Son cerca de las 11 de la mañana del domingo 13 de julio y en la esquina de las calles Huérfanos con Esperanza, en Santiago Centro, Dina San Martín se retuerce de dolor en el suelo, mientras su hijo de 11 años intenta con desesperación defenderle de la lluvia de combos y patadas que recibe por todo su cuerpo.
En el mismo lugar, Francisco Cheuque también es atacado y Roberto Araya grita con angustia “¡suéltenme, sufro discapacidad!”, mientras es reducido y arrastrado por la calzada. Todo esto frente a la mirada atónita de un gentío indignado que observa como Carabineros de Chile ejerce una violencia desmedida para desalojar a los trabajadores más pobres de la feria del Barrio Yungay, “los coleros”.
Estos son los hechos descritos en la querella criminal por detención ilegal, lesiones, vejaciones y apremios, que Dina San Martín, presidenta del Sindicato de coleros “Dignidad y Trabajo”, junto a los otros agredidos y abogados de derechos humanos, presentaron hoy ante el Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.
La orden de desalojo provenía de la Municipalidad de Santiago, que necesitaba despejar la calle para realizar un show musical. “De nada nos sirvieron las promesas de campaña que en el año 2012 nos hiciera Carolina Tohá” afirma Dina y continúa “seguimos sin permiso de trabajo y terminamos detenidos (en la Tercera Comisaría de Santiago), golpeados y despojados de las pocas mercaderías con que mantenemos a nuestras familias”.
Dina, ¿Cuál fue la promesa que les hizo Carolina Tohá durante su campaña?
Nos dijo que estaba preocupada por nuestra situación, nos habló de la dignidad del trabajador, de la necesidad de regularizar nuestra actividad. Nos prometió que si salía electa iba a dar permisos de trabajo a todos los coleros que vivieran en la comuna, pero han pasado casi dos años y no ocurre nada, le hemos solicitado audiencias, pero se niega a recibirnos.
Pero en la querella ustedes afirman que tenían autorización para trabajar en el lugar ¿Cómo se entiende esto?
Teníamos un compromiso de palabra con el director de Desarrollo Comunitario Andrés Toro y el director de calle Hernán Ortega. Nos dijeron que la gente del sindicato podía usar la cuadra hasta que salieran nuestros trámites a cambio de que la dejáramos limpia y nos encargáramos de ahuyentar a los vendedores de discos piratas, drogas y especies robadas.
¿Sabe que esa es una tarea que compete a Carabineros o la PDI?
Nosotros fuimos el 10 de Junio a conversar con Ortega, para explicarle que no podíamos ahuyentar a los delincuentes, porque se ponían agresivos y corríamos peligro, que no podíamos hacernos cargo de eso y que por lo mismo necesitábamos cuanto antes nuestros papeles.
Nos dijo que no nos multaría y que el 21 de junio iría a la sede del sindicato a inscribir a la gente y solucionar el problema, pero nunca apareció. Cinco días más tarde, el GOPE nos fue a desalojar a la feria y cuando partimos a pedirle explicaciones, no nos quiso recibir. Nos dijo que no tenía tiempo para nuestras tonteras.
¿A cuántas personas reúne el sindicato? ¿Es esta su única actividad? ¿Cuál es el ingreso promedio por trabajador?
Somos 37 trabajadores que vivimos en la comuna de Santiago, casi todos tenemos alguna discapacidad y la feria es nuestra actividad principal. Nos hacemos entre 50 o 60 mil pesos mensuales aproximadamente, con eso más algunos pololos que logramos, mantenemos a nuestros hijos.
En la querella ustedes mencionan que Carabineros clasifica la mercadería y que requisa solo la de mayor valor ¿Están denunciando un robo de parte de la policía?
Cuando me detuvieron vi en la comisaría como las pacas (carabineras) se repartían las cremas que le habían quitado a la señora Flor. Dos de ellas, de apellidos Madrid y Chávez, le entregaban los productos a las otras pacas que había ahí, estaban felices.
¿Qué le ocurrió a su hijo?
La golpiza que me dieron fue brutal, me pegaron con luma, puños y pie, mi hijo de 11 años intentó impedir que me siguieran pegando y una paca sin identificación lo empujó, entonces lo agarró otro paco que le pegó dos lumazos en el cuerpo, terminó en la posta.
Lo que quiere la alcaldesa es tapar el sol con un dedo y mostrar una comuna sin pobres para los turistas y los vecinos más acomodados, pero la realidad es que somos muchos los que vivimos en la pobreza, en esta comuna. Somos pobres no delincuentes, nuestro trabajo es digno y lucharemos por él, finaliza Dina San Martín.