Tres obreros que se quedaron con un tesoro de monedas y lingotes de oro por 1,2 millones de dólaresdescubierto en la casa que renovaban en el noroeste de Francia serán procesados por hurto, indicó la fiscalía.
En 2011, la familia Beauté, que había comprado una casona del siglo XVIII en Notre-Dame-de-l’Isle diez años antes, decidió renovarla y para ello apeló al servicio de una empresa de construcción.
Cuál no fue la sorpresa de los tres jóvenes obreros que al excavar un galpón para construir una cocina moderna descubrieron una bolsa con 16 lingotes de oro de un kilo cada uno y recipientes con 600 monedas de 20 dólares estadounidenses de los años de 1920s, todas del metal amarillo.
Según la fiscalía, los tres jóvenes admitieron haberse quedado con el tesoro sin declararlo –como lo exige la ley francesa–, al Estado y al propietario de la casa.
Los desafortunadamente afortunados obreros se repartieron el tesoro antes de revender los lingotes y las monedas de oro a una casa de numismática.
Pero los jóvenes no previeron que uno de los bancos donde depositaron el dinero fruto de la venta los denunciaría al fisco francés por considerar que las sumas elevadas de dinero eran de origen sospechoso.
Los tres obreros inculpados por hurto y el responsable de la casa de compra y venta de oro, acusado de perista, comparecerán ante la justicia en diciembre, pasibles de hasta 10 años de cárcel.
La ley estipula que si hubiesen declarado su hallazgo, los obreros se hubiesen podido quedar con la mitad del botín, correspondiendo la otra mitad al propietario de la casa, aunque de todas formas parte de ambas sumas hubiese ido a parar a las arcas del fisco.
Fuente: Diario Los Andes