Venezuela denuncia nuevo ataque de la SIP

El Ejecutivo bolivariano repudió un comunicado de la Sociedad de Prensa emitido el lunes, en el que vinculan al asesinato de un periodista venezolano con posibles motivos políticos. “La solicitud la hace la SIP a sabiendas, como lo sabe todo el país, de que el asesinato de Álvaro Cañizález no tiene ninguna relación con el ejercicio del periodismo o de función alguna como funcionario del Estado venezolano”, indicaron al desmentir la versión de la cámara empresarial de medios.

“Es un instrumento de los diarios de derecha del continente para atacar a los países cuyos pueblos han tomado el camino de la emancipación política”, agregó el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información en alusión a la SIP.

De acuerdo al Ejecutivo venezolano, la SIP “arroja una duda sobre tal circunstancia (el asesinato) en su afán de exponer a la Revolución Bolivariana en el exterior (…), práctica natural de los diarios que agrupa”.

Libertad de prensa, libertad de empresa

La corporación defensora del las empresas mediáticas, sostuvo en su comunicado que “la ciudadanía y la prensa estén afectadas por el clima cada vez mayor de inseguridad en el país”. Las frases altisonantes contra el Gobierno de Nicolás Maduro repiten las esgrimidas contra la gestión de Hugo Chávez.

La SIP ya ha ido denunciada con anterioridad como parte de las maniobras de terrorismo mediático que se sustentaron en la conformación de una agenda político-informativa en base a reiterados augurios de violencia y caos que buscaban crear un piso de argumentación con el cual justificar los ataques de la derecha que se intensificaron en febrero pasado.

A ello se plegaron también los discursos de las corporaciones mediáticas globales sobre Venezuela, tales son los casos de la BBC, CNN, NBC, Reuters, Al Jazeera y France Presse.

En la misma solicitada del lunes, la SIP calificó como “un acto de censura oficial” una medida administrativa iniciada por el Directorio de Responsabilidad Social a solicitud del Consejo Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) a Radio Caracas Radio (RCR) que implicó la suspensión de un programa radial.

De acuerdo al Ejecutivo venezolano, la disposición fue tomada luego de que se violase la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos que prohíbe emitir mensajes que “promuevan el odio (…), alteren el orden público o desconozcan las autoridades legítimamente constituidas”, precisó el Ministerio de Comunicación.

“El gobierno ha ido cerrando los espacios para expresarse mediante disposiciones legales que hábilmente creó con ese fin”, acusó el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Claudio Paolillo.

La repuesta del gobierno bolivariano fue contundente: “denunciamos a la SIP ante el mundo por su constante atropello al cumplimiento de las leyes venezolanas, y así lo hará cada vez que pretenda acusarnos falsamente como ya es costumbre”, enfatizó el ministerio dirigido por Delcy Eloyna Rodríguez Gómez.

¿Qué es la SIP?

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), es un organismo creado por los principales medios de comunicación del continente, ligados a intereses empresariales variados pero políticamente vinculados con los sectores más conservadores y neoliberales de América Latina.

Entre sus principales dirigentes figuran personajes como Aldo Zuccolillo, dueño del paraguayo ABC Color y vinculado a la dictadura de Stroesner y a los intereses transnacionales en el reciente golpe de estado en Paraguay; o Bartolomé Mitre, secretario general de la SIP y director del argentino La Nación, diario vinculado a la última dictadura militar copropietario de la única empresa productora de papel de diario en Argentina obtenida gracias a la violación de los derechos humanos con los militares en los años ’70.

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