas fabricadas, que fueron ampliamente rechazadas por los tribunales de la república.

Y para muestra este otro botón, ocurrido el 12 de abril de 2011, donde de una docena de encapuchados resultó que uno era detective y otro era carabinero, y en un momento de pánico, se delataron mutuamente, de lo cual quedó constancia en la fiscalía de Ñuñoa.

No contentos con ello,existen una serie de organismos de carabineros que son muy propensos a montar sus propias investigaciones y operaciones de “inteligencia” sin avisarle a los anteriores, como el GOPE y el OS9 y no contentos con todo esto parece haber un grupo de “espontáneos” de la PDI que el año pasado quedaron al descubierto al secuestrar y torturar por algunas horas al estudiante secundario Cesar Reyes

Pero por otra parte parece que no son tan “espontáneos” pues, aunque por estos delitos ya está formalizado el detective Flavio Torres Pulgar, el director de la PDI se ha negado sistemáticamente a informarle a la justicia los nombres de al menos otros 9 implicados en el “procedimiento” (y nadie le dice nada)

A esta bolsa de gatos hay que agregar al menos un pseudo organismo de “inteligencia” por cada una de las FFAA (ejército, marina y aviación) de siniestra participación en crímenes contra la humanidad durante la dictadura Y QUE NO HAN SIDO TOCADOS POR LA SICIEDAD CIVIL, después del retorno a la democracia y por lo tanto CONTINUAN FUNCIONANDO BAJO LAS MISMA PREMISAS QUE DURANTE LA DICTADURA.

Afortunadamente ya no pueden torturar ni desaparecer gente (por el momento), pero su “doctrina ideológica anti-social y anti-popular, continúa siendo exactamente la misma. Una muestra de la “inteligencia” con que operan quedó de manifiesto cuando los pillaron in fraganti, invadiendo y espiando el consulado de un país hermano y cuando sintieron gente arrancaron, y estos “inteligentes” DEJARON SUS CEDULAS DE IDENTIDAD en el terreno.

Como si todo esto fuera poco, funcionan en Chile una docena de agencias de “seguridad” pertenecientes a casi todas las potencias mundiales, más Israel, siendo la más famosa de ellas la tristemente célebre CIA, profundamente involucrada en el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende y las violaciones a los DDHH.

Todos estos “organismos” más o menos oficiales, más o menos encubiertos, funcionaron y delinquieron con total impunidad durante la dictadura, y al fin de esta los gobiernos civiles no se atrevieron a intervenir en ellos, básicamente los ignoraron y evitaron completamente meterse con ellos, dejándoles carta blanca para seguir operando. Las únicas excepciones fueron la CNI, que fue disuelta y sus integrantes en general, después de muchos tira y afloja y de muchas negociaciones fueron presentados ante la justicia y la DICOMCAR de carabineros, que fue cambiada de nombre por DIPOLCAR actual y sus integrantes tuvieron que enfrentar a la justicia.

Pero todo este oscuro sub mundo de los muy mal llamados “organismos de seguridad” continuó operando, ya sin permiso para asesinar, pero fuera de eso con total impunidad. Cada uno de estos organismos tienen un prontuario delictual y constantemente se han involucrado o han intentado involucrarse en el devenir político de Chile a través de diversas acciones de montaje, descrédito, amedrentamiento y propaganda. Baste recordar que bajaron a Piñera de una carrera presidencial mediante la grabación de una traición política a una de sus correligionarias y cuando el hombre más rico de Chile quiso investigar quien lo había grabado, un hijo suyo sufrió un secuestro express y la investigación tuvo que detenerse para siempre.

Si eso hacen con el hombre más rico de Chile, porque no es todo lo fascista que ellos quisieran que fuera; ¿Qué no podrán hacer contra ciudadanos comunes?

Finalmente, tenemos a la ANI Agencia Nacional de Inteligencia:

Nacida para ser “la reemplazante civil de la CNI” tras la disolución de esta, efectivamente nunca ha usado salas de tortura, pero basa sus operaciones, desde el día uno en reclutar informantes a sueldo y dar por hecho todo lo que estos les digan sin mayor análisis, comparte con todos los demás grupos el amor por los montajes, amor que se acrecentó hasta su grado máximo durante el gobierno de Piñera.

Para muestra del actuar de la ANI, dos botones:

Lenin Guardia Basso y Humberto López Candia eran dos soplones a sueldo de “La Oficina” que en 2001 cuando ya no quedaba prácticamente nadie más a quien delatar, no se les ocurrió nada mejor que inventar una supuesta campaña de atentados del FPMR

Fabricaron cartas-bomba se las enviaron a personeros de la concertación, fabricaron varias listas con supuestas víctimas de una supuesta “campaña de “exterminio” del FPMR ¡Y SE LAS VENDIERON AL GOBIERNO POR VARIOS MILLONES DE PESOS!, podríamos decir que estos dos soplones se trasformaron en verdaderos ¡Emprendedores Privados Del Show Business del Terrorismo A la Carta!

Por supuesto que dos simples soplones pueden simular el funcionamiento de todo un colectivo, por un poco menos de lo que dura un pestañeo, rápidamente el juez detectó las inconsistencias y los metió a la cárcel, entonces comenzaron a cantar como pajaritos, solo que curiosamente cada uno aseguraba que la “idea” ¡había sido del otro! Lenin Guardia se ganó en esa ocasión unas vacaciones pagadas de 11 años y un día en Punta Peuco.

Esos son los hombres que escriben los “informes” sobre terrorismo en Chile. Esa es la calaña moral de los integrantes de “La Oficina”. Con todos estos escándalos a cuestas “La Oficina” nunca había caído operativamente tan bajo como durante el gobierno de Piñera.

Cuando la derecha llegó a La Moneda nombró como director de La Oficina a Gonzalo Yuseff Quirós, un excéntrico abogado, ex concejal de Valparaíso, que se caracterizó por no hacer mucho más que disolver al equipo que investigaba a los empresarios y pasar todo el día en el Café Bombay, una especie de “café con piernas” que queda cerca de su oficina en el centro de Santiago.

Sin embargo “algo hizo”, su padrino político, el hombre que le había dado esa “pega”, el Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, tenía urgencia de mostrar resultados espectaculares en el “Caso Bombas” y para ello, por un lado, llego a un acuerdo con el entonces Fiscal Peña, para que produjera acusaciones a cualquier costo, y por otro lado le pidió a su amigo Juseff, que produjera las “pruebas” y a producir pruebas que le pedía su superior jerárquico se dedicó Juseff, la ANI, bajo su mandato produjo cientos de carpetas con informes incriminando a un grupo de jóvenes ocupas, el único problema es que las pruebas eran falsas, y en tribunales recibieron una paliza tan grande que se transformó en el fiasco más grande del gobierno de Piñera y fue el fin del sueño del gobierno de derecha de lograr una imagen de firmeza y eficiencia en la mantención del “orden público”..

El montaje quedó al descubierto y Piñera quedó mal con Chile

Hinzpeter quedó mal con su jefe Piñera.

Y el Fiscal Peña y Juseff quedaron mal con su jefe Hinzpeter

Pero lo peor estaba por venir:

El 13 del 11 de 2013 la policía española detuvo en Barcelona a Francisco Solar y Mónica Caballero, dos de los chilenos declarados inocentes en Chile por el caso bombas, ¡acusados de poner bombas en España!

Daba la impresión de que finalmente los hechos le daban la razón al gobierno de Piñera. Sin embargo hayantecedentes suficientes como para asegurar, que LA POLICIA ESPAÑOLA QUE DETUVO A NUESTROS COMPATRIOTAS, NO POSEE PRUEBAS PROPIAS CONTRA ELLOS, SINO QUE ACTUO CONTRA ELLOS, POR QUE FUERON INCRIMINADOS DESDE CHILE POR LA PDI Y LA ANI CHLENAS, EN ABIERTO DESACATO A LO ESTABLECIDO POR TRIBUNALES CHILENOS, QUE YA HABIAN DECLARADO QUE AMBOS ERAN INOCENTES. La obligación del estado chileno era prestarles ayuda y sin embargo la PDI Y la ANI llevaban MESES, incriminando a nuestros compatriotas, MESES, antes de lograr que la policía española los detuviera.

Esto habría quedado en las sombras si es que Juseff, desesperado por adjudicarse el “golpe” frente a sus superiores políticos, no hubiera hecho lo peor que cualquier jefe de inteligencia puede hacer; presumir de sus logros.

Impaciente por adjudicarse el crédito, como si se tratara de un juego, Juseff filtró a la prensa que el había ido a España a “preparar la detención” identificando fotos de nuestros compatriotas para las fuerzas policiales españolas, dejando de mentiroso a Andrés Chadwick, quien había asegurado que esto había sido una “sorpresa” para él y provocando la furia de La Moneda y de la PDI, que salió de inmediato a asegurar que ellos “llevaban meses” mandando informaciones sobre estos dos compatriotas a la policía española.

La pregunta es:

¿Por qué después de que los tribunales chilenos dictaminan que estos dos jóvenes son inocentes de lo que los acusa el Estado, la ANI y la PDI pasan meses incriminando a estos muchachos con las mismas pruebas que los tribunales de Chile ya habían desechado?

¿Acaso la obligación del estado chileno no es asistir cualquier compatriota que sea acusado de un delito en el extranjero?

¿Acaso no es un desacato a la decisión de los tribunales, insistir en incriminarlos, esta vez con un país extranjero?

Montaje en Chile,fracaso. Y montaje en el extranjero.

Que nosotros recordemos, esto no se había hecho nunca antes en Chile.

La ANI y la PDI y los funcionarios de La Moneda que los hayan incitado a actuar, acaban de agregar una infamia nueva a la ya larga lista de su triste historia.

Esos dos chicos, Francisco Solar y Mónica Caballero, fueron incriminados desde Chile por los organismos de “inteligencia” chilenos.

Sabemos entonces que en Chile operan DOCENAS, de mal-denominados “organismos de inteligencia” y “organismos de seguridad”. Sabemos también que presentan todos, sin excepción gravísimos antecedentes de montajes, falsedades, contra propaganda y delitos contra los DDHH

TODOS ESTOS ORGANISMOS CUENTAN CON LOS RECURSOS, LA EXPERIENCIA, LA FALTA DE ESCRUPULOS Y LA IMPUNIDAD NECESARIAS PARA MONTAR UNA CAMPAÑA DE CONTRA-PROPAGANDA QUE INCLUYA ATENTADOS CONTRA BLANCOS QUE LLEVEN A CREAR INDIGNACIÓN EN LA CIUDADANÍA CONTRA LOS GRUPOS SOCIALES MAS “CRIMINALIZABLES” como los mapuche o movimientos juveniles anarquistas, que ya llevan muchos años siendo blanco de campañas de odio por parte de la derecha

Nosotros conocemos muy bien esas campañas. La CNI pasó años haciéndolas contra nosotros.

Y hoy volvemos a ver los mismos procedimientos.

¿Cómo vamos a saber entonces quien está poniendo bombas en los jardines de niños?

¿Le vamos a preguntar a la PDI?

¿Le vamos a preguntar a la DIPOLCAR?

¿Le vamos a preguntar a la ANI?

¿Y quién sale a la palestra a asegurar que “el sabe” que estos atentados son acciones de “los mismos del caso bombas?

El ex – fiscal Peña

¿Qué mundo pequeño verdad? Un conocido autor de montajes

Nunca podremos saber qué es cierto y qué es mentira en Chile hasta que algún gobierno tenga el valor de enfrentar y sanear a la mal llamada “comunidad de inteligencia” ceñirla al imperio de la ley, y transformarla en verdaderos organismos profesionales al servicio de todos los chilenos.

Solo la organización y la unidad de la ciudadanía en un Frente Amplio que le permita refundar la Patria través de una Asamblea Constituyente Autoconvocada y generar la correlación de fuerzas necesaria para recuperar el poder político de manos del duopolio podría lograr un cambio así

Y hacia allá debemos avanzar.

Por Frente patriótico Manuel Rodríguez (FPMR)