La grasa que se forma en el cuero cabelludo, también conocida como sebo, ejerce una función protectora sobre nuestra piel, puesto que previene su deshidratación y es capaz de protegernos frente a infecciones bacterianas. Sin embargo, una producción excesiva de sebo puede dar al cabello un aspecto grasiento y sucio, convirtiéndose entonces en algo desagradable.
La mejor solución para limpiar el cuero cabelludo a fondo consiste en pasar por la ducha y utilizar un champú para arrastrar la suciedad. Ahora bien, actualmente existen varias propuestas en el mercado para mitigar este exceso de grasa sin tener que lavar el pelo a diario, y evitar así su deterioro. Me refiero a los conocidos como «champús secos», productos cosméticos que generalmente se aplican pulverizándolos sobre la raíz capilar y que funcionan absorbiendo el exceso de sebo.
Fabricar una alternativa casera a este tipo de champú es harto sencillo. Tan solo deberá seguir los siguientes pasos, y usar como ingrediente principal un par de puñados de arroz, dado que el polvo de este cereal es capaz de matizar la piel y quitar el exceso de grasa sin resecarla o irritarla. De hecho, es uno de los componentes principales de los champús secos comerciales.
Arroz y brocha, elementos para la fabricación casera de un champú seco. / ANA CAMPILLO
1. Con la ayuda de una trituradora potente, reduzca el arroz a harina. Es indispensable que el polvo resultante sea muy fino para evitar que queden trozos de arroz en el cabello. Para conseguirlo, puede utilizar un tamizador. No obstante, si le resulta difícil obtener esta textura en casa, le propongo un plan alternativo: emplee harina de arroz comercial o incluso almidón de maíz (maicena).
2. Una vez conseguido el pulverizado, con la ayuda de una brocha de maquillaje, aplíquelo por todo el cuero cabelludo, en la raíz.
3. Déjelo actuar unos minutos y cepille el pelo para retirar el exceso de harina. Incluso puede pasar rápidamente un secador para asegurarse de que no quedan restos.
4. Guarde el resto del producto en un envase cerrado para futuras aplicaciones.
Con esta sencilla receta natural evitará lavar el cabello a diario y conseguirá ahorrar unos minutos al día y, por supuesto, algo de dinero.
Por Ana Campillo / Organicus