El expresidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue arrestado a su llegada al aeropuerto internacional de Manila por una orden emitida por la Corte Penal Internacional (CPI). La detención responde a una investigación sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos durante su brutal guerra contra las drogas, que dejó miles de víctimas.
De acuerdo con un comunicado del palacio presidencial filipino, la Interpol Manila recibió la orden de arresto en la madrugada y Duterte fue detenido inmediatamente. La CPI ha estado investigando las ejecuciones extrajudiciales que ocurrieron bajo su mandato, tanto cuando era alcalde de Davao (2011-2019) como durante su presidencia (2016-2022).
Organizaciones de derechos humanos estiman que la cifra real de muertos podría superar los 30 mil, mientras que el gobierno filipino solo reconoce alrededor de 6 mil.
En 2019, Duterte retiró a Filipinas del Estatuto de Roma, el tratado fundacional de la CPI, en un intento por evitar ser procesado. Más tarde, su administración intentó frenar la investigación argumentando que la justicia filipina ya estaba abordando el caso. Sin embargo, la CPI considera que Filipinas no ha garantizado justicia para las víctimas.
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El pasado fin de semana, Duterte participó en un mitin político en Hong Kong, donde, ante miles de seguidores, mencionó la posibilidad de su arresto. En su habitual tono desafiante, declaró: “Si este es mi destino en la vida, está bien, lo aceptaré. No puedo hacer nada si me arrestan y encarcelan”.
Ahora, con 79 años y problemas de salud, el exmandatario enfrenta el peso de la justicia internacional, mientras que miles de familias de las víctimas esperan que se haga justicia.
Fotografía: Redes
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