Israel ha decidido poner fin a la operación «Margen protector» en Gaza y se retirará en las próximas 24 horas tras la destrucción de todos los túneles que, según su conocimiento, atraviesan la frontera entre Gaza e Israel, y ordenará a sus soldados que comiencen a retroceder posiciones, según ha informado este sábado el diario hebreo Haaretz, citando fuentes militares.
Una decisión de Tel Aviv que se ha tomado sin negociar un acuerdo con el movimiento islamista Hamás y sin aceptar más treguas, según altas fuentes del gobierno de Benjamín Netanyahu citadas por medios locales.
Estos mismos medios informaron también de que Israel no enviará a ninguna delegación a las negociaciones que trata de sacar adelante El Cairo para poner fin a las hostilidades, aunque por el momento no hay confirmación oficial a esa afirmación.
«Ya hemos visto lo que es negociar con Hamás en los últimos seis alto el fuego. No vamos también a premiarles con un acuerdo», dijo hoy a Efe una fuente de la oficina del primer ministro al descartar un posible pacto con el movimiento islamista, a través de Egipto, por el que se pueda llegar a levantar el bloqueo de siete años a la franja.
Antes de la información de Haaretz sobre la retirada de Israel, una fuente del Gobierno israelí informó al mismo medio que «si creemos que hemos conseguido la suficiente disuasión (para que Hamás deje de disparar) nos iremos sobre la base de que la calma será retribuida con calma».
Y agregó que: «Si no se ha conseguido ese (efecto) de disuasión seguiremos la operación, o nos iremos (de allí) y seguiremos presionando mediante ataques aéreos».
Hamás no garantiza el fin de hostilidades si no hay acuerdo
Un portavoz del movimiento islamista Hamás aseguró hoy que sus fuerzas no se verán comprometidas a mantener la calma en caso de que Israel decida abandonar Gaza e interrumpir la ofensiva «Margen protector» de forma unilateral.
«Los militantes de Hamás en el terreno decidirán cómo responder a esa decisión. No nos veremos comprometidos en nada», dijo Sami Abu Zuhri en declaraciones que recoge hoy la agencia palestina Maan.
Israel «debe elegir qué precio quiere pagar: el precio de quedarse en Gaza, el precio de retirarse, o el precio de la negociación», agregó.
Más de 4.000 ataques aéreos y 1.676 muertos
En 26 días de ofensiva Israel ha lanzado más de 4.000 ataques aéreos en Gaza, sin que con ello haya mermado la capacidad de Hamás de disparar cohetes contra sus centros urbanos.
Una alta fuente de seguridad explicó a un reducido grupo de periodistas, entre ellos Efe, que en las últimas tres semanas y media el número de cohetes a disposición de las milicias se ha reducido a un tercio, de alrededor de 9.000 a unos 3.000.
Sobre los túneles que cruzan de Gaza a Israel, que han causado numerosas bajas al Ejército, indicó que se está terminando la destrucción de los más de treinta encontrados.
Los principales comentaristas creen que la gran destrucción que ha dejado en Gaza la ofensiva militar de las últimas tres semanas y media, así como el alto número de víctimas mortales, 1.676, y heridos, unos 9.000, convencerán a Hamás de que es el momento de dejar de disparar. Por parte de Israel, han muerto al menos 61 soldados.
«Lo que hay en Gaza no se parece en nada a lo que ocurrió en Dahía», señaló el comentarista militar Ron Ben Yishai, que se mostró convencido de que una vez que los líderes políticos de Hamás salgan de sus refugios y vean cómo ha quedado la franja no proseguirán sus ataques.
Dahía es el feudo en Beirut del movimiento chií libanés Hizbulá, que Israel devastó en un raid aéreo durante varias semanas en la guerra de 2006.
Sobre la política israelí a largo plazo frente a Gaza, las fuentes gubernamentales citadas en los principales medios hablan de la búsqueda de un acuerdo con Egipto, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y la comunidad internacional para la reconstrucción de la Franja y su eventual desmilitarización.
EFE-Jerusalén/eldiario.es