Uruguay y su diplomacia. Un desvío preocupante

La política exterior de Uruguay ha sido históricamente reconocida por su respeto a la soberanía de los pueblos y su adhesión al principio de no injerencia en los asuntos internos de otros Estados, salvo algunos gobiernos de la derecha como el del Partido Nacional. Sin embargo, recientes declaraciones del canciller Mario Lubetkin marcan un preocupante alejamiento de esta tradición.

Uruguay y su diplomacia. Un desvío preocupante

Autor: El Ciudadano

Por Andrés Silva

En una entrevista concedida a un medio español, Lubetkin [en la foto] desconoció abiertamente al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y a sus instituciones legítimas, como el Consejo Nacional Electoral y la Suprema Corte de Justicia. Este posicionamiento no solo contradice la historia diplomática uruguaya, sino que además lo alinea con una estrategia de desestabilización promovida por potencias extranjeras.

Ante esta situación, la Internacional Antifascista capítulo Uruguay ha emitido un comunicado en el que rechaza categóricamente la postura del gobierno uruguayo y exige un retorno a los principios históricos que han guiado la diplomacia del país. En dicho comunicado, se señala la contradicción de desconocer a un presidente electo bajo el marco constitucional de su nación mientras se legitiman otros gobiernos cuya autoridad no ha sido sometida al mismo escrutinio democrático.

Es particularmente llamativo que el gobierno uruguayo mantenga una actitud de reconocimiento hacia líderes como Felipe VI de España, quien ostenta su cargo por derecho dinástico, o Volodímir Zelenski, quien ha cancelado elecciones en Ucrania en flagrante violación de la Constitución de su país. Aún más contradictorio resulta que incluso el gobierno de Estados Unidos, tradicionalmente hostil a Venezuela, haya optado por entablar negociaciones directas con el presidente Nicolás Maduro, reconociéndolo de facto como el interlocutor legítimo del Estado venezolano.

El comunicado también hace referencia al programa de gobierno elegido por la ciudadanía para el período 2025-2030, que advierte sobre los peligros del imperialismo norteamericano y sus aliados de la OTAN. En este sentido, se subraya la necesidad de que Uruguay adopte una política exterior coherente con sus principios históricos y con la lucha de los pueblos latinoamericanos por su autodeterminación. La denuncia de bloqueos y agresiones extranjeras no puede ser un acto selectivo; debe ser un compromiso inquebrantable con la soberanía de las naciones.

La Internacional Antifascista capítulo Uruguay recalca que el antiimperialismo no puede ser una consigna vacía ni una herramienta política de conveniencia. Uruguay debe retomar su tradición diplomática basada en la independencia, la soberanía y la solidaridad con los pueblos en lucha. En este contexto, resulta imprescindible reconocer sin ambigüedades la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro y rechazar cualquier intento de desestabilización promovido desde el extranjero.

A continuación, se presenta el comunicado oficial de la Internacional Antifascista capítulo Uruguay:

Por Andrés Silva

La Humanidad, Montevideo, Uruguay, 4 de marzo de 2025.


Las expresiones emitidas en esta columna son de exclusiva responsabilidad de su autor(a) y no representan necesariamente las opiniones de El Ciudadano.

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