La administración del presidente Donald Trump planea instalar un muro de boyas flotantes de 27 kilómetros en el río Bravo, en la frontera sur de Texas, como parte de su renovada estrategia para frenar los cruces irregulares desde México. La información fue confirmada por el diario Washington Examiner, que citó a funcionarios bajo condición de anonimato.
También puedes leer: Republicanos del sur de EE.UU. impulsan el uso oficial del nombre “Golfo de Estados Unidos”
El llamado “zar fronterizo” de la Casa Blanca, Tom Homan, respaldó la medida y señaló que “las boyas son un excelente concepto”. Homan recordó que durante el primer mandato de Trump ya se contemplaba el despliegue de este tipo de barreras, pero no se logró implementar. Fue el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien retomó la idea, mostrando —según Homan— su eficacia en la disuasión de cruces fronterizos.
La instalación está prevista para la próxima semana en una de las zonas históricamente más activas para cruces irregulares, en momentos en que Trump enfrenta un nuevo frente judicial.
El juez federal James Boasberg anunció que encontró causa probable para declarar en desacato criminal a la administración Trump, por haber violado deliberadamente una orden judicial que prohibía la deportación de migrantes bajo una antigua legislación de 1798. En particular, se refiere al caso de 261 migrantes enviados a una prisión en El Salvador, entre ellos Kilmar Ábrego García, de 29 años.
La Casa Blanca habría ignorado la orden judicial de regresar a los deportados, lo que podría derivar en un juicio por desacato. Ante esto, Trump reaccionó con dureza al declarar que “los jueces están totalmente fuera de control” y aseguró que apelará el fallo.
El caso de Ábrego García ha escalado a nivel diplomático. El senador demócrata Chris Van Hollen viajó a El Salvador para interceder por el joven, cuya deportación fue revocada por una corte en 2019. Sin embargo, el vicepresidente salvadoreño, Félix Ulloa, negó el acceso al senador e incluso afirmó que el gobierno de Trump pagó a El Salvador para mantener al migrante encarcelado en el penal de máxima seguridad Cecot.
A pesar de que Ábrego no tiene cargos ni condenas, Homan rechazó las críticas demócratas y lo vinculó, sin pruebas, a la banda criminal MS-13: “Nos deshicimos de una persona peligrosa”, afirmó.
Foto: Redes
Recuerda suscribirte a nuestro boletín
📲 https://bit.ly/3tgVlS0
💬 https://t.me/ciudadanomx
📰 elciudadano.com
