Un informe clasificado como reservado por la Subdirección de Asuntos Internos de Carabineros, revela antecedentes cruciales sobre la muerte de los dos hinchas de Colo Colo, durante el operativo policial en las inmediaciones del Estadio Monumental. El documento fechado el 10 de abril, recopila declaraciones de tres testigos presenciales —una carabinera y dos civiles— que coinciden en señalar que el vehículo policial J-1224 arrolló directamente a las víctimas.
De acuerdo al reporte, al que tuvo acceso Ciper, Martina Riquelme (18) y Mylan Liempi (12) fallecieron minutos después de las 18:00 horas, cuando el carro conducido por el sargento Luis Rojas avanzó en dirección a un grupo de personas que intentaban escapar de los gases lacrimógenos. Los testigos afirman que el vehículo no frenó ni realizó maniobras para evitar el impacto.
En un principio, se difundió internamente la versión de que los jóvenes habrían muerto aplastados por una reja metálica. Sin embargo, esta hipótesis no aparece respaldada en los testimonios directos. La idea del “aplastamiento por la reja” fue introducida más tarde por el agente identificado como 28 ALFA, quien afirmó que el vehículo pasó por encima de una reja sobre la cual estaban los jóvenes.
El informe aclara que no existen registros visuales del hecho, ya que ni las cámaras corporales ni las de tránsito estaban operativas en ese momento.
De los tres funcionarios que iban a bordo del carro J-1224, dos —el capitán William Henríquez y el sargento Rojas— se acogieron a su derecho a guardar silencio. El tercero, Andrés Muñoz, aseguró que no presenció lo ocurrido.
Testimonios contrastan con la narrativa oficial
La cabo Jocelyn Soto, testigo ocular, fue tajante en su declaración: “El vehículo policial de mi capitán Henríquez atropella a dos personas”. Su relato coincide con el de Luis Espinosa, un vecino de 64 años, quien relató que un grupo de jóvenes derribó una reja perimetral y, en ese contexto, el carro policial —conocido popularmente como zorrillo— chocó con la reja y atropelló a los muchachos, sin detenerse ni retroceder.
Nicolás Cuevas, quien acompañaba a Martina, indicó que ambos tropezaron mientras huían y que estaban a más de un metro de cualquier valla al momento del impacto. Esta versión fue corroborada por su hermano Martín, y ninguno de los dos mencionó una reja como causa del atropello.
En contraste, el agente 28 ALFA insistió en una comunicación radial que “no hubo atropello”, versión que fue replicada por otros funcionarios, aunque sin evidencias visuales que la sustenten. Asuntos Internos obtuvo un audio donde un teniente le dice al capitán Henríquez: “el sandcat le pasó por arriba. Hay uno Monte 6 (fallecido)”, a lo que Henríquez responde: “No me huei”.
Irregularidades en protocolos y registro audiovisual
El informe señala diversas fallas en los procedimientos. Ninguno de los agentes ni el vehículo J-1224 contaban con cámaras corporales activas, a pesar de que su uso es obligatorio. La cabo Soto reconoció portar una cámara, pero no pudo asegurar si esta grabó algo. Asimismo, se confirmó que no existen cámaras de tránsito en la zona que hayan registrado el suceso.
En los audios radiales revisados por Ciper, también se advierte la preocupación por la falta de imágenes por parte de la UOCT tras el incidente.