La imposición de un arancel del 20.91% al jitomate mexicano por parte del gobierno de Estados Unidos amenaza con desencadenar una crisis económica en el campo poblano, donde más del 50% de la producción de esta hortaliza se destina a la exportación, principalmente al mercado estadounidense.
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A partir del 14 de julio, la medida arancelaria afectará directamente a los productores locales, quienes ya enfrentan altos costos de inversión. Cultivar una hectárea de jitomate puede representar un gasto de hasta 400 mil pesos, sin contar seguros agrícolas, los cuales pueden sumar otros 80 mil a 100 mil pesos por ciclo. Sin garantías sobre los precios de venta o retorno de inversión, el panorama para el sector agrícola se torna cada vez más incierto.
En 2023, Puebla exportó 147 millones de dólares en jitomate, siendo el quinto estado con mayor participación en el mercado internacional. De ese total, 143 millones tuvieron como destino Estados Unidos, por lo que el impacto económico será significativo.
Con la nueva política comercial, se espera que una gran parte del producto no pueda colocarse en el extranjero y se quede en territorio nacional. Esta sobreoferta provocará una caída en el precio del jitomate dentro del país. Aunque los consumidores podrían pagar menos, los productores enfrentarán pérdidas severas. Se estima que el precio por kilo podría desplomarse de los actuales 10 pesos hasta niveles de entre 1.20 y 2 pesos.
A este escenario se suman otras problemáticas que ya venían afectando al campo poblano, como las heladas, la sequía y el impacto del cambio climático. La combinación de estos factores coloca en riesgo la continuidad de la producción, especialmente entre pequeños y medianos agricultores. Se advierte que, si no se implementan apoyos técnicos y financieros adecuados, muchos de ellos podrían dejar de sembrar jitomate e incluso abandonar la actividad agrícola.
Actualmente, Puebla produce anualmente alrededor de 129 mil toneladas de jitomate, posicionándose entre los 10 principales estados productores del país. Municipios como Altepexi, Tehuacán, Chignahuapan, Aquixtla y Cañada Morelos concentran gran parte de esta actividad.
El jitomate es el segundo producto agrícola más exportado por México a Estados Unidos, solo por debajo del aguacate. Con aproximadamente el 55% de la producción nacional destinada al mercado estadounidense, la imposición de este arancel no solo tendrá consecuencias locales, sino que afectará a todo el sistema agrícola mexicano.
Frente a esta situación, se considera urgente el diseño de una estrategia por parte de los gobiernos federal y estatal que contemple estímulos al campo, seguros accesibles y mecanismos de protección ante contingencias internacionales. De no actuar a tiempo, el impacto podría traducirse en el cierre masivo de campos de cultivo y en una fuerte presión económica sobre miles de familias que dependen de esta actividad.
Foto: El Ciudadano
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