Descubren restos de los mamíferos más antiguos de la Antártida

Se trata de un diente y una falange de dos ejemplares del tamaño de una oveja. Tienen unos 55,3 millones de años de antigüedad. El hallazgo fue hecho por los paleontólogos del Conicet y del Museo de la Plata cerca de la base Marambio.

Descubren restos de los mamíferos más antiguos de la Antártida

Autor: Nicolas Curi

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Investigadores del Museo de la Plata, el Conicet y el Instituto Antártico Argentino, con la colaboración de un investigador alemán, descubrieron restos fósiles de dos mamíferos de tamaño semejante a una oveja en inmediaciones de la Base Marambio.

Ambos, un diente y una falange de 55,3 millones de años de antigüedad, representan la evidencia más antigua sobre la presencia de mamíferos terrestres en el continente antártico, aunque el doctor Javier Gelfo, primer autor del estudio recientemente publicado en la revista Palaeontology, aseguró a la Agencia CTyS que en la próxima campaña de verano irán en búsqueda de restos aun más primitivos.

Los mamíferos descubiertos eran herbívoros caracterizados por poseer pezuñas que recubrían los dedos de sus cuatro patas. Fueron encontrados cerca de la base Marambio, en la Isla Seymour, en un yacimiento del Eoceno temprano donde también se han descubiertos restos de dientes de tiburón, moluscos, rayas y pingüinos.

“Uno puede preguntarse cómo esos animales terrestres pueden encontrarse junto a especies marinas y la respuesta es que, luego de morir, fueron transportados por antiguos ríos desde áreas continentales hacia la desembocadura de los mismos”, explicó Gelfo, investigador de la División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata.

El diente fue adjudicado a un mamífero placentario de la familia Sparnotheriodontidae del extinto orden Litopterna, el cual tuvo amplia distribución en América del Sur durante el Cenozoico.

No obstante, cuando estos animales vivían, la Antártida ya llevaba alrededor de cinco millones de años separada del resto de los continentes, aunque conservaba un clima tropical y con un ecosistema de bosques que abastecían de alimento a estas especies.

El paleontólogo precisó que “la Antártida ya estaba cerca de las latitudes que tiene ahora, por lo que tenía una estacionalidad marcada, con inviernos bastante oscuros y veranos bastante cálidos, pero el ambiente era muy distinto al actual y este grupo de mamíferos logró supervivir por varios millones de años más en el continente que ahora tiene un clima polar”.

En la próxima expedición, Gelfo tiene la expectativa de hallar fósiles de mamíferos aun más antiguos: “Estamos preparando la campaña de verano 2015, que es organizada por el Instituto Antártico Argentino, e iremos en busca de fósiles de mamíferos más primitivos”.

El origen de estos mamíferos

Los mamíferos placentarios ingresaron a América del Sur desde América del Norte después de la extinción de los dinosaurios, la cual ocurrió hace 65 millones de años. Desde ese momento, se diversificaron y llegaron a expandirse, pero aquellos que arribaron a la Antártida quedaron aislados una vez que se eliminó el istmo que los unía a Sudamérica.

La importancia de este hallazgo es que aporta nueva información sobre la historia evolutiva de estos mamíferos nativos de América del Sur y, a su vez, indirectamente agrega datos sobre la separación marítima entre la Antártida y la Patagonia.

A partir del estudio del diente, un molar inferior, se nota que hay una diferencia evolutiva respecto a los mamíferos que vivían en Sudamérica que solo se pudo haber alcanzado con una separación de aproximadamente cinco millones de años.

“Esta diferencia es un elemento más para inferir que la desaparición de la conexión terrestre que había con la Antártida se produjo alrededor del Paleoceno tardío, hace unos 60 millones de años, aunque no se puede precisar el momento con exactitud”, comentó Gelfo.

Así, estos ejemplares son una pista independiente de la geología sobre el momento en que desapareció el istmo. En futuros estudios, se tratará de encontrar mamíferos más antiguos con el fin de encontrar ese ancestro común que existió en el momento en que se separaron la Antártida y la Patagonia.

Algunas de sus características

Gelfo contó que se pudo determinar que el ejemplar del que se encontró el molar inferior pertenecía al grupo Sparnotheriodontidae y que es factible que el espécimen del que se encontró una falange intermedia pertenezca también a ese mismo grupo.

Si bien se conoce muy poco sobre las falanges de estos mamíferos, por la forma de dichos huesos se pueden realizar deducciones sobre sus estrategias de locomoción y ciertas características de sus físicos.

“Esta falange es relativamente corta, muy ancha y proporcionalmente grande para el tamaño general del animal, lo que hace pensar que era un mamífero adaptado para soportar grandes pesos, si bien esta característica se encuentra en animales de gran porte como un elefante y no en animales que tienen el tamaño de un carnero”, observó Gelfo.

No obstante, el paleontólogo analizó que, en ocasiones, hay caracteres que se heredan de manera pasiva. Y ejemplificó: “Se conocen elefantes fósiles enanos en algunas islas del mediterráneo que tenían las características para soportar grandes pesos, pero no porque la necesitaran, sino porque la heredaron de sus ancestros y eso también podría haber pasado en este caso, por lo que se podría especular que estos mamíferos tuvieron un ancestro de mayor porte”.

Fuente: Diario Los Andes


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