Assange, enseñando la denuncia de Human Rights Watch y la ACLU para que la Fiscalía estadounidense detenga la investigación sobre Wikileaks
Tras dos años de confinamiento en la Embajada de Ecuador, el fundador de Wikileaks anunció que sufre problemas de salud: «en esta situación cualquier persona sana empezará a encontrarse con dificultades», ha dicho ante los periodistas sin ofrecer más detalles.
Assange no ha visto la luz del sol en todo este tiempo y parece decir basta. En una rueda de prensa conjunta con Patiño anunció que saldrá «pronto» de la Embajada ecuatoriana, pero «no de la manera que Murdoch y Sky News esperan.»
En un artículo para The Guardian de ayer, el Ministro de Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, había afirmado que «la imposibilidad de dejar la embajada afecta seriamente a su calidad de vida y a su salud». Ecuador ha solicitado a Reino Unido que en caso de emergencia médica Assange pueda ser llevado a un hospital sin riesgo de detención, pero el gobierno británico se ha opuesto.
El Ministro de Exteriores ecuatoriano hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que se respeten los derechos humanos del australiano. El artífice del ‘ Cablegate’ lleva cuatro años siendo investigado por el Departamento de Defensa norteamericano, que todavía no ha hecho ninguna acusación pública contra él o Wikileaks.
Assange negó firmemente las acusaciones de violación que le persiguen desde el 2010, y por las que Suecia solicitó su extradición: «Ninguna mujer ha hecho estas acusaciones, en las informaciones al Tribunal Supremo sueco lo reconoce el Gobierno. […] No ha habido ningún avance en la investigación sueca, esa es la excusa para obstruir durante más de dos años la decisión soberana de Ecuador de concederme asilo político.»
Assange contempló en su momento viajar a Suecia para cumplir con la extradición, pero puso como condición que no se le entregara a Estados Unidos. Suecia se negó. La ley del país escandinavo contempla la toma de declaraciones a través de videoconferencia o mediante el desplazamiento de los funcionarios judiciales fuera del país, una posibilidad que el equipo jurídico de Assange también ha solicitado reiteradamente y a la que la justicia sueca se ha opuesto hasta el momento.
Respecto a la investigación del Departamento de Defensa, el editor jefe de Wikileaks aclaró que «tenemos más de 42.000 páginas de información de la Fiscalía». Además, señaló que se ha presentado «una denuncia contra las actividades del FBI en Europa contra mí, intentando controlar nuestra publicación pagando sobornos a informadores en Dinamarca, Suecia y Alemania.»
Martín González/ Eldiario.es