“Los animales de afuera miraron del cerdo al hombre, y del hombre al cerdo, y nuevamente del cerdo al hombre; pero ya era imposible discernir quién era quién.”
(George Orwell, “La Granja de los Animales”)
En medio de semejante barbarie que una vez más nos toca presenciar en Gaza, no falta quien ha comparado al régimen de Israel con el Apartheid en Sudáfrica. La comparación, sin embargo, se queda corta. Ni siquiera el racismo estructural sudafricano alcanza el nivel de brutalidad tan sistemática que hoy deben soportar los palestinos. Algunos autores han comparado a Gaza con un ghetto, las prisiones a campo abierto en que los nazis confinaban a los judíos en Europa, y a su resistencia con la resistencia del Ghetto de Varsovia en 1943[1]. El escritor colombiano, Antonio Caballero, describe a Cisjordania “como un archipiélago de ghettos encerrados por muros levantados por Israel y carreteras custodiadas por retenes militares israelíes que sirven para comunicar las docenas de asentamientos de colonos judíos instalados en tierra palestina y, a la vez, para incomunicar las comunidades palestinas”[2]. El intelectual israelí Ilan Pappe también está de acuerdo en que la política israelí busca converitr las comunidades palestinas en ghettos físicamente separados[3]. La situación de los palestinos que viven y trabajan en Israel no es mucho mejor: cientos han sido detenidos desde que comenzó la ofensiva[4]; otros han sido víctimas de auténticos pogromos[5] montados por israelíes recalcitrantes en contra de la población árabe que disfruta, a golpes y escupitajos, las mieles de semejante “democracia”. En una moderna versión de la eugenesia, grupos israelíes como Lehava y Hemla se han formado para impedir que los judíos se mezclen con árabes y hasta reciben financiamiento del Estado para mantener las “razas” separadas[6]. Israel constantemente humilla, trata de despojar de dignidad a los palestinos y desbordarlos con su supuesta omnipotencia militar, para que crean que la resistencia es inútil. Pero la resistencia es el último bastión de la dignidad. La resistencia palestina, por todos los medios, armada y desarmada, es la que demuestra la humanidad que jamás los colonizadores sionistas lograrán arrebatar a ese pueblo bravo.
Un general israelí, Moshe Dayan, alguna vez dijo que “Israel debe ser como un perro rabioso, demasiado peligroso como para ser molestado”. Son verdaderamente como perros hidrofóbicos: un soldado israelí escribía en su cuenta de Facebook “Hoy he matado a 13 niños palestinos” y luego lanzaba improperios en contra de los musulmanes[7]. ¡Esos son los valores que se inculcan en esa “democracia ejemplar”! –ejemplar según EEUU. Quienes se jactan, de manera cuestionable, de ser la “única democracia del Medio Oriente”, paradójicamente, han declarado la guerra al único gobierno democráticamente elegido en la región: el gobierno de Hamas en Palestina, hoy confinado a Gaza por la fuerza militar y el colaboracionismo del partido rival palestino, Fatah, puesto ilegalmente en el poder por Israel y EEUU. Mientras, civiles israelíes se agrupan en los montes cercanos para celebrar, con champaña y abrazos cada bomba que cae encima de Gaza[8]; otros van a las protestas contra la guerra a cantar que “ya no necesitan escuelas en Gaza porque no les dejaremos niños vivos”[9]. Desean la limpieza étnica, se les inculca que ellos son los “elegidos” y que nadie más puede pisar ese suelo que arrebataron a sangre y fuego en 1948. La bancarrota moral del Estado de Israel es que lo único que mantiene unido a ese pueblo es el odio.
Unos 1.400 palestinos han muerto en esta ofensiva y más del 70% de ellos no son combatientes. Unos 300 son, de hecho, niños. Masacrados en medio del bombardeo, la metralla, las bombas “inteligentes” y las de racimo, así como esa temible y prohibida arma química, el fósforo blanco[10]. Un funcionario de Unicef describe el panorama dantesco «Niños son asesinados, heridos, mutilados, quemados, además de estar totalmente horrorizados»[11]. Y la civilizada Europa, como si nada. Miles se manifiestan en las calles en solidaridad con Palestina y los gobernantes europeos, cruzados de brazos, asisten al genocidio sin inmutarse. Navi Pillay, alta comisionada de Derechos Humanos para la ONU ha expresado que los ataques contra viviendas, escuelas y hospitales, así como todas las violaciones contra el Derecho Internacional Humanitario de Israel, han sido totalmente deliberados. ¿Acaso no? El perro rabioso y peligroso del Medio Oriente tiene un amo que lo protege de quien sea. De no ser por la protección incondicional de EEUU y de la Unión Europea, Israel no sería capaz de hacer una décima parte de las atrocidades que realiza impunemente. EEUU, mientras tanto, sigue enviando municiones y cargas de mortero para alimentar esta masacre[12].
{destacado-1}
Benjamín Netanyahu dijo que el Ejército está dispuesto a legar hasta el final en esta operación[13]. Oficialmente, el “final” significa acabar con los túneles mediante los cuales los prisioneros del ghetto de Gaza pueden obtener alimentos, medicinas y todas esas cosas que les están vedadas por el bloqueo medieval que sufren por parte de Israel, con el respaldo europeo, norteamericano y egipcio. Significa cortar las venas con las cuales Gaza aún puede palpitar, estable en su gravedad, y acelerar la muerte lenta de esta comunidad de cerca de dos millones de seres humanos por hambre, por enfermedad, por sed. Parece que Israel está tomándose muy en serio la aplicación de la “Solución Final” al “problema palestino”. La parlamentaria del partido “Hogar Judío”, Ayelet Shaked llamaba abiertamente al genocidio y la limpieza étnica, al incitar a los soldados a asesinar a las madres palestinas para que no siguieran reproduciendo víboras[14]. En su método de opresión a los palestinos, Israel se asemeja cada día más a la bestia nazi-fascista. Como en la “Granja de los Animales”, al final, cuando miremos a la opresión sionista y a la opresión fascista, con la perspectiva histórica, resultará imposible distinguir la una de la otra.
Por José Antonio Gutiérrez D.
31 de agosto, 2014
REFERENCIAS
[1] http://electronicintifada.
[2] http://www.semana.com/
[5] Turbas violentas anti-judías en la Europa del siglo XIX.
[6] http://electronicintifada.
[7] https://uk.news.yahoo.com/
[9] http://electronicintifada.
[11] http://www.semana.com/
[12] http://www.semana.com/mun
[14] http://