En una histórica sesión, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la reforma constitucional propuesta por la presidenta Claudia Sheinbaum, con 417 votos a favor y 36 en contra. Esta reforma, que modifica los artículos 19 y 40 de la Constitución, tiene como objetivo fortalecer la soberanía de México, además de incluir el terrorismo y el tráfico ilícito de armas como delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa, con el fin de blindar al país ante amenazas externas.
Véase también: Diputados aprueban dictamen para fortalecer la soberanía y frenar el tráfico de armas
La propuesta fue impulsada por la bancada de Morena, que contó con el respaldo de sus aliados. Sin embargo, el PAN, aunque apoyó la reforma en la votación, se mostró escéptico y crítico durante el debate, poniendo en evidencia sus dudas sobre la efectividad de las medidas propuestas.
Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena, destacó la trascendencia histórica de la reforma, subrayando su importancia como una respuesta audaz para proteger a México de posibles agresiones o intervenciones extranjeras. En su intervención, Monreal elogió el enfoque «extraordinario y sublime» de la reforma, planteada con una visión de largo plazo para garantizar la integridad territorial y política de la nación.
Además, Monreal no dudó en criticar a aquellos que se opusieron a la reforma, calificando las críticas de «pobreza intelectual». El líder morenista defendió la prisión preventiva oficiosa para los delitos de terrorismo y tráfico ilícito de armas, argumentando que estas medidas son necesarias para proteger al país de aquellos que buscan dañar la seguridad nacional. “¿Acaso no merece pena preventiva quien introduce armas ilegales a nuestro país?”, preguntó Monreal, defendiendo con firmeza la necesidad de medidas más estrictas para salvaguardar la soberanía de México.
Aunque el PAN votó a favor de la reforma, la postura del partido fue contradictoria y débil, evidenciada en sus intervenciones durante el debate. Algunos de sus diputados, como Teresa Ginez Serrano, expresaron que la reforma “se queda corta” para defender realmente la soberanía del país. Ginez también insistió en que la verdadera amenaza para México no proviene de actores externos, sino de los grupos criminales internos que operan con impunidad en el territorio nacional.
El PRI, por su parte, se alineó en contra de la reforma, calificándola de «innecesaria» e «inútil». Alejandro Domínguez, coordinador de la bancada priista, cuestionó la propuesta, argumentando que el delito de terrorismo ya está contemplado en la Ley de Seguridad Nacional y el Código Penal Federal. Sin embargo, su crítica careció de alternativas claras y concretas para abordar los problemas de seguridad que afectan a la nación.
La reforma aprobada por la Cámara de Diputados es un paso crucial para fortalecer la soberanía de México frente a las amenazas externas e internas. Mientras Morena se pone al frente en la defensa del país, el PAN, a pesar de su voto a favor, deja en claro que su apoyo es más simbólico que real, evidenciando la falta de compromiso con las medidas necesarias para salvaguardar la seguridad de los mexicanos.
Foto: El Ciudadano
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