«Ahora conocemos el proyecto que desplegaron en Cuba, pero esas mismas tácticas las repiten para influir en todas partes del planeta y en las diferentes naciones de Latinoamérica», afirmó en declaraciones a Prensa Latina.
Así se refirió el director de Centro Andino de Estudios Estratégicos al recién descubierto programa de la Agencia Internacional de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) para infiltrar jóvenes en universidades con el fin de que reclutaran a cubanos y los involucraran en actividades desestabilizadoras.
De acuerdo con el especialista, otra de las tácticas usadas en el mundo es captar estudiantes y brindarles cursos de liderazgo para convertirlos en cuadros políticos manipulables que luego devienen instrumentos para influir en la política interna de los países.
En general, agregó, se trata de vías indirectas que son empleadas pues las acciones directas que han desarrollado para destruir la Revolución Cubana no les han dado resultados.
«Este programa de los jóvenes infiltrados es una nueva manera de insistir en su empeño de derrotar al socialismo en Cuba, algo que, según mi opinión, no lograrán», sostuvo.
Ramos cuestionó la legitimidad ética de un proyecto que funciona sobre la base de engaños a los muchachos.
«Son jóvenes que no conocen la magnitud de lo que están haciendo y los riesgos que están corriendo. Esa manera de operar es una evidencia del hundimiento moral de los Estados Unidos, pues están desesperados por mantener su hegemonía y para ello traspasan cualquier límite», estimó.
Para hacer frente a este tipo de injerencias, el analista consideró fundamental mantener informada a la ciudadanía, principalmente a las nuevas generaciones.
Los más jóvenes tienen que saber cómo funcionan estos procesos de subversión para que sean conscientes del mundo en que viven, señaló.
Fuente: Prensa Latina