El reciente descubrimiento de un crematorio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha puesto en el centro del debate a los dirigentes de el PRI y Movimiento Ciudadano. La situación desató una fuerte confrontación entre Alejandro Moreno Cárdenas, líder del PRI, y Jorge Álvarez Máynez. La discusión, que comenzó en redes sociales, rápidamente se convirtió en un intercambio de acusaciones mutuas sobre la gestión del crimen organizado en la entidad.
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El hallazgo de lo que se presume como un campo de exterminio en la zona de Teuchitlán fue el detonante de la polémica. A raíz de esto, Alejandro Moreno no dudó en señalar que el gobierno de Movimiento Ciudadano en Jalisco no había hecho lo suficiente para frenar la violencia y el avance del crimen organizado. A través de sus redes sociales, el dirigente del PRI criticó de manera directa a los líderes del partido emecista, en especial al gobernador Enrique Alfaro y al alcalde Pablo Lemus, señalándolos por su «silencio absoluto» ante el hallazgo del crematorio clandestino y por la creciente inseguridad que afecta a la región.
Moreno calificó la situación como una grave omisión, cuestionando si los responsables preferían “voltear a otro lado” ante los hechos y el creciente poder de los cárteles en Jalisco. Según el líder priista, el estado se encontraba desbordado por la violencia, mientras que los políticos del partido de Movimiento Ciudadano seguían “vendiendo su cuento” sobre una supuesta “nueva política” de gobernanza.
En respuesta, Jorge Álvarez Máynez no tardó en defender la postura de su partido. El dirigente de MC respondió a las acusaciones de Moreno señalando que, a diferencia de lo que ocurrió en gobiernos del PRI, el gobierno de Pablo Lemus estaba «dando la cara» ante la violencia. Álvarez Máynez recordó casos de violaciones a los derechos humanos durante gobiernos priistas, como los incidentes de Acteal y Ayotzinapa, sugiriendo que el PRI había sido cómplice de la impunidad en esos hechos. Para el político de Movimiento Ciudadano, la actitud del PRI en estos momentos era una muestra de oportunismo político, especialmente cuando el país atravesaba tragedias como la que se vivió en Teuchitlán.
El enfrentamiento no se limitó solo a cuestiones políticas. Alejandro Moreno, conocido por su estilo directo, continuó atacando a Álvarez Máynez, recordándole el trágico colapso de un mitin de Movimiento Ciudadano en Nuevo León durante la campaña presidencial pasada, donde murieron nueve personas. Moreno acusó a Álvarez Máynez de huir de la escena y abandonar a su gente en un momento de crisis, un hecho que, según él, ponía de manifiesto la naturaleza cobarde del político emecista.
A pesar de las duras acusaciones, Álvarez Máynez cerró la discusión de manera más comedida, aclarando que su respuesta había sido motivada por la calumnia hacia terceros y que, en ciertos casos, no valía la pena seguir entrando en debates con quienes, a su juicio, solo buscaban generar confrontación a través del lenguaje y el tono.
Este intercambio refleja la creciente tensión entre los partidos políticos en México, especialmente en un contexto donde la inseguridad y el crimen organizado siguen siendo temas centrales en las agendas nacionales y estatales. El caso del crematorio clandestino en Jalisco, lejos de ser un hecho aislado, subraya la magnitud de la violencia en la región y la difícil situación que enfrentan los gobiernos locales para contenerla.
Foto: El Ciudadano
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