Señales de alerta sobre un posible cáncer uterino

Siempre debemos estar alerta con respecto al cáncer cervical o cáncer de cuello uterino, y hacernos nuestras revisiones médicas pertinentes, prestándole mucha atención a los síntomas que este pueda producir. A continuación hablaremos más a fondo sobre qué es y todo lo que implica el cáncer de cuello uterino.

Señales de alarma

Varios grupos de investigación contra el cáncer coinciden en que se presentan una serie de signos de alarma que deben conocer todas las personas en general y con el mínimo rastro se recomienda que visiten al médico lo más pronto posible. Son siete signos y son los que aparecen más precozmente en cualquier tipo de cáncer.

Los siete signos de alarma para detectar el cáncer:

Hábitos intestinales o urinarios modificados.
Úlcera en la piel sin cicatrización.
Hemorragias o secreciones sin una causa que las justifique.
Presencia de nódulos.
Tos o ronquera persistente.
Indigestión o dificultada a la hora de la deglución.
Cambios o alteraciones en un lunar.

Principales factores de riesgo del cáncer de cuello uterino

Todos debemos saber que un factor de riesgo es todo aquello que suele aumentar las probabilidades de que se padezca de una enfermedad, en este caso el cáncer de cuello uterino. Los factores de riesgo suelen ser variables según el tipo de cáncer que pueda llegar a afectar a las personas, como el cáncer en la piel, entre otros.

Al detectar los factores de riesgo, debemos enfocarnos en los que se pueden cambiar o evitar; estos suelen ser el fumar cigarrillo y tener el VPH o virus de papilomma humano, y no debemos enfocarnos en los factores que desafortunadamente no se pueden cambiar; tales como la edad o antecedentes familiares. A continuación les nombraremos algunos factores de riesgo que influyen en el desarrollo del cáncer de cuello uterino.

Virus de papiloma humano o VPH

Es considerado como el factor de riesgo más importante para llegar a contraer el cáncer de cuello uterino. Los médicos suponen que una mujer debe estar infectada con VPH antes de desarrollar el cáncer de cuello uterino; aunque posiblemente esto resulte de una infección con cualquier tipo de alto riesgo. Alrededor de dos tercios de todos los cánceres de cuello uterino son causados por VPH 16 y 18.

Tabaquismo

Las mujeres fumadoras tienen unas probabilidades muy altas de padecer cáncer de cuello uterino, tienen incluso el doble de probabilidades que un mujer no fumadora; ya que fumar somete al cuerpo a numerosas sustancias químicas cancerígenas que pueden llegar a afectar otros órganos, además de los pulmones. Desafortunadamente estas sustancias sí llegan hasta el torrente sanguíneo, gracias al intercambio gaseoso. Además, fumar ayuda a que el sistema inmunológico sea menos eficaz para poder combatir e l VPH.

Inmunosupresión

El virus que causa el SIDA o el también denominado VIH, ocasiona un gran daño al sistema inmunológico y hace que las mujeres estén en un mayor riesgo de infección del VPH. Esto podría ayudar a explicar el riesgo aumentado de cáncer de cuello uterino en las mujeres con AIDS.

Infección clamidia

Se llega a catalogar como una especie de bacteria que puede infectar el sistema reproductor y se puede contraer a través del contacto sexual. Estudios afirman que la mujer que haya tenido o que tiene una infección de clamidia, tiene mayor riesgo de contraer cáncer de cuello uterino.

Alimentación

Las mujeres con malos hábitos de alimentación, que carezcan de suficientes frutas, ensaladas y verduras presentan un mayor riesgo de cáncer uterino.

Píldoras anticonceptivas

Muchos estudios acerca del tema afirman que las mujeres que usas píldoras anticonceptivas son más propensas al cáncer de cuello uterino, más si el uso es por periodos prolongados; aunque el riesgo se reduce cuando la mujer suspende las píldoras. El riesgo es más intenso cuando el uso de estas píldoras iguala o supera los 5 años.

Síntomas del cáncer de cuello uterino

Los síntomas por lo general no comienzan hasta que un precáncer se torna en un cáncer invasivo verdadero y tiende a crecer hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas que se vuelven más comunes son:

Sangrado vaginal anormal.
Secreción vaginal inusual.
Dolor durante las relaciones sexuales.

Aunque estos síntomas son complejos, porque también pueden ser causados por otro tipo de patologías.