“Obama, la vida de este ciudadano estadounidense depende de tu próxima decisión”. La amenaza del Estado Islámico con asesinar a otro periodista norteamericano, Steven Joel Scotloff, ha intensificado la presión internacional para identificar a los responsables de la mediática decapitación del reportero James Foley grabada en vídeo.
En un comunicado publicado por los servicios policiales de Reino Unido, se advierte que todo aquel que vea, descargue o difunda el vídeo de la ejecución será perseguido y podrá ser procesado por terrorismo. Temen que si el contenido de la grabación se difunde demasiado pueda radicalizar a más sectores y la situación se descontrole.
Las últimas investigaciones del FBI y el servicio secreto británico MI5 apuntan a que el ejecutor de Foley se llama John y se trataría de un ciudadano londinense.
Después de que la Casa Blanca confirmara que el vídeo de la decapitación es auténtico, los servicios de seguridad aseguraron que las declaraciones del ejecutor, cubierto por una máscara negra, desprenden un claro acento británico, concretamente del este Londres. En esta zona de la ciudad se habla con un acento muy específico –denominado Cockney– originario de las clases trabajadoras y muy presente aún hoy en día.
Así lo publica el diario The Guardian, que además afirma que el ejecutor se trataría del líder de tres yihadistas ingleses encargados de custodiar a cautivos occidentales en Siria, conocidos dentro del EI con el apodo de los ‘Beatles’. La cuestión del acento es especialmente relevante, según los investigadores. El director del Centro Internacional de Radicalidad del prestigioso King’s College de Londres, Peter Neumann, insiste en que haber elegido a este terrorista para la ejecución “y demostrar un acento procedente de Londres en el vídeo” no es ninguna casualidad. Neumann explica que “lo han elegido deliberadamente para causar un mayor impacto en Occidente. El mensaje es claro: si nos bombardeáis, vamos a por vosotros”.
El acento no es el único mensaje implícito que los investigadores han extraído del vídeo. El diario The Sun recoge que el mono de color naranja que viste el terrorista durante la decapitación se trata del mismo utilizado por los presos en Guantánamo.
Según el rotativo inglés, John es uno de los 500 yihadistas que huyeron de Gran Bretaña para unirse a los combatientes en Siria e Irak y se correspondería con el yihadista británico que negoció desde Al Qaeda la liberación de once rehenes turcos a comienzos de este año. Un exrehén del EI contactado por The Guardian, ha asegurado que el verdugo John es un hombre “inteligente y educado” y muy radical: “Es un devoto creyente de los principios islámicos”.
Llamada internacional para combatir el terrorismo
La respuesta internacional a la salvaje ejecución de Foley no se ha hecho esperar. El primer ministro británico, David Cameron, ha mostrado sus condolencias por la muerte del periodista y ha dicho que enviarán ayuda militar y humanitaria para combatir a los terroristas, pero que “en ningún caso Reino Unido volverá a involucrarse en otra guerra”.
Por otro lado, Obama ha condenado con contundencia los hechos, asegurando que la existencia de este grupo terrorista es un “cáncer” que hay que detener. En la misma declaración, ha solicitado colaboración por parte de sus aliados en Oriente Medio para acabar con los yihadistas.
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