Deshawn Henry es un estudiante de segundo año de Ingeniería Civil en la Universidad de Buffalo. Durante sus vacaciones, enfocó su proyecto de verano hacia la purificación del agua. En efecto, muchas zonas desfavorecidas se encuentran en una encrucijada: beber agua que no es potable o tener sed. Para intentar resolver este problema creó un dispositivo que elimina el 99,9 % de los patógenos. El aparato utiliza una fuente de energía abundante: la energía solar.
La lente solar consiste en una lámina de plástico extendida en un marco cuadrado de madera elevado a casi dos metros de altura. Arriba de la lámina se coloca el agua y se orienta el dispositivo hacia un punto focal orientado hacia un rayo de sol. El aparato no parece gran cosa, pero puede calentar un litro de agua hasta 130 o 150 grados Fahrenheit; temperatura suficiente para eliminar bacterias y patógenos y permitir su consumo.
La simplicidad el diseño permite que se pueda construir con bajos costos y lo hace especialmente interesante para los países en desarrollo. Sin embargo, por ahora, el prototipo tiene sus limitaciones: calienta y purifica solamente un litro de agua, y para poder abastecer a una familia sería necesaria una estructura tres veces más grande. El próximo paso Deshawn es intentar diseñar un dispositivo más grande con la misma eficiencia.
Para entender más sobre la propuesta, acá va un video útil. No se trata de Deshawn Henry, pero el concepto es similar y puede ayudar a imaginar la propuesta: