Invierten U$S215 millones para salvar parte de la selva amazónica

El programa llamado Áreas Protegidas de la Región Amazónica (ARPA) ha reunido a gobiernos, ONGS e inversores privados para proteger al Amazonas y devolverle su esplendor en los próximos 25 años.

Invierten U$S215 millones para salvar parte de la selva amazónica

Autor: Nicolas Curi

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90 parques naturales, 51 millones de hectáreas y el 15 por ciento de la Amazonia brasileña: esa es la superficie de selva tropical que apuntan a salvar todas las partes involucradas en el programa ARPA. Para darse una idea, se apunta a salvar tres veces el tamaño de todos los parques norteamericanos combinados, o una superficie aún más grande que España. Es el área protegida más grande del mundo, y saldrá caro. Pero, por suerte, una coalición de gobiernos, donantes privados y ONGs han anunciado una inversión inicial de 215 millones de dólares, para que en los próximos 25 años se preserve definitivamente al Amazonas.

“El aumento de la demanda por recursos naturales ha hecho que nuestros parques y herencia natural estén en peligro. Así que reclutamos a líderes financieros y filántropos de todo el mundo a pensar un plan, para crear un fondo único en el mundo para que la propuesta de ARPA sea un éxito inspirador desde ahora y para siempre”, comentó Carter Roberts, presidente y CEO de la World Wildlife Fund (WWF). Los asociados al plan incluyen, además, al Banco Mundial, a la Fundación Gordon y Betty Moore, la Cargill Foundation, el Banco Interamericano de Desarrollo y los gobiernos de Alemania y Brasil. El primer punto es sumar 9 millones hectáreas más a la zona protegida amazónica, para llegar a tener 60 millones de hectáreas bajo cuidado total.

ARPA se inició en 2012 y ha logrado aumentar drásticamente la cantidad de zonas vigiladas en la Amazonia brasileña; además, mejoró el funcionamiento de parques y generó reservas sustentables para comunidades locales indígenas. Ayudó a frenar la deforestación, un punto clave, y los donantes quieren que esta tendencia siga: el gobierno brasileño se comprometió a garantizar que el trabajo continúe, y se ha puesto el plazo de 2040 para medir el éxito y ofrecer más financiación para protección ambiental.

La estrategia es a todo o nada, y no dolar a dolar; esto quiere decir que, a la manera de Wall Street, se juntó todo el dinero de antemano, asegurando resultados a los inversionistas. La ganancia: una Amazonas más limpia, donde fauna y flora proliferan y no están en riesgo ante la mano del hombre. “Lo tomamos prestado de la bolsa de comercio: juntar todo el capital incialmente y así financiar todo el proyecto”, explicó Roberts. Todo apunta a tener metas claves y a empezar a solucionar el problema hoy, no tener que esperar.

“No hay nada como ARPA, se trata del proyecto de conservación natural más grande de todos los tiempos”, dice Roberts, que cuenta con el apoyo del Ministerio de Medioamebiente del Brasil. Y es una gran noticia, sin dudas.

Fuente: Buen Diario 


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