Te clausuraron cinco veces el fotolog… todo un record tu relación con la red social ¿no?
– Me clausuran a cada rato por obscena. El fotolog es un espacio para la familia y yo lo ocupo para prostituirme. Claro que sigo abriendo porque es el medio más taquillero para publicitarse. Claro que no faltan los envidiosos que me acusan de mostrar una teta y me lo cierran.
¿De dónde sale el engendro Hija de Perra?
– De las cloacas de Santiago, de la prostitución, la droga y la pedofilia. De la marginalidad periférica de esta ciudad.
Una mezcla bien guarra…
– Sucia, ordinaria y vulgar. Y ya tiene 6 años.
¿Quienes la llamaban?
– Mucha gente. A todo el mundo le gusta la morbosidad, hay muchos deseosos que piensan y gozan diferente al resto de los humanos cotidianos. En una fiesta de discoteque invitan a Kenita Larraín a mostrar su hermoso cuerpo o a Barrientos a mostrar sus hermosas lolas. Quienes llaman a Hija de Perra se aburrieron de eso. ¡Por favor! Si en la nación hay más cosas que Dios y la educación.
¿Te gustan los transformistas de la escena chilena?
– Me gusta Dita Parlow y a Katiuska Molotov la amo. Ella brilla por sí sola, tiene angel, además de esas volteretas que se da son geniales. Las otras hacen una puesta en escena cotidiana.
¿Influencias de tu trabajo o la educación de Hija de Perra?
– Mis ramos fueron la pornografía y la prostitución. Además me gustan las películas de Almodóvar, quien visualmente es bello e intelectualmente complejo, como esa monja que pare un hijo de un travesti. También me gusta Alex de la Iglesia y John Waters. Creo que la mamá de Hija de Perra es Divine, la de Pink Flamingo. Me gusta una fotógrafa que se llama Cindy Sherman; Orland, artista visual y el fotógrafo Robert Mapplethorpe y lo que hace por estos días Davis Lachapelle. También dejaron huella en mí las ilustraciones bondage y leater de los ‘70 de Eric Stanton y Tom de Finlandia. Mi revista porno favorita el la Manseque, una netamente nacional y tiene unas maravillosas secciones como crónicas felpudas y una fotonovela hot.
Hay palabras que en tus presentaciones molestan a la gente ¿Por qué será?
– Palabras como semen, sangre o caca la gente no quiere escucharlas. Y te acusan de obsceno si tu las dices. La gente se esconde para hacer caca, se esconde también para tener sexo y para drogarse o violar.
Pero tu lo escenificas. Recuerdo cuando al viejo pascuero le metiste el pino de pascua en la raja en la discoteque Blondie
– Tenía que hacerlo, si eso es lo que se merece el viejo pascuero. No me trajo nunca el regalo que siempre quise y tenía que vengarme. Nunca me traía nada. Si tenía que salir a robarle los regalos a mis vecinos.
Me imagino que conoces muy a fondo la noche santiaguina.
– Pero si es muy fome, la gente le tiene miedo a lo nuevo. No tengo ningún lugar para decirle a la gente que vaya hoy.
¿Un sábado a las 3 de la noche, dónde está Hija de Perra?
– En la calle está. Es una puta de calle, de la periferia. Allí pasa la vida real. La gente cómoda está acostumbrada a la ciudad, a que todo se lo den en bandeja o quede cerca, allá es diferente. Es más de la selva, estás en peligro inminente, uno se encuentra con putas, drogos, delincuentes y mendigos. Es visualmente mucho más atractivo que irse a un lugar donde esta todo limpio. De hecho me incomodan los lugares donde todo huele bien
O sea, debe apestarte la música de los parlantes del Paseo Ahumada.
– Obvio, es indigno escuchar esa música. Si es tan repelente. De hecho una vez intervení ese espacio en calle Huérfanos con una amiga y esa musiquilla me dio un fondo muy entretenido. Claro que la gente temió de mi humanidad y se corrió sola.
Como que acá cuando no te toleran se corren…
– Me han pegado también. Una vez actuando en el escenario junto a un grupo que se llama Caníbales, vino un tipo del público que me empujó, resbalé y caí de culo. Post humillación agarré mi látigo, el que rompe carne, y la gente se abrió y me dejó solo al pobre personaje que me empujó a mi merced. Fue la mejor venganza.
Me acuerdo de la piñata de la que caían toallas para menstruación manchadas…
– Y papeles con caca. Hay quienes lo encuentran fuerte y se van. Quienes más gozan con eso es mi público de Concepción y me exigen cada vez que voy más aberración. Mis calientes nacionales es mi público querido. Quien se siente caliente de corazón es quien gozará de mis espectáculos, como una señora que me llamó para su cumpleaños 50 años. Quería disfrutar a costa de sus parientes e invitados. Hice un show de dueña de casa con regla, chorreo vaginal, dildos que sacaba de la basura, lave ropa, fregué ollas, me pegue, autoflagelé y después me convertí en maraca y fui muy feliz. Canté mis canciones como Reggaeton venéreo y Nalgas con olor a caca. Todos los invitados quedaron pa’ dentro.
¿y la cumpleañera?
– Estaba feliz, cagada de la risa. Si eso quería.
En Empaná de Pino apareces preparando floripondio.
– Es una droga muy mala y por eso me gusta porque sirve para amedrentar a la gente cuando estás en la locura. De hecho, dicen que los indígenas de acá se tomaban el floripondio para ver al diablo. Por eso si queremos ultrajar a alguien démosle floripondio y podemos ultrajarlo tranquilo.
¿Piensas tener hijos y casarte?
– Pero si estoy casada. Me casé con Caballo el 2004, mi fiel y viril esposo.
¿Y los hijos cuándo?
– No puedo, soy infértil. Además que un hijo al lado mío no podría vivir. Sería ultrajado y violado constantemente.
Tienes que tener cuidado con decir eso con la caza de pedófilos que hay.
– Pero si eso ya está out. Ahora se usa meterse varillas por la uretra del pene. La gente lo goza. Hay que aprender de las nuevas aberraciones, aunque como son de metal podemos hacer una versión chilensis y podemos meterle una varilla de membrillo por la uretra de alguien que lo desee.
Cuéntanos de la película Empaná de Pino
– Es bien chilena porque yo soy chilena. Se trata de mi vida privada y personal. Tendrá partido de fútbol con sensuales y viriles hombres.
¿Por lo visto las locaciones son muy importantes?
– Es un recorrido por la periferia de Santiago, los lugares donde están las copas de agua, donde las pasarelas que cruzan las autopistas nuevas se llueven, aparecen los blokcs llenos de murciélagos y drogadictos.
Además que por allá los baños no están divididos por género.
– Eso ocurre porque a la gente le encanta estereotiparse y dividirse en secciones, eso de hombres para allá y mujeres para acá. Desde chicos lo tenemos. Pero también a las mujeres no les gusta sentarse en un baño donde un hombre sacó su pene y desperdició sus últimas gotas de orina sobre la corona del baño. Mientras esa siutiquería femenina no se acabe, nunca van a cambiarse los letreritos de florcitas y sombreritos.
Mauricio Becerra Rebolledo
@kalidoscop
El Ciudadano
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