“El hombre sano no tortura a otros, por lo general es el torturado el que se convierte en torturador”. (Karl Gustav Jung)
El acoso laboral, es el comportamiento ejercido en un lugar de trabajo, por uno o más individuos hostigando a una víctima determinada, intentando producir miedo, terror ó excesiva incomodidad en el o los afectados.
Las víctimas de esta situación, reciben en forma constante violencia sicológica y, en casos más graves, violencia física. Situación que es constante en el tiempo, incluso, llegando a años de maltrato.
La pretensión es que el trabajador se auto elimine, renuncie, se vaya. La denigración Laboral es el asunto en cuestión.
El acoso laboral atenta contra la dignidad e integridad moral de la persona y vulnera los Derechos de Persona.
Las víctimas comienzan a sentirse desestabilizadas hasta que éstas, van perdiendo la confianza en sí mismas y en los demás, lo que conlleva a quedar en una situación de total indefensión.
La capacidad de reacción se merma a niveles inexistentes. La ansiedad misma provoca mal humor, en una actitud defensiva, lo que estimula más conflictos que los creados por el hostigador.
Un constante estrés circunda al afectado. Éste, redobla sus esfuerzos en mejorar su trabajo, aún, cuando éste, sea de buena, normal o excelente calidad. Los malestares físicos y psicosomáticos afloran con naturalidad en estas circunstancias. La constante presión sobre una persona, puede terminar en suicidio.
Súmese a todo esto la precaria asistencia judicial ante este tipo de situaciones al no estar previamente tipificado el delito y en muchos casos, no reconocido como tal, especialmente en sociedades primitivas libre mercado donde los trabajadores están un escalón, un poco más alto, que los esclavos.
Sin menoscabar o aminorar los síntomas que produce esta práctica deplorable, es importante tener en claro el perfil de quien o quienes realizan este tipo de deleznables acciones en contra de los demás, para así, de esta manera, poder hacerles frente.
La mejor defensa contra este siniestro personaje, comienza por conocer cómo actúa, por qué es tan dañino, envidioso, cuáles son sus estrategias, sus métodos, y qué es lo que persigue con ellas.
Manual de un acosador.
Para poder hostigar a una o varias personas, el acosador ejerce dos tipos de manipulaciones. Una hacia el entorno de la víctima y otra dirigida directamente sobre la persona a acosar.
El ambiente le debe ser favorable, convirtiendo éste, en su aliado. Tanto para que haga algo en contra del afectado (separación, aislamiento), tanto para que simplemente no haga, lo cual otorga impunidad al enfermo.
Animará a otros compañeros a participar en acciones contra sus víctimas mediante la persuasión, la coacción o el abuso de autoridad, y éstos, por miedo, egoísmos, bajeza ó ambición, muchas veces se suman a estas atrocidades.
Utiliza técnicas de acoso que son disimuladas: palabras, miradas, insinuaciones, mentiras, difamaciones. Tergiversará situaciones desde suposición, dónde es dueño de la verdad y ostenta el poder.
También puede gritarle a la víctima, insultarla, avasallarla, estando ésta sola o en presencia de otros. Ridiculizarla, no valorando en lo más mínimo el desempeño o los resultados de esta.
Encomendarle tareas inalcanzables, sobrecargar con trabajo, despojándola de áreas de interés, otorgándole plazas aburridas y tediosas, esperando que el afectado, simplemente no de más y renuncie.
Modificar las atribuciones del trabajador, “desde ahora no hará más esto, desde mañana empezará a hacer esto otro”
Esconder información importante para inducir al afectado a cometer errores. Criticar continuamente su trabajo, ideas, propuestas, soluciones, iniciativas.
Controlar continuamente su trabajo buscando encontrar alguna falla.
Anular cualquier traslado, perdiendo papeles, retrasándolo todo en forma intencional. Impedir el desarrollo de la víctima respecto a capacitarse, por ejemplo.
Invadir la privacidad del acosado, interviniendo su correo, teléfonos, su documentación, armarios, escritorio, cajones.
Sustraer elementos útiles para el buen desempeño del trabajo.
Atacar en forma personal a la víctima en relación a sus convicciones personales, su ideología, sus creencias.
Perfil de pérfido
De partida es un cobarde con todas sus letras y la palabra es mezquina para describirlo completamente.
Abusa de la posición (Poder) que ostenta en determinada plaza de trabajo. Realiza acciones, claramente llamadas, Torturas psíquicas, las cuales no pueden demostrarse con facilidad. Muchos sádicos, golpean a las personas con toallas mojadas para no dejar rastros de su violencia, y así no poder ser culpabilizados por el acto. De la misma manera este Torturador violenta a sus víctimas.
¿Cómo se describe una mirada de menosprecio, un tono de voz humillante? ¿Tareas innecesarias, reuniones inexistentes o juntas relámpago? ¿Hacerle el vacío a una persona, aislarla? ¿Puede ser cuantificado, cualificado, probado? ¿Es punible?
Es un hipócrita de exposición. Se muestra por lo general como una persona carismática y amable con gentes de su “mismo nivel”
Tiene el típico comportamiento de Torturador avezado, es capaz de llegar a su casa y ser el más tierno con sus hijos y su familia, después de haber estar todo el día humillando a cuanta persona pueda opacarlo o contravenirlo, en algún sentido.
El hostigador presenta serios Trastornos de Personalidad. Es un animal que come con servicio en mano, pero en cuanto las cosas no son como él quiere que sean, rápidamente emergen sus pezuñas, garras y colmillos.
Se siente inferior, menos que los demás. Procede de una familia que poca atención y cariño le brindó. Familia caracterizada por ser autoritaria y donde el maltrato pudo haber sido un in ingrediente frecuente.
Entonces, aún sintiendo el dolor de aquellas heridas en su autoestima, y de haber sido una víctima en aquellas circunstancias, elige obviamente ser victimario.
Entre sentirse humillado y humillar, elige la posición que considera más fuerte y está será la de dominar a ser dominado.
Posiblemente fue un hazmerreír en el colegio y se venga y se vengará de cuanto individuo le recuerde su paso por esos maltratos. Posiblemente fue un matón de cuadra, desde joven y ahora sólo ha afinado las técnicas de sus fechorías. (Me parece una falacia el asegurar que algunos niños son crueles por su condición inmadura y sólo en ese estadio, y que después, en la adultez, “madurarían” hacia una buena saludable vecindad con los demás. Creo que muchos de ellos, sólo perfeccionan y profesionalizan sus actitudes abyectas, sino hay una buena intervención hacia ellos.)
Por otro lado puede proceder de una familia que le dio todo, que lo consintió en todo, que lo fue estimulando tanto, que crearon un megalómano-narcisista que cree que todos están debajo de su nivel y sus opiniones son infalibles.
Es un sujeto sin capacidad de empatía real o la tiene, pero en su grado más bajo. Le es imposible ponerse en el lugar de los demás. Sólo reconoce las necesidades del otro para utilizarlas para su propio beneficio.
No siente culpa (rasgo psicótico) y lo que más le preocupa es la imagen que proyecta sobre los demás. Su proyección, no es ni siquiera hacia seres humanos, dentro de su modo de ver las cosas, sino hacia objetos a los cuales, puede o podrá utilizar en algún momento determinado.
Este engendro psíquico, siempre o casi siempre niega la existencia de las críticas o de los conflictos, con esto logra neutralizar a sus víctimas, empujando al afectado a hacerle creer que el o los problemas que reclama, simplemente no existen.
Muchas veces decide quedarse callado, únicamente para proyectar una imagen de grandeza o de sabio.
Otras, es muy ambiguo, impreciso, buscando generar confusión. Así mismo, niega lo que ha dicho, especialmente si se le sorprende en algo en forma frontal. Experto en enviar mensajes sin firma o poco claros, insinuaciones, silencio, tergiversaciones, indirectas, es un amplio abanico con el cual se solaza sin que se le pueda acusar directamente de mentiroso.
Su sistema de defensa es un espejo, sí se le acusa de violento, el acusará de violento a quien lo acuse, sí se le acusa de poco honesto, el acusará a la persona que lo acusa, de ser deshonesta, y así sucesivamente, logrando con esto neutralizar a su víctima.
Es un manipulador profesional, por lo general muy carismático y locuaz, ejerce su poder de influencia sobre quien tenga a su alcance. Las personas son simples peones para este auto proclamado rey.
Este acosador primero intenta seducir, incluso por años. Solícito, siempre dispuesto a ayudar, ganando terreno en el poder influir sobre su presa o víctima. En este proceso de seducción procura fascinar sin que siquiera se sospeche de el, esto lo realiza a través de
una alteración de la realidad y una perfecta manipulación de las apariencias.
Después pasará a la etapa de dominación. Ayuda tanto, que despersonaliza a la víctima haciéndola creer que sin la ayuda de este, no es nada.
En otras palabras, es de aquellos que no dan puntada sin hilo.
Descripción que se ajusta al engendro psíquico que nos atañe, pero sin olvidar, que el acosador también puede mostrar un comportamiento animalezco y simplemente va y presiona a su víctima por favores sexuales, abusando de su posición laboral, en un claro estilo de cerdo en celo, pero más claro y directo, que un acosador mental, el cual sólo busca la destrucción de la víctima.
Los acosadores son expertos repartidores de tajos invisibles en las personas.
Se muestra muy determinado y seguro a la hora de hablar y actuar.
Es tremendamente ambicioso, define bien las metas, y por lo general las obtiene, no aprende para enseñar, sino para sobrepasar, sino para utilizar ese conocimiento como poder sobre los demás. Muchas veces son mediocres personas, que gracias a su carisma, semejante al de un vendedor de aspiradoras, consiguen puestos y ascensos.
Intentará siempre estar al tanto de todo, de todos, utiliza información privilegiada para llevar a cabo sus planes, es un ser morboso que se excita fácilmente leyendo la vida privada de las personas, su intimidad.
Debe realizar obras de caridad, participar en organizaciones de ayuda comunitaria, social o políticas, y lo más probable es que se golpee el pecho los domingos por las injusticias en el mundo.
Lo que busca de este tipo de acciones, sociales o filantrópicas es Reconocimiento, sin que los demás lo reafirmen no es nada, se siente incompleto.
Se refugia otras, en su propia desfigurada enaltecida imagen de grandiosidad.
Puede ser una persona muy exitosa, en las apariencias. Y muchos, con una inteligencia mediocre ó una cultura pobre, escalan posiciones en forma sorprendente
Es un depredador nato, se alimenta de los demás. No es un parásito, es un trabajólico, las más de las veces.
Y así, sus manos, sus ojos y su voz, están manchadas de sangre invisible, ha cometido asesinatos y violaciones psíquicas o ha atentado en eso decenas de veces. Además, al saberse impune, al saber que no deja huella, en una especie de Asesinato Perfecto, volverá realizar la misma acción, una y otra vez contra cualquiera que esté en su camino. Es un enfermo que necesita ayuda profesional urgente.
Un hipócrita que ante las acusaciones, sonreirá, se asombrará, se hará el ofendido o lo que sea, pero menos asumir las imputaciones que se le hacen.
El acosador no es un sádico per se, no hiere a las personas simplemente por dañarlas, buscando placer, lo que anhela es algún resultado que le brinde algún beneficio.
Comparte bastantes semejanzas con el perfil de un Maltratador.
Aspira por medio de la violencia a ejercer poder y control absoluto sobre su pareja (empleada-trabajadora)
Ha sido víctima de malos tratos, por parte de individuos superiores a cargo de él (padre-madre-tutores) y ahora, como jefe, repite los traumas, pero sobre otros.
Aprendió de su familia a resolver los conflictos a través de la violencia, física o sicológica. La misma que aplica sobre los trabajadores.
Se considera con derecho a saber todo de su esposa-novia-mujer (trabajadora)
Considera a su mujer como una posesión suya, no como una persona con derechos. (Trabajadores)
Suele tener una imagen negativa de sí mismo. Se siente fracasado y no soporta los desafíos ni competencias, porque se siente en desventaja, lo cual compensará con violencia. Marido hacia la esposa. Empleador hacia empleado.
Vigila y controla las actividades de cada uno de los miembros de la familia. (Trabajadores)
Suscribe y defiende con fuerza una concepción muy rígida de los distintos papeles y estatus de los roles familiares. (Trabajadores)
Preconiza con educación rígida, incluyendo castigos y correcciones; ejerce su poder autoritario y controlador en cuestiones económicas, decisiones dentro de la familia (trabajadores)
Utiliza la agresividad para conseguir sus logros. (Sin comentarios)
Se comporta de maneras diferentes en lo privado y en lo público. (Ídem)
Siempre busca la culpa en el otro, busca explicaciones a su conducta como motivada por la provocación, especialmente de su compañera o cónyuge. (Trabajador)
Desautoriza a su pareja ante los hijos/as. (Ante otros trabajadores)
Es interesante detenerse en estas analogías para apreciar los siguientes argumentos, que son constitutivos para otro tipo de acciones por parte de agresores.
A-Jamás ha ocurrido el hecho descrito. B- La(s) víctima(s) mienten sobre los hechos.
C-La(s) Víctima(s) exagera. D- Si ocurrió el hecho es porque se lo buscó (buscaron)
E- Olvidar el pasado, concentrarse en el presente. F- Seguir hacia adelante, no detenerse.
Es bastante impactante señalar, que los enunciados dichos anteriormente, pertenecen al discurso típico de gobiernos Dictatoriales, (verbigracia, Franco, Pinochet), y sus colaboradores, directos in indirectos.
“¿Exageran, jamás ocurrió eso, mienten, se lo buscaron, olvidar, seguir adelante?”
Queda claro que existe una estrecha relación entre el acosador y el maltratador.
Lo más importante es intentar detectar a tiempo a este tipo de individuos.
Encararlos claramente y no soportar ni el más mínimo abuso. Ocurre exactamente lo mismo ante el maltrato físico hacia la pareja. Se le aguanta una vez, habrá que aguantarlo siempre o hasta cuando ya sea muy tarde. Lo mismo ocurre con un acosador.
El trabajo en cuestión, el que sea, remunerado o no remunerado, social, capitalista, socialista, el que sea, es caldo de cultivo para este tipo de individuos. Se debería ser capaz de no transar las propias creencias o principios a favor, ó de la empresa o del partido o de la firma.
Intentar cuestionarse el exacerbado consumismo que nos habita, podría perfectamente ahorrarnos, el estar siendo humillados, día a día, únicamente para conseguir esa televisión plana por ejemplo.
Recordemos que muchas veces, en su bajeza, intentan que el afectado renuncie, única y exclusivamente para no pagarle absolutamente nada, bonificación, compensaciones, años de servicios etcéteras.
Recurrir a la justicia sienta y sentará siempre un precedente, aún sí, la demanda civil o laboral no prospera. Recordemos que insignificantes gotas desbordan los ríos, pensemos en que nuestro accionar, le evitará pasar por el mismo calvario a muchos en el futuro.
Ante cualquier acción hostil por parte de este tipo de individuos, encararles frontalmente lo que están haciendo, desenmascararlos, exponerlos.
¿A mi no me saludas? ¿Anotaste en la agenda, día de aislamiento?
¿Quieres que me vaya, que renuncie? Despídeme tú.
No necesita ser tan severo, no le quitaré su trabajo y sí eso pasa, sí tanto le teme a eso, perfecciónese, empiece por ser, un ser humano decente, digno, no un abusador.
Exponer enérgicamente a un acosador, es primer paso en la solución de esta problemática. Como cuando uno de esos pervertidos se pegan a las mujeres en los buses o en los trenes y ellas, no dicen nada. Solo se corren calladas, miran un poco enojadas y nada más.
Termina de apegarte tanto a mi, ¿Qué te pasa, estás en celo?
Haga pasar vergüenzas a un acosador, de cualquier tipo, y éste, empezará a pensarlo dos veces antes de volver a actuar. Una funa, un scratche, les cae pésimo. Les gusta moverse en la oscuridad, como las ratas y cucarachas.
No olvide que, una vez que ha empezado una interacción de esta naturaleza, siempre se incrementará con el paso del tiempo. Entre más tiempo pase, más inicua será la situación. Lo óptimo es que una persona externa intervenga de un modo sano y justo y detenga el proceso. Si eso no ocurre, debe ser el afectado quien tome las riendas de la situación. Pero no esperar jamás la venida de ciertos salvadores externos a decir lo que tendríamos que decir nosotros claramente desde un principio. En otras palabras, no aguantarle absolutamente nada a un individuo con esas características.
Si el dinero percibido por el trabajo que realizamos es más valioso que nuestra propia dignidad, entonces no somos mucho mejor que el anormal que ostenta el puesto de jefe.
Con esto, muy seguro, evitaremos que en el futuro, este acosador le haga lo mismo a otras personas, recordemos que por lo general se sale con la suya y, se siente a sus anchas en esas aguas, y a medida que pasa el tiempo, con tanta práctica, va perfeccionando sus retorcidos métodos hasta hacerlos casi perfectos.
Es de vital importancia el apoyo de la familia en intentar desintoxicarse del maltrato de un acosador. Es de vital importancia la solidaridad del núcleo familiar, solidarizar, intentar comprender y apoyar al afectado en todo momento.
Ser mordidos por un perro no debería ser una situación que nos martirizara toda la vida, la casualidad y otras instancias nos han puesto en ese trance. Nada más que eso. No se es culpable, como no se es culpable ante el ataque de un violador. No se es culpable.
Quedarse quieto ante la mordida de un animal, sólo llorar, o victimizarse no ayuda en absolutamente nada a quitarnos esa molestia de encima. Debemos actuar, luchar, accionar nuestros derechos.
No se puede intentar dialogar con un perro, es, a lo que es, su naturaleza.
«Es mejor estar entre los perseguidos, que estar entre los perseguidores» (Talmud)
Andrés Bianque.