El magistrado se reunió con los padres y tutores de los responsables, y les encargó acompañar a los menores en la tarea de limpieza y restauración. Los jóvenes deberán invertir tiempo y ganas para reparar el daño que intentaron ocasionar y, además, lo harán compartiendo el momento con los adultos que deben acompañarlos y guiarlos durante una sanción que invita a la reflexión y el compromiso de los chicos y adultos.
Los daños materiales se ocasionaron por un incendio provocado por los niños hace una semana en la escuela 871 de Posadas. En la causa también está involucrado un joven de 18 años, proveniente de una familia de bajos recursos del noreste de la ciudad; tomando en cuenta el contexto social de lo ocurrido y que hay implicancias más complejas que el mero hecho, el juez decidió adoptar una medida ejemplificadora, que busca mostrar por qué está mal lo ocurrido y cómo pueden tomar mejores decisiones a futuro los involucrados.
El juez Jiménez también dispuso que los menores de edad involucrados permanezcan en sus respectivas viviendas por un lapso determinado, en tanto continúan las actuaciones en sede policial. La zona donde se registró el incendio intencional está habitada por numerosas familias que fueron relocalizadas desde la ribera del río Paraná. En los últimos meses el barrio fue escenario de disputas entre jóvenes que incluyeron incendios intencionales de viviendas previos, y esto lo consideró el juez, para medir el hecho concreto como parte de un contexto social mayor.
Una buena medida, donde la justicia se muestra compresiva con la realidad que viven muchos jóvenes, y que apunta a construir más allá de penar.
Fuente: El Buen Diario