El presidente de Rusia, Vladimir Putin, abordó este viernes la solicitud de Donald Trump, expresidente de Estados Unidos, quien había pedido que se garantizara la vida de las tropas ucranianas rodeadas en la región de Kursk, al suroeste de Rusia. Durante una conversación telefónica entre ambos mandatarios, Trump expresó su preocupación por los miles de soldados ucranianos que se encuentran completamente aislados y vulnerables frente al avance del Ejército ruso.
Véase también: Guerra en Ucrania: Putin considera alto al fuego de 30 días
Putin aceptó la posibilidad de garantizar la seguridad de los militares ucranianos, pero dejó claro que esto solo ocurriría si las autoridades ucranianas daban la orden para que sus tropas se rindieran. Según el presidente ruso, el gobierno de Kiev debe instruir a sus soldados para que depongan las armas, lo que permitiría a los militares ucranianos recibir un trato digno y asegurar su vida.
El mandatario ruso justificó las acciones de su ejército en la zona, refiriéndose a las acusaciones de crímenes de guerra cometidos por las tropas ucranianas contra la población civil rusa. Sin embargo, reiteró que la rendición de los soldados ucranianos es el único camino viable para evitar un desenlace fatal en un conflicto que se ha intensificado en los últimos meses.
Trump, por su parte, calificó la conversación como positiva y se mostró optimista respecto a la posibilidad de una resolución pacífica del conflicto, destacando que las pláticas podrían llevar a un fin más cercano de la guerra. Además, expresó su preocupación por el estado crítico de los soldados ucranianos atrapados en la región, indicando que se encuentran en una situación desesperada, rodeados por las fuerzas rusas.
En cuanto a la situación en la provincia de Kursk, Putin afirmó que las tropas ucranianas han perdido el control total de la zona y se encuentran en completo aislamiento. A medida que las fuerzas rusas intensifican el cerco, las opciones para los soldados ucranianos se reducen a una sola: rendirse o enfrentarse a una muerte segura. El presidente ruso también señaló que los equipos militares ucranianos en la región han quedado abandonados y no es posible retirarlos.
Putin mostró disposición a considerar una tregua, pero dejó claro que cualquier alto el fuego debe ir más allá de un simple cese de hostilidades. El presidente ruso insistió en que se debe abordar una solución duradera para el conflicto, que incluya temas como la expansión de la OTAN hacia el este, los ataques contra la población civil en el Donbás, y lo que él considera el resurgimiento del neonazismo en Ucrania.
Finalmente, Putin advirtió que los militares ucranianos capturados en la región de Kursk serán tratados como terroristas, dado su supuesto involucramiento en crímenes contra la población rusa. Asimismo, recordó que los mercenarios extranjeros que combaten en Ucrania no gozan de protección según el derecho internacional, específicamente el Convenio de Ginebra.
Foto: El Ciudadano
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