Margarita Murillo, dirigente campesina de Honduras fue asesinada el miércoles por hombres encapuchados fuertemente armados que llegaron a la parcela donde se encontraba la víctima y la ultimaron. El hecho se registró cerca de las 10H00 hora local.
“Tenía todas las heridas en la cara. Debe haber sido terrible porque al ser asesinada vio a su agresor”, dijo uno de los peritos que participaron en el levantamiento.
Murillo quien era presidenta de la empresa Asociativa Campesinos de Producción Las Ventanas, así como fundadora del partido Libertad y Refundación (Libre), estuvo profundamente ligada al movimiento campesino en Honduras por casi 40 años, y llegó a ser una dirigente reconocida en las organizaciones campesinas del país.
La corresponsal de teleSUR en Honduras, Gilda Silvestrucci, informó que Murillo gozaba de medidas cautelares, sin embargo no recibía protección alguna de los cuerpos de seguridad.
«Margarita gozaba de medidas cautelares, sin embargo no recibía protección de las fuerzas policiales», detalló.
Silvestrucci agregó que en el norte del país, en especial en la ciudad de San Pedro Sula: «la situación es difícil en la zona norte del país con la violencia desatada contra los campesinos».
Después de confirmar la trágica noticia, en el Congreso Nacional se guardó un minuto de silencio a solicitud de la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien llegó para hacer una disertación ante los y las diputadas sobre la discriminación contra la mujer.
Por su parte, el diputado Rafael Alegría recordó que hay cerca de 200 campesinos asesinados y unas 700 campesinas están acusadas en los tribunales por reclamar un pedazo de tierra.
Persecución a su familia
El pasado 26 de julio, militares hondureños secuestraron al hijo de Margarita Murillo, Samuel, de 23 años, de la casa donde la familia vive en la comunidad de Marañón, al sur de San Pedro Sula, en el norte del país. No se sabe su paradero todavía.
También su marido, Oscar, fue herido por una bala en la pierna durante la represión de parte de los militares en uno de los ataques a los manifestantes que estaban tomando la carretera en Choloma.
En los últimos tiempos, Murillo era dirigente de un grupo de al menos 23 campesinos, quienes estaban en una disputa por la legalización de unas tierras en el mismo sector donde la asesinaron.
Una de sus parientes manifestó a las autoridades policiales que deben investigar a todos los miembros de la junta directiva del grupo campesino porque suponen que ahí podría haberse planeado el asesinato.
La pequeña aldea donde mataron a la campesina es habitada por unas 15 familias. La comunidad está a más de una hora de la ciudad de Villanueva, por lo que las autoridades policiales investigarán a los habitantes del sector.