Científicos obtienen queso sin utilizar animales

Se trata de un logro alcanzado por un equipo de investigadores de California, Estados Unidos. Actualmente el proyecto se encuentra reuniendo fondos para poder concluir con sus trabajos en el laboratorio y hacer disponible el producto en todo el mundo.

Científicos obtienen queso sin utilizar animales

Autor: Nicolas Curi

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En la actualidad son muchos los laboratorios que se encuentran desarrollando diferentes productos que intentan reducir la enorme huella ambiental que produce la industria ganadera. En los últimos años se han dado conocer investigaciones que buscan dar con productos que reemplacen las carnes y productos derivados de los animales: donde algunos ven un avance para la bioética y la medicina, otros simplemente observan el fenómeno como un intento por responder a una necesidad del mercado.

Lo cierto es que más allá de las intenciones detrás de estas investigaciones, científicos de California, Estados Unidos, han alcanzado un importante objetivo: obtener queso real sin utilizar animales.

“El queso vegano real no es un sustituto del queso”, explican los científicos que están detrás de este enorme avance que busca lograr un cambio radical en la industria ganadera. “Todo comienza con la tradicional levadura utilizada en las panaderías“, agregan, y señalan que a través de biología sintética mezclan el ADN de mamíferos con la levadura, agua, aceite y azúcar para obtener leche. Posteriormente se realizan los procesos necesarios para obtener el queso.

El equipo detrás de este desarrollo está conformado por ingenieros en alimentos de la empresa Counter Culture Labs, de Oakland, y BioCurious, de Sunnyvale. En conjunto llevan adelante las tareas necesarias para convertir la levadura en el primer queso vegano real.

¿Por qué es un queso “real”?

Es importante para el equipo de científicos hacer entender a la población que su queso es un queso “real”, a diferencia de la leche o el queso vegano que podemos encontrar actualmente en el mercado, que son productos elaborados a partir de la soja y otros vegetales.

Los ingenieros remarcan, además, que las secuencias genéticas de la proteína de leche natural no se obtienen directamente de los animales, sino que son copiadas. De este modo se logra un producto que no se basa en la explotación cruel de animales, permitiendo además acceder a un alimento sin antibióticos y sin hormonas.

Leche de ser humano

De acuerdo a la información proporcionada por los ingenieros detrás de este desarrollo, algunas de las secuencias de ADN utilizadas son provenientes del ser humano. Esto, según los propios investigadores, permite obtener productos más saludables, ya que la leche de vaca produce alergias e intolerancia a la lactosa. Sin embargo está en sus planes incluir en su abanico de productos una línea de lácteos desarrollados a partir de leche bovina.

Las razones

Los investigadores exponen en tres simples líneas cuáles son las motivaciones detrás de la producción de su queso vegano real:

– Creen que el uso de animales como máquinas de producción de alimentos a gran escala es irresponsable ética y ambientalmente
– Creen que el proceso que están desarrollando es más responsable éticamente y sustentable a nivel ambiental que el que se utiliza actualmente
– Creen que todos los humanos deben tener acceso a queso rico y saludable

La campaña

El equipo de investigadores lleva adelante una campaña para reunir los fondos necesarios para alcanzar su objetivo a través de la plataforma Indiegogo: inicialmente apuntaron a conseguir 15.000 dólares, pero hoy, habiendo recaudado más de 25.000, buscan superar los 30.000 para poder aumentar la escala de producción y salir del laboratorio.

Todo el trabajo que llevan adelante estos investigadores es muy costoso y es por eso que requieren de fondos externos para poder seguir su marcha. Según explican en Indiegogo, el equipo está conformado por voluntarios que no reciben sueldo alguno, por lo que la campaña apunta a conseguir fondos únicamente para cubrir los costos de materiales, equipos y espacio de trabajo.

Fuente: Los Andes Salud


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