Tras 37 años de infatigable búsqueda, Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, encontró ayer a su nieto “Guido”, nacido en cautiverio durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).
La recuperación de su nieto, apremia el intenso trabajo que Estela ha llevado a cabo desde que en noviembre de 1977 su hija Laura, de 23 años y embarazada de dos meses, fue detenida por militancia política y encerrada en un campo de concentración en la ciudad de La Plata. Después ella y su pareja fueron asesinados por el régimen de facto.
“Guido” nació el 26 de junio de 1978 en el Hospital Militar Central de Buenos Aires y cinco días después fue separado de su madre, a quien devolvieron al centro clandestino de retención donde permaneció dos meses más en cautiverio.
La madrugada del 25 de agosto de 1978 Laura fue asesinada en una ruta del gran Buenos Aires durante un traslado. Más tarde le entregaron el cuerpo a la familia, pero en la autopsia médica los padres de la joven se enteraron de que había parido durante su secuestro.
Convertido ya en un hombre, “Guido” se acercó este año voluntariamente a Abuelas de la Plaza de Mayo para realizarse exámenes genéticos debido a las dudas que había sobre su identidad. De esta manera, se convirtió en el nieto número 114 que es recuperado por Abuelas.
“Ya tengo mis catorce nietos conmigo”, dijo Estela, de 83 años, en una rueda de prensa en la que confirmó el hallazgo de “Guido”.
“Quiero dar gracias a la vida, gracias a Dios, porque no quería morirme sin abrazarlo (…) Quiero mirarlo, lo quiero abrazar”, expresó, al mostrar su alegría por el pronto encuentro.
“Es un artista, un chico bueno. Por cuestiones legales, lo único que puedo contar es que se trata de un músico y que se realizó el estudio de ADN voluntariamente”, añadió tras celebrar lo que consideró un “triunfo de todos los argentinos”.
“Aunque algunos no nos quieran, que no digan que esto no es un triunfo de los argentinos (…) no queremos que esta historia se repita en las futuras generaciones, por eso seguimos luchando”, subrayó.
Estela destacó, además, que la presidenta Cristina Fernández se solidarizó con la alegría de las Abuelas. “Lloramos juntas y luego se despidió”, apuntó sobre su conversación con la mandataria por teléfono.
Remo Carlotto, hermano de Laura, también se mostró este martes “profundamente feliz y conmovido” por el hallazgo de su sobrino. “Estamos pensando en Laura y en la lucha de las Abuelas. Hoy nos tocó a nosotros este momento de felicidad”, sostuvo el diputado del gobernante Frente para la Victoria, en declaraciones al canal CN23, de Buenos Aires.
“Queremos que se den cada uno de los pasos, estamos profundamente felices y ansiosos de conocerlo para que se encuentre con la historia que le pertenece”, añadió.
La dictadura militar en Argentina se caracterizó por detener a mujeres embarazadas que eran torturadas y asesinadas después de parir, y sus hijos terminaban entregados en adopciones ilegales a militares, policías o civiles.
En esa época, Estela era apenas una maestra dedicada a su familia, pero se reconvirtió en un ícono de la defensa de los derechos humanos a nivel mundial porque nunca dejó de buscar a los 500 nietos que, se calcula, fueron apropiados por los represores.
En 1987, sobre la base de un proyecto de la organización, la subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno argentino, el Hospital Durand y el ministerio de Acción Social de la provincia de Buenos Aires, se aprobó una ley que creó un Banco Nacional de Datos Genéticos.
En él quedó registrado el mapa genético de cada una de las abuelas de la Plaza de Mayo para que la investigación y restitución pudiera realizarse a través de los años.
Fuente: Granma