En un contexto de creciente preocupación por el hallazgo de un campo de adiestramiento y tres presuntos crematorios clandestinos en el rancho Izaguirre, Teuchitlán, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, confirmó este 14 de marzo que el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, ha tenido comunicación con el exgobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez. El hallazgo, realizado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco, ha puesto en evidencia presuntas actividades ilícitas en la región, lo que ha generado una serie de críticas hacia el exmandatario estatal.
Véase también: Sheinbaum confirma que la FGR dará detalles sobre el rancho Izaguirre en Teuchitlán la próxima semana
La mandataria federal aclaró que el contacto entre García Harfuch y Alfaro no tiene motivaciones políticas, sino que busca esclarecer los hechos y obtener la verdad sobre lo ocurrido en el rancho Izaguirre.
“Nuestro interés no es político, tiene que ver con la verdad y la justicia”
Claudia Sheinbaum
Presidenta de México
Si bien la noticia sobre los hallazgos en Teuchitlán ha acaparado la atención mediática, la actitud de Enrique Alfaro tras terminar su mandato como gobernador de Jalisco ha levantado aún más sospechas. A pocos meses de dejar el cargo, Alfaro sorprendió a todos con el anuncio de su retiro definitivo de la política, afirmando que no tenía intenciones de continuar en la vida política y que, en caso de regresar, lo haría únicamente en el 2030 para buscar la presidencia de la República.
Sin embargo, la sorpresa fue aún mayor cuando, en lugar de quedarse a resolver los problemas que dejó en su estado, el exgobernador anunció sus planes de convertirse en director técnico del Club Deportivo Guadalajara, uno de los equipos más populares del país. A pesar de este pretexto relacionado con el fútbol, las especulaciones sobre su salida del país no se han hecho esperar. Fuentes no confirmadas señalan que Enrique Alfaro podría estar actualmente en Europa, específicamente en Madrid, España, o Rotterdam, Países Bajos, lo que ha suscitado una serie de interrogantes sobre su verdadera intención detrás de este “descanso” post-mandato.
Este giro en los acontecimientos, junto con los hallazgos en Teuchitlán, ha hecho que muchos cuestionen si la salida repentina de Alfaro, justo cuando su estado enfrenta una crisis de seguridad y desapariciones, no sea más que una maniobra para evadir responsabilidades. La coincidencia temporal entre el fin de su mandato, la creciente presión sobre su administración y su aparente escape hacia el extranjero genera dudas legítimas sobre la transparencia de su actuar y su compromiso con los problemas que dejó sin resolver en Jalisco.
En este momento, la clave para esclarecer los hechos en Teuchitlán recae en la investigación que llevará a cabo la FGR. Sin embargo, la actitud de Enrique Alfaro al retirarse de la política y, aparentemente, huir al extranjero no hace más que aumentar la desconfianza de la ciudadanía hacia su figura. Lejos de resolver los problemas que dejó en Jalisco, su “desaparecimiento” de la escena pública y su vinculación con los hallazgos en Teuchitlán podrían ser vistas como un intento por evadir las consecuencias de su gestión, poniendo en evidencia una vez más las grietas de un sistema político que favorece la impunidad.
Foto: El Ciudadano
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